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VALENCIA. La guerra de cifras y la disparidad de opiniones que generan los datos que miden la situación del mercado de trabajo, de forma mensual o trimestral, no consiguen influir en la negativa percepción que más de 700.000 valencianos y sus familias tienen de la situación actual. Vemos como la lista de personas desempleadas, inscritas en las oficinas de empleo disminuye sin que eso se perciba o afecte de manera positiva en lo cotidiano.
El Servicio Público de Empleo Estatal, antiguo Inem, elabora sus estadísticas de paro a partir de la lista de demandantes de empleo inscritos en sus oficinas. Obviamente no puede considerar paradas a las personas que no acuden a las mismas a buscar empleo, que son al menos el diez por cien del paro estimado, según estudios de hace varios años. Además, los requisitos que este ente exige para definir a una persona no ocupada como parada se establecieron hace más de 30 años y no coinciden con los de la EPA, lo que justifica lógicamente, la diferencia en los datos.
A esto añadimos algunas complicaciones más, como que las personas inscritas en las listas del Servef, deben pasar ciertos filtros antes de ser incluidas en la estadística de paro registrado y aproximadamente entre un veinte y un cuarenta por ciento no lo consiguen.
¿De quiénes estamos hablando? Algunos ejemplos serían, los estudiantes de enseñanza oficiales obligatorias o demandantes de primer empleo, el alumnado de formación ocupacional o personas que demandan empleo de ciertas características, los trabajadores eventuales agrarios subsidiados, los mayores de 65 años, etc. Todas estas personas paradas están en disposición de trabajar y activas en la búsqueda de empleo, pero "no cuentan" en las estadísticas del paro.
La realidad, lejos de triunfalismos, la refleja los datos que nos ofrece la afiliación de la Seguridad Social, los cuales nos siguen mostrando la destrucción de empleo, con 2.142 afiliaciones menos que el año anterior, es decir, hay menos valencianos trabajando que el año pasado.
Ante la grave situación del empleo en 2012, el Gobierno Valenciano optó en 2013 por recortar en más de la mitad su presupuesto destinado a políticas activas de empleo, agravándolo más si cabía con una inacción en el primer semestre del año, ya que bajo la excusa del retraso en la celebración de la Conferencia Sectorial de Empleo no se llevó a cabo ni una sola acción para combatir el desempleo.
Este Gobierno, experto en labores de marketing y escaparatismo, a pesar de los graves recortes, debía sacar los máximos réditos a los pocos recursos destinados al empleo para el presente año y así ha sido. La solución estaba en retrasar y aglutinar la puesta en marcha de los programas para recibir los resultados el último trimestre del año.
De hecho, si analizamos las órdenes publicadas por la Generalitat, de las políticas de empleo del presente año, todas las que tienen que ver por un lado, con la formación, que incluyen, Formación Profesional Ocupacional con compromiso de inserción, Talleres de Empleo, que es contratación pública, como las de fomento del empleo, es decir, ayudas a la contratación y el Plan Conjunto de las tres administraciones, todas ellas han sido dirigidas para estar en plena ejecución para el mes de diciembre y así poder hablar de cambios de tendencias y atribuirse los supuestos buenos datos.
Por ello, más allá de los buenos resultados a nivel cuantitativo, y que no suponen una mejora real en la situación de la economía valenciana, sino un espejismo en los datos que nos ofrecen del último trimestre del año.
Estaremos vigilantes, en primer lugar a los datos de la Encuesta de Población Activa, que recoge de forma más fiel la población parada. Y por otro lado, a la caída en los datos una vez pase el efecto maquillaje que han supuesto los 83 millones de euros, según reconoció ayer el president Fabra, destinados a salvar la gestión en materia de empleo de un gobierno finiquitado que a combatir verdaderamente el primer problema que afecta a los valencianos.
Los socialistas valencianos criticamos duramente la falta de sensibilidad de un president, en un discurso alejado de la realidad, donde presume de los fríos datos, sin tener en cuenta a las personas, que son las que verdaderamente sufren la falta de políticas de empleo en esta Comunidad, las que no perciben los cambios de tendencias de los que alardea el Sr. Fabra y que coinciden con él en una única cosa y es que lo sucedido en 2013 no es por casualidad, es debido al desgobierno que sufrimos las valencianas y los valencianos.
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* Rocío Briones es secretaria de Empleo del PSPV-PSOE
Es hora de aguzar el ingenio con nuevas ideas de negocio, sobre todo los autónomos que no tenemos derecho a paro ni subsidio.
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