VALENCIA. Siempre me ha gustado contar historias, y mucho más aún formar parte de éstas. Volviendo a mi aula, mis "peques" alucinaban cuando les decía: "Hoy vamos a contar una aventura" y entonces cogía uno de sus cuentos favoritos y seguían haciéndolo a pesar de conocer la historia de principio a fin. Siempre he pensado que todo el mundo deberíamos vivir historias que siempre queramos contar.
Quiero empezar hablaros de la parte que menos me gusta de la aventura de emprender, y de la parte que si algún día puedo contar toda mi historia es probable que omita porque no la querré recordar. En el ecosistema emprendedor nadie está de acuerdo en nada y cada uno se basa en su propia experiencia. La mía, dice que no hay reglas del juego escritas sino que todo depende de muchas circunstancias y variables en muchas ocasiones difíciles de alinear.
Aunque "mola mucho" emprender, hay una parte de ello que te hace plantearte en ocasiones muchas cosas. El ecosistema es muy exigente con muchos aspectos (que generalmente requieren tiempo y dinero) y mi punto de vista como titula estos diversos artículos siempre ha sido el de emprender con pocos recursos o emprendrendizaje extremo.
Algunos de los aspectos que más dudas me han generado por el camino son: pacto de socios, constitución de sociedad, tiempo y trabajo del emprendedor en el proyecto, inversión... Son aspectos que seguro os suenan y que os generarán más de un dolor de cabeza durante el recorrido.
- Tiempo y dinero del emprendedor en el proyecto: Desde el minuto uno, todo el ecosistema te exigirá que dediques todo tu tiempo (full time) al proyecto. Con SchoolMars estuve los cinco primeros meses compatibilizando trabajo y proyecto. Es tan fácil como que cuando entraba mi nómina al banco, salía para invertirla en SchoolMars.
- Pacto de socios: Por si no fuera suficiente difícil encontrar al equipo adecuado, de repente un día te pedirán un famoso documento llamado pacto de socios (por cierto te costará una media de 500 euros). Mi consejo es que lo dejes para más adelante. Tu equipo debe ser "tu familia" y con pacto o sin él si las cosas se ponen mal, será indiferente que tengas pacto o no.
La familia al final siempre será familia. Nosotros lo tenemos desde hace bien poco y aun así dudamos mucho de este documento. Lo importante es que la idea crezca y que el producto esté definido. Es más, si hubiéramos tenido ese pacto, dadas las circunstancias (la famosa búsqueda del CTO), a día de hoy SchoolMars no existiría porque tendríamos socios residuales.
- Constitución de una sociedad limitada: A pesar de que SchoolMars lo es, mi consejo es que no tengas prisa. En España (this is Spain) te va a costar 3100 euros de capital social mínimo, alrededor de 800 euros para la constitución, y además, cuando comiences la actividad, 314 euros de autónomos al mes más los gastos oportunos de gestoría (aprox 200 al mes fijos).
Mi consejo es que te des de alta como autónomo personal y comiences a facturar de ese modo, tiempo de constituir la sociedad ya tendrás. Se trata de invertir el poco dinero que tengas en tu producto y en validar tu mercado y modelo de negocio.
- Búsqueda de inversión o financiación: A nosotros nos ha costado esta parte mucho. Resulta que si ni tus amigos, familiares o conocidos no invierten en ti (triple FFF), tu proyecto no es invertible. Nuestra experiencia es otra y sonará muy tajante. A pesar de que mi familia, amigos y conocidos venderían su alma por invertir en SchoolMars, no todo el mundo tiene FFF con dinero.
Mi consejo es, no busques dinero (en SchoolMars salimos a buscarla en su día), financia tu proyecto con tus propias ventas, y en el momento de expansión y crecimiento llegará la inversión.
Solo he querido dar una pequeña pincelada referente a estos aspectos pero podría escribir para cada uno de ellos un post entero. Como ya he dicho, es la parte de la historia que no quiero contar. Con esto, mi reflexión es ¿se puede emprender sin dinero?. Dejas tu trabajo, todavía el proyecto no es solvente, tienes trabajo para un equipo de 10 personas pero sólo podéis ser la mitad de momento,... y a todo ello se suma "la capacidad de ejecución" del equipo. Otros emprendores lo definen como "la manía que tenemos por comer".
Pero que todo esto no os desmotive. Igual que me han gustado siempre contar historias, siempre me ha gustado el mundo de los sueños. Por el camino he conocido gente y proyectos que solo gracias a su capacidad de soñar han conseguido sus objetivos. Quizá yo sea uno de esos o quizá no. Los sueños, al final son como la suerte. Para que llegue la buena suerte hay que salir a buscarla y para que se cumplan tus sueños, y puedas contar tu historia, tus sueños, deben ser más grandes que tus miedos.
Porque os contaré un secreto (del mismo modo que se lo cuento a mis pequeños). Si tienes una pesadilla (o alguna parte de la historia que no quieres contar), cierra fuerte los ojos y cuéntalo una vez... no volverá a pasar.
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