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VALENCIA. Las decisiones adoptadas en las últimas horas por la dirección nacional del PP han resituado el juego de poderes en la rama valenciana de la formación 'popular'. Indudablemente, uno de los principales beneficiados ha sido el jefe del Consell, Alberto Fabra, quien ha respirado aliviado al conocerse -noticia confirmada oficialmente este viernes- que es el candidato a Generalitat del PPCV.

Sin embargo, posiblemente el dirigente 'popular' más beneficiado en las últimas 48 horas ha sido el líder provincial alicantino y vicecpresidente del Consell, José Císcar. En la recta final de la legislatura, la distancia entre Fabra y su número dos en el Gobierno valenciano se ha hecho casi insalvable: no eran pocos dentro de la formación 'popular' los que auguraban en los últimos meses un futuro complicado para Císcar y los suyos.

No obstante, el análisis reposado de lo ocurrido en estos dos días evidencia que el presidente provincial se ha situado en una posición política considerablemente ventajosa. Génova lo ha designado como número uno por la circunscripción de Alicante y, además, ha situado a la consellera de Bienestar, Asunción Sánchez Zaplana, próxima a Císcar, como candidata a la alcaldía de la capital de la provincia.

Para empezar, tener asegurado un puesto preferente en la candidatura autonómica es jugar con un as descubierto. De esta manera, Císcar se ahorra pelear esa batalla y, además, queda reforzada su legitimidad para tratar de influir en la lista por su condición de líder provincial y por ser el número uno de la misma. Por si fuera poco, estar en Les Corts Valencianes siempre es importante para cualquier referente del partido de cara a eventualidades futuras como una derrota electoral catastrófica que deje al PP sin la Diputación de Alicante o por si se produce un fracaso en los comicios que precipite la marcha de Fabra.

Por otro lado, las decisiones de Génova también benefician a Císcar para la consecución de su objetivo principal de cara a la próxima legislatura: situarse al frente de la Diputación de Alicante. Inicialmente, la intención del barón provincial había sido figurar como número dos en la capital de provincia, un puesto característico que han ocupado otros presidentes de la corporación provincial. No obstante, las maniobras desde el entorno de Fabra se recrudecieron en las últimas semanas para buscar la continuidad del alcalde de Alicante, Miguel Valor, que había sustituido meses atrás a Sonia Castedo.

TEULADA, UNA OPCIÓN CONTEMPLADA 

Este movimiento hizo que el entorno de Císcar se replanteara la estrategia y se puso sobre la mesa que el vicepresidente del Consell regresara a su municipio, Teulada, para ser allí candidato a la alcaldía, un puesto que ya ocupó entre 1999 y 2009 y donde gozaría de unas previsiones de victoria holgada mucho mejores que la de su competidora Luisa Pastor, actual presidenta de la Diputación y alcaldesa de San Vicent del Raspeig.

No obstante, la candidatura de Sánchez Zaplana decidida por Génova y el voto de confianza otorgado al presidente provincial como cabeza de lista autonómico por la circunscripción de Alicante han vuelto a poner en el tapete con fuerza la opción de que Císcar se integre como número dos en las elecciones municipales en la capital de provincia.

Estas listas, según reflejan los estatutos del partido, las elabora y propone el Comité Electoral Provincial -controlado por Císcar- y las aprueba el órgano superior de carácter nacional. Teniendo de cara a la candidata a la alcaldía, Asunción Sánchez Zaplana, la posición de Císcar para ser número dos por Alicante sería óptima, lo que le dejaría en una posición ventajosa para luchar por la diputación.

No obstante, el presidente provincial no se jugará todo a una carta. Es cierto que si apuesta fuerte para ser número dos por Alicante no podrá ser candidato a la alcaldía de Teulada por una cuestión de tiempos dado que está previsto que los cabezas de lista locales se conozcan en pocas semanas. Ahora bien, Císcar siempre dejaría una puerta libre en su municipio natal para si, hubiera complicaciones para entrar como número dos en Alicante, poder incorporarse como futuro concejal en Teulada, cuyas candidaturas competen exclusivamente a la dirección alicantina que lidera y donde tendría el camino allanado para ser diputado provincial. 

Con este escenario, la consolidación de Císcar en la provincia de Alicante se ha incrementado en los últimos días. Tras momentos delicados por la presión del entorno de Fabra, ahora dispone de un abanico de opciones que le permite, si Génova continúa dándole 'luz verde', aspirar con ciertas garantías a la Diputación de Alicante si el PP consigue los resultados necesarios.