VALENCIA. El PP de la Comunitat Valenciana se marcha de fin de semana con la tensión por las nubes. Las declaraciones del líder de la formación 'popular', Alberto Fabra, anunciando "profundos cambios" en el organigrama movieron los cimientos del partido este jueves. El próximo paso del presidente, como señaló él mismo en la rueda de prensa, se dirige a consensuar con las direcciones provinciales las variaciones en la cúpula 'popular'. Los presidentes del PP de Valencia, Castellón y Alicante, opinan que el actual secretario general del PPCV, Serafín Castellano, debe ser relevado.
Ante esta posibilidad, distintos cuadros del partido ya se han lanzado a proponer posibles nombres de cara a suceder a Castellano. Un cargo sobre el que tendrá que dar su visto bueno la dirección nacional del partido, que ha decidido tomar parte en el conflicto tras los malos resultados obtenidos por el PP en las elecciones europeas. Aunque los 'populares' valencianos se han mantenido por encima de la media nacional, su caída ha sido la segunda más fuerte de España, perdiendo casi 500.000 votos. Unos resultados que dan escalofríos en Génova, donde buscan una mejora no solo de cara a las elecciones autonómicas, sino también -y esto es lo más importante para Madrid- para los comicios generales que tendrán lugar a finales del año que viene.
Todos los nombres que se mueven tienen 'pros' y 'contras', aunque de alguna manera podrían tener opciones de contar para ser elegidos.
SIETE NOMBRES CIRCULAN ENTRE LOS 'POPULARES'
Los favoritos
-César Sánchez, actual vicesecretario general del PPCV. Le correspondería por sucesión natural. Sería una apuesta por la juventud y la regeneración, en la línea de la elección de María José Catalá como portavoz del Consell. Es alcalde de Calpe y diputado autonómico. Tendría el apoyo del presidente alicantino, José Císcar, y es bien visto por Rita Barberá, Alfonso Rus, presidente provincial de Valencia, y podría ser aceptado por Fabra. Fuentes del PP dan por hecho que si no lograra ser secretario general, continuará seguro con un cargo importante.
-Isabel Bonig, secretaria general del PP de Castellón y consellera. Pretendería tratar de ganar fuerza en el partido y entre los alcaldes. Sería una apuesta para intentar recuperar voto tradicional del PP que se ha ido a la abstención o a otros partidos del espectro del centro y la derecha (UPyD, Ciudadanos y VOX). Uno de sus obstáculos es que no mantiene una relación estrecha con Rita Barberá, ni tampoco con Rus y Císcar. Fuentes 'populares' señalan que Fabra no termina de confiar en ella y duda de seguir mezclando Consell y partido. Por otro lado, Bonig es una dirigente que sí posee mucho predicamento entre las bases.
-Vicente Betoret, secretario general del PP de Valencia y diputado autonómico. Es joven, alcalde y tiene experiencia en coordinación del partido. Tendría el apoyo de Alfonso Rus, sería bien visto por Rita Barberá y posiblemente aceptado por Alicante, mientras que el presidente provincial de Castellón, Javier Moliner, lo vería con muchas reservas. Tiene ciertos apoyos en Madrid que podrían reforzarle.
-Marta Torrado, diputada nacional y miembro de la dirección del Grupo Popular. Portavoz adjunta en el Congreso de los Diputados, tiene ciertas influencias en la capital. Exconcejal de Valencia, contaría con el respaldo de Rita Barberá y podría ser aceptada por las tres direcciones provinciales por su perfil plano. Cuenta con el apoyo de otros dirigentes como Gerardo Camps, ex vicepresidente de la Generalitat con Francisco Camps. Su handicap es que apenas ha tenido trato con Fabra y su entorno y que, según coinciden diversas 'populares' consultadas, sería una responsable del partido un tanto "gris". No obstante, tal vez funcionara como una solución que no generara problemas, como lo fue en su día Antonio Clemente.
Opciones de segunda línea
-Miguel Barrachina, diputado provincial en Castellón y coordinador general del PP de Castellón. Sería una apuesta de Javier Moliner, presidente del PP de Castellón. A priori no generaría rechazo ni en las cúpulas de Alicante ni de Valencia, aunque tampoco cuenta con el respaldo de Rita Barberá ni de José Císcar. Podría ser bien visto por el entorno de Alberto Fabra y tiene a su favor que posee cierto cartel en la capital de España por su etapa como diputado nacional. Su problema es que el presidente regional ya es de Castellón, como también le sucede a Bonig, y se rompería el equilibrio territorial. En este sentido, fuentes del PP creen que lo lógico es que el secretario general sea de la provincia de Valencia.
-Belén Hoyo, diputada nacional y coordinadora general del PP de Valencia. Sería una apuesta total por la regeneración y por la juventud (tiene 30 años). Diputada nacional, es conocida en Madrid, y contaría con el apoyo de la dirección provincial de Rus, además de ser bien vista por las cúpulas de Alicante y Castellón. También podría ser aceptada por el entorno de Fabra y de Rita Barberá, al ser de Valencia ciudad. Su problema es la menor experiencia que el resto de aspirantes.
-Miguel Ortiz, actual vicesecretario general y alcalde de Altea. Tiene experiencia en el partido (fue presidente interino del PP de Alicante tras la dimisión de José Joaquín Ripoll por su imputación en Brugal). Su mayor lastre es que sólo contaría con el apoyo de Serafín Castellano e, indirectamente, Eduardo Zaplana. Aunque Fabra lo viera con buenos ojos, podría ser vetado por Rita Barberá por este motivo y también tendría el rechazo de las direcciones provinciales de Alicante y Valencia.
AGITANDO LOS ESTATUTOS
Esta circulación de nombres han hecho crecer los nervios en el seno del PPCV: en las últimas horas, los partidarios de Castellano, que buscan su continuidad o al menos, evitar un nombramiento demasiado próximo a las direcciones provinciales, vienen esgrimiendo los estatutos del partido para afirmar que el secretario general del PPCV debe ser nombrado de entre los 22 vocales del Comité Ejecutivo Regional. En esta terna, el nombre de mayor peso entre los vocales es el de la diputada Marta Torrado.
Ahora bien, según señalaron fuentes del partido, el artículo 43 de los estatutos refleja: "El secretario general del PPCV será nombrado por el Comité Ejecutivo, a propuesta del presidente, de entre los miembros elegidos para este órgano por el Congreso del Partit Popular de la Comunitat Valenciana". La interpretación de este texto ha sido cuestionada por diversos dirigentes de la formación que consideran que puede ser cualquier miembro del Comité o incluso un vocal designado por el presidente. En este sentido, las fuentes consultadas consideran que si hay consenso entre Alberto Fabra, Rita Barberá y los tres presidentes provinciales sobre los cambios a realizar, Génova daría el visto bueno y se aplicarían las variaciones acordadas, hallando la fórmula adecuada si fuera necesario.
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