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MADRID (OTR/PRESS). ¿Sabía Esperanza Aguirre que el Gobierno no va a compartir el alza del IVA con las comunidades autónomas? Según cuenta Xavier Gil Pecharrromán en El Economista, la nueva ley de Financiación de las comunidades autónomas, de diciembre de 2009, establece que las variaciones en los tipos impositivos del IVA determinarán una revisión del Fondo de Suficiencia Global (el dinero que recibe cada autonomía) por el importe del incremento estimado, revisión que hace, de oficio, el Ministerio de Economía de oficio.

Pero siempre hay que leer la letra pequeña y esa misma ley señala que el nuevo valor obtenido producirá efectos "desde el comienzo del ejercicio siguiente", es decir desde 2011. Así que carnudos y apaleados. Y no sólo eso. Las autonomías no van a ver ni un euro de la subida del IVA -esperaban 2.575 millones de los 5.150 que espera recaudar el Gobierno- y, además, tendrán que devolver parte de las cantidades adelantadas a cuenta por el Gobierno, porque la recaudación va a ser menor de lo esperado. Devolverán si tienen, que ya veremos.

Así que cabe la posibilidad de que sólo Esperanza Aguirre, o sus técnicos, se hubiera estudiado la letra pequeña de la ley y hubiera visto que, puesto que no iban a recibir ni un euro, el mejor marketing era llamar a los ciudadanos y a los empresarios a la rebelión contra el aumento del IVA. Luego, la rebelión se ha quedado en movilización, a solicitud de Zapatero, pero Esperanza consiguió lo que quería: no habrá dinero, pero ella vuelve a las portadas y deja claro su liderazgo.

Quien no parece tener claro cuál es su Valor Añadido al frente de la patronal es Gerardo Díaz Ferrán. Tras la intervención de su aseguradora, otro palo más a la crisis de sus empresas, nadie entiende que siga al frente de la CEOE y que ésta pague el Impuesto de tener a su frente a un empresario acosado por los problemas, sin liquidez ni créditos, con juicios pendientes y con amenazas serias encima de su cabeza.

Son más que suficientes problemas -que no es capaz de resolver- como para pilotar una organización tan importante en momentos en los que debería tener todos los cañones apuntando hacia las soluciones y los acuerdos para afrontar la salida de la crisis. La salida de la crisis de la economía del país, no los propios.

No basta con que le apoye su Junta Directiva. Díaz Ferrán, sin valorar su capacidad empresarial, debería liberar de hipotecas a la CEOE y dedicarse en cuerpo y alma a tratar de reflotar sus empresas. Es malo que alguien sospeche que no lo hace porque gracias a ello, puede tener un trato de favor por parte del Gobierno o de los Bancos. La simple sospecha es mal equipaje para la CEOE.