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isabel bonig será la nueva secretaria general del ppcv

Fabra rectifica y sella la paz con los barones del PPCV tras dos años de guerra soterrada

X. AGUAR. 03/06/2014 El líder de la formación 'popular', presionado por Génova, da marcha atrás y releva a Serafín Castellano por Isabel Bonig, tras una reunión de cuatro horas con los presidentes provinciales y Rita Barberá

Rajoy saluda a Isabel Bonig, futura secretaria general del PPCV, ante la mirada de María Jose Català | EVA MÁÑEZ

VALENCIA. El líder del PPCV y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, consensuó este lunes con los barones de la formación 'popular' el relevo del actual secretario general del partido, Serafín Castellano, por la consellera de Infraestructuras y número dos del PP de Castellón, Isabel Bonig.

Una solución que llega, tras presiones de Génova, después de que su decisión adoptada en el congreso regional de 2012 haya conllevado una guerra soterrada en la formación 'popular' que se ha prolongado a lo largo de dos años. La reunión de este lunes, escenificó el reconocimiento implícito por parte del presidente de que cometió un error entonces, como ya le advirtieron algunos 'pesos pesados' del partido.

Al encuentro celebrado ayer en un céntrico restaurante de Valencia, se dieron cita los tres presidentes provinciales, Alfonso Rus (Valencia), José Císcar (Alicante) y Javier Moliner (Castellón), además de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. En esta cita, que se prolongó durante cuatro horas, los referentes del partido analizaron los resultados electorales y se pusieron de acuerdo sobre la sucesión de Castellano, que el propio Fabra había dejado entrever la pasada semana tras diversas conversaciones con Génova.

Los nombres puestos sobre la mesa fueron los esperados. Desde Alicante, Císcar apuntó al vicesecretario general del partido y alcalde de Calpe, César Sánchez, como una opción a tener en cuenta y que era bien vista por Rus. Rita Barberá, por otro lado, esgrimió el nombre de la diputada nacional y exconcejal Marta Torrado, quien tenía la ventaja de ser vocal del Comité Ejecutivo, con lo que su nombramiento no exigía ningún funambulismo estatutario. El presidente no se cerraba a este nombre aunque las provinciales preferían otro perfil. También estuvo presente en la terna el secretario general del PP de Valencia y portavoz adjunto en Les Corts, Vicente Betoret, un dirigente próximo a Rus. 

 Rus, Císcar y Moliner en el mitin del Ágora en Valencia.  FOTO: EVA MÁÑEZ

Finalmente, la opción de nombrar a Isabel Bonig, que venía refrendada por el propio presidente y respaldada por Javier Moliner, fue la que salió adelante por consenso, pese a que implicaba un desequilibrio territorial para Valencia en favor de Castellón y Alicante. Apodada la Thatcher de La Vall d'Uixó, la exalcaldesa goza de buen predicamento entre las bases y es una elección interesante para intentar recuperar voto tradicional del PP que se ha ido a la abstención o a otros partidos del espectro del centro y la derecha (UPyD, Ciudadanos y VOX).

En lo orgánico, fuentes 'populares' de Valencia y Alicante consideran que tanto Rus como Císcar creen que puede llevar a cabo un buen papel de coordinación sin las "intromisiones" del anterior secretario general. Por su parte, Moliner tendrá vacante un puesto en su Ejecutiva provincial que podría ser para el vicepresidente de la Diputación de Castellón, Miguel Barrachina

En cuanto a Fabra, esta decisión le permite -en teoría- poner en línea al partido a falta de un año de las elecciones locales y autonómicas. Curiosamente, dos de las 'agasajadas' en los últimos días, María José Catalá (nueva portavoz del Consell) e Isabel Bonig, han sonado como sus posibles sucesoras en el futuro. Fuentes 'populares' subrayan que, además de ser buenas decisiones para Gobierno y partido, también permitirán al líder compartir un hipotético mal resultado con sus posibles competidores en el ámbito interno.

Isabel Bonig junto a Lola Johnson y María José Catalá en el mitin del Ágora.    FOTO: EVA MÁÑEZ 

En la reunión, según informaron fuentes conocedoras de la misma, también se ocupó un importante espacio de tiempo en comentar el procedimiento para llevar a cabo el nombramiento. Finalmente, se acordó elevar a la Junta Directiva Regional del PPCV el compromiso alcanzado de situar a Bonig en la secretaría general del partido. A partir de que se confirme el nombramiento, fuentes 'populares' próximas a las direcciones provinciales no descartan que puedan producirse otros cambios en el organigrama 'popular' a corto o medio plazo para acomodar la estructura y los dirigentes a la nueva 'número dos' del partido, así como contentar a las direcciones provinciales.

En cuanto a otras incógnitas sin resolver, el presidente comentó a los barones su intención de situar a Serafín Castellano en la Delegación del Gobierno, una maniobra para la que necesita un respaldo de Madrid que no termina de llegar, puesto que existen reticencias por parte de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, de quien depende el nombramiento.

DOS AÑOS CON EL PPCV EN TENSIÓN

A lo largo de sus casi tres años como jefe del Consell y del PPCV, Fabra ha contado con un grupo muy reducido de colaboradores tanto en el Ejecutivo como en el partido. Uno de ellos, sin duda alguna, ha sido el todavía secretario general de la formación 'popular' y titular de Justicia, Serafín Castellano. Un dirigente hacendoso y experimentado quien, no obstante, generaba profunda desconfianza en el presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, y en la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Rus, quien trató en vano de que Fabra no adoptara la decisión de nombrarlo en el congreso de 2012, manifestó a los suyos su disconformidad y les instó a no formar parte de la Ejecutiva diseñada por el presidente, además de promover el voto en blanco en el citado cónclave regional donde se iba a conformar la nueva dirección del partido y que también incluía el nombramiento del propio Fabra. Finalmente, apenas hubo fugas de los afines a Rus -Máximo Caturla fue uno de los pocos que aceptó el ofrecimiento de integrarse en la nueva Ejecutiva- y el voto en blanco fue de casi el 20%. La nueva dirección quedó compuesta por un buen número de dirigentes afines a Serafín Castellano, además de algunas piezas de Rita Barbéra, Císcar y Moliner.

Ya al timón del partido, los movimientos estratégicos de Castellano desde la secretaría general, dirigidos frecuentemente a apuntalar su posición e incrementar su cuota de poder, empezaron a generar roces con el presidente provincial de Alicante, José Císcar, y su homólogo de Castellón, Javier Moliner. La tensión fue creciendo: en la segunda mitad de 2012 se vieron los primeras rifirrafes con el congreso de Nuevas Generaciones del PP, algo que se trasladó posteriormente a los cónclaves comarcales y locales. Aunque sin estridencias públicas, Císcar y Moliner tampoco comulgaban con la gestión y maniobras de Castellano, especialmente cuando afectaban a su territorio. En Alicante, también escocieron los movimientos de respaldo a ciertos dirigentes en su día afines a Eduardo Zaplana, con quién el presidente no ha ocultado además su buena sintonía.

Finalmente, las quejas de las direcciones provinciales llegaron a Génova. Una situación que, unida a los resultados flojos resultados electorales, han propiciado el interés desde Madrid en que Fabra buscara el relevo en la Secretaría General del PPCV, decisión que se adoptó este lunes en consenso con los barones del partido.

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