VALENCIA. La llegada de Obama a la Casa Blanca ha evidenciado un cambio de actitud en los comportamientos y relaciones entre las empresas y los países de cara al futuro. Si durante el siglo XX las empresas manufactureras como General Motors, Ford o Coca-Cola capitalizaron junto a los predecesores de Obama la revolución industrial, en el siglo XXI la revolución tecnológica recae en compañías como Google, Apple o Facebook, cuyos representantes son los nuevos invitados de Barak Obama y cuyo papel no es otro que generar riqueza a su país de origen y empleo de calidad cualificado.
En este cambio de paradigma socioeconómico, de costumbres, sistemas de comunicación y necesidad de implantar contenidos digitales, el perfil del ingeniero de telecomunicación, en sus distintas especialidades, se hace evidente. El cambio tecnológico y veloz al que se enfrentan los países, en todo el mundo, requiere de un perfil técnico especializado y desconocido hasta hace poco en el mercado laboral. Márketing digital, analistas web, 'e-mobile', 'big data', administrador de sistemas o de bases de datos, desarrollador de videojuegos, responsable SEO o de seguridad en la Red, son algunos de los profesionales, inexistentes hasta hace un lustro y, en los que las grandes y pequeñas compañías tienen puesto el ojo porque se ha visto que son decisivos para el éxito y crecimiento de una empresa.
Estamos en la época del sí o sí. Las empresas no tienen otra salida que virar hacia lo digital. Subsistir es mostrar a través de los nuevos medios digitales, ya sea una simple página web, o a través de las redes sociales, todo el potencial que tienen. Es impensable actualmente adquirir una vivienda sin conexión a internet y solo pensamos en realizar compras o reservas mediante un click con nuestra tableta.
Aquella empresa que no esté abierta hacia el mundo digital, puede que tenga los años contados. Sin embargo la realidad española es tozuda y por eso hay muchos sectores que todavía resisten la revolución digital. Los que sí han dado el paso y se distancian del resto son la banca, los seguros, retail y viajes y turismo. Otras empresas han usado estos canales para conectar con emprendedores como ha hecho Repsol, Zara, ING y Meliá, todas ellas son buenos ejemplos de transformación hacia el entorno de Internet.
Lo que el cambio pone en evidencia es que en los próximos años las profesiones tecnológicas generarán más de un millón de puestos de trabajo y estarán entre las cinco primeras profesiones más demandadas en todo el mundo.
Digitalizar una empresa permite ofrecer de manera simple y rápida cualquier producto o servicio solicitado desde cualquier parte del mundo, con un coste relativamente controlado. Pero para dar ese paso hay que pensar en global, revisar continuamente las tendencias en todos los mercados, validar y gestionar lo que sucede en las redes sociales y transformar sus procesos para adaptarlos al mundo digital. Sin olvidar que la competencia puede estar en cualquier parte.
El ingeniero de telecomunicación es por tanto artífice de la revolución tecnológica. Estamos donde estamos por el trabajo hecho por muchos compañeros que forman parte de grandes cambios vanguardistas en las mejores compañías de ámbito internacional, relacionadas todos con las tecnologías de la información.
Además si las previsiones se cumplen se va a producir un punto de inflexión en el ciclo económico, no solo en Europa, también en España, que incrementará la capacidad de inversión por parte de las compañías, impulsando esta revolución. El crecimiento es imparable. Las empresas necesitan procesar toda la información y datos que circulan, analizando su significado para implementar políticas empresariales exitosas.
Las innovaciones tecnológicas están modificando la manera de hacer negocios. Las empresas no solo necesitan procesar y analizar datos masivos, darse a conocer vía redes sociales, sino también contar con herramientas para evaluar los sistemas cognitivos que imitan el cerebro humano y contar con medios eficaces de seguridad.
Pero para ganar esta oportunidad el ingeniero debe afrontar también otro cambio en su manera de actuar dentro de las organizaciones. Históricamente el ingeniero de telecomunicaciones ha sido un perfil centrado en la parte tecnológica, con unos magníficos resultados. Ahora, la evolución evidencia que hay que reforzar nuestra capacidad de liderazgo.
Actualmente las organizaciones reclaman líderes alineados con los objetivos internos. Objetivos que vienen marcados por los mercados y que en la mayor parte de las veces son cambiantes. Por lo que además de liderazgo, las empresas buscan flexibilidad en los profesionales que quieren incorporar a sus plantillas. Un ingeniero de telecomunicaciones que combine capacidades técnicas, habilidades de liderazgo y flexibilidad es lo que hoy reclaman las organizaciones empresariales.
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Pablo Lozano Rojas es
ingeniero de Telecomunicación y
miembro del COITCV
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¿No creen que en el artículo se olvidan de la profesión digital por excelencia, la Ingeniería Informática?
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