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VALENCIA. Después de unas semanas emprendiendo desde Nueva York -una startup en NYC-, empiezo a escribir estas líneas echando la vista atrás, pensando en el camino que he seguido para llegar aquí, pero sobretodo pensando en el Día Cero. Así que empezaré desde el principio. Soy Daniel, y soy 'maestro de escuela' (en el colegio El Armelar), y de repente un día tuve un sueño: mejorar y socializar la educación. Pero, ¿por qué decidí emprender o por qué deberíamos intentarlo todos al menos una vez en la vida?

De repente un día te das cuenta que las personas necesitan estar en una zona de confort y que esto hace que a su vez otras personas deseen estar en esta misma zona; un sueldo, un trabajo estable, una casa... pero el mundo cada vez gira de modo más rápido, más conectado, más competitivo y porque no, menos equitativo.

Eso me hace volver a mi clase e imaginar a 'mis niños y niñas'. 'Creatividad en estado puro' define la imagen que viene a mi cabeza unida a dos palabras: ilusión y pasión. Para mí eso es emprender y, ¿por qué no enseñarlo desde la escuela? En ocasiones nos limitamos a mostrar lo que los libros cuentan y no vemos más allá. Para ello es necesario meter en una coctelera o en una fábrica de ideas esas dos palabras que definen a los niños y vaciarlas en un vaso que no tiene fondo, pues de este modo tu vida comenzará un camino de 'emprendizaje' con momentos buenos y no tan buenos.

Pasarás de ser maestro, a ser aprendiz de todo y maestro de nada pero sobretodo, te encontrarás por el camino con gente dispuesta a salir de su zona de confort sin importarle la parte política, social o el entorno que le rodea solo por el hecho de encontrar la solución a un problema que ayude a los demás. Y será aquí entonces donde surgirá la parte negativa de todo esto.

¿Para mejorar la Educación tengo que ganar millones de euros para que la gente esté dispuesta ayudarte? Es alguna de las preguntas que te encontrarás por el camino. Nadie dijo que fuera fácil, y es por eso que decidirás seguir pensando que soñar no es de locos y que todo el trabajo, las horas de sueño, el sacrificio y el riesgo que has asumido merece la pena. Pues de repente, tu vida se convertirá en la montaña rusa que más vértigo da pero que a la vez más diversión proporciona. Es entonces cuando vuelves atrás y piensas: ¿por qué no sentir esa sensación por lo menos una vez en la vida?

Volviendo al momento actual, desde un escritorio compartido con 32 emprendedores maravillosos desde la ciudad de Nueva York piensas en todos los proyectos, startups e ilusiones que te vas encontrando por el camino y que te ayudan a crecer emocional y profesionalmente, abres los ojos y te das cuenta que la vida tiene oportunidades para quien las busca y que si de pequeños cambiáramos aprendizaje por 'emprendizaje', todos y cada uno de nosotros tendría la oportunidad de cambiar a su manera el mundo. En mi caso, la Educación, la tuya que estás leyendo, la de tus hijos, o porque no, la de todos. Compartiendo la información, socializando la Educación y poniendo nota a los colegios y centros educativos. Ese es mi sueño, eso es SchoolMars, empieza el tuyo y comienza a emprender YA.