VALENCIA. Dos semanas. Ese es el tiempo que le ha costado al Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) hacer un informe demoledor sobre el estado de la cubierta de trencadís del Palau de Les Arts de Valencia. El edificio diseñado por Santiago Calatrava se cae a trozos. La solución para evitar el lamentable espectáculo de que se caiga de golpe todo el recubrimiento cerámico exterior y provoque una desgracia también viene en el informe. Hay que arrancarlo todo. O más bien retirarlo, porque despegado de la cubierta ya está en el 60%.
Dos semanas. Es importante insistir en el tiempo que ha tardado Aidico en hacer el informe porque las primeras alertas sobre el lamentable estado del trencadís del Palau saltaron hace más de un año. Y desde entonces, la Generalitat Valenciana, propietaria del complejo de la Ciutat de les Arts i de les Ciències (Cacsa) ha estado esperando informes que tardaban una eternidad en llegar o que requerían de otros informes...
En esas estaba Máximo Buch, el conseller de Economía y del que depende orgánicamente Cacsa, cuando se le cayó un cacho del trencadís. De ahí al cierre temporal del coliseo operístico y la inmejorable imagen, una vez más, que nos dejan las ocurrencias de la era de los grandes eventos. Que como ya no hay Canal 9 solo salimos en la tele para las desgracias.
Cuando eso pasó, en la semana de Navidad, Buch debió despertar de su pachorra y decidió que ya que la Generalitat tiene una red de institutos tecnológicos a los que financia -aunque no les paga a tiempo- que podía encargarle al especializado en construcción que echase una miradita. Y los técnicos del Aidico, se marcaron un informe de 18 páginas con un anexo de otras cinco. Con fotos y todo. Y en unos días. Y con conclusiones.
Ahora Buch se ha puesto serio. Al menos eso es lo que intenta aparentar, pero ha tenido que caerse un trozo del tamaño de un ciprés para espabilarse. Convendría que este momento de lucidez fuera aprovechado por el conseller para poner orden en ese agujero de dinero en que se convirtió Cacsa el día en que se dio manga ancha para que nuestro valenciano universal soltase el lápiz y dibujase lo que le viniese en gana porque lo pagaba la Generalitat con generosos sobrecostes.
Dicen que Calatrava ha llamado "a iniciativa propia" para interesarse por los destrozos del Palau. Total ha esperado un año y pico -como Buch- para preguntar qué estaba pasando en su edificio. Permítanme que, conociendo la historia del arquitecto, me permita dudar de las intenciones del de Benimàmet. Pondría la mano en el trencadís a que gratis no hará nada, aunque la responsabilidad del garrafal fallo de construcción sea achacable a su estudio al menos en parte.
Es más. Sospecho que Calatrava estará más intersado por defender que se reponga el trencadís, algo que Aidico desaconseja de forma taxativa, que por otra cosa. Solo hay que remontarse al caso del polémico puente de Bilbao, cuando el ayuntamiento decidió hacer unas obras para hacerlo utilizable y el arquitecto los denunció por vulnerar sus derechos sobre la obra.
Buch, si quiere cambiar la dinámica histórica de madre consentidora que arrastra Cacsa con Calatrava, debería plantarse. Exigir responsabilidades tanto por el despropósito del Palau de les Arts como del mayor aún de L'Agora (inacabada, inservible, fea). Y si hay que llevar al arquitecto a los tribunales, se le lleva. No seríamos los primeros. De hecho seríamos los últimos.
Cuando se produzca la reunión entre Calatrava y los responsables de la Generalitat sabremos más sobre las intenciones de cada uno. Mientras tanto solo hay que recordar que el autor de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ha cobrado decenas de millones de euros durante estos años en una comunidad que llegó a pagarle 15 millones de euros por una maqueta. Que devuelva algo.
no se como será en el mundo (que lo se) lo que se es el desastre para esta Tierra que ha sido la sucesión de fracasos babilónicos que Calatrava ha dado (y mal) forma. Por cierto, en Babilonia, la Ópera también la parió el sr. Calatrava? Tenemos que declararlo persona non grata junto al sr. Camps.
La decisión de suspender las operas, me parece matar moscas a cañonazos. ¿O es que no hay forma de asegurar un transito a la sala con seguridad?. Dentro del edificio no hay ningún problema de seguridad. El Agora esta inacabado por falta de presupuesto, no por culpa de Calatrava. El trencadís es un elemento imprescindible en esta obra, se tendrá que colocar bien, pero no eliminarlo definitivamente. Que afición más nefasta tienen algunos periodistas a criticar todo lo cercano (envidia), ¿porque no nombra el cronista los éxitos de Calatrava? cientos de obras por todo el mundo de uno de los pocos valencianos con prestigio mundial.
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