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El presidente de la Generalitat salva los muebles, aunque sin brillo, logrando arrastrar a parte de la sociedad civil valenciana a su gran acuerdo vacío de consenso 

VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, mostró este jueves sus credenciales de cara a convertirse en el candidato del PPCV a las elecciones autonómicas de 2015. La presentación de un manifiesto impulsado por la cúpula del Consell con la intención de aglutinar a la sociedad civil valenciana, se transformó en un auténtico pulso por lograr apoyos con vistas puestas al futuro. El jefe del Consell y su equipo plantearon el acto, o así lo pareció, bajo el concepto: "O con nosotros, o contra nosotros" o, el más popularmente esgrimido desde las filas populares: "Los valencianos buenos y los valencianos malos".

La organización del evento se había puesto cuesta arriba con la negativa de las fuerzas sindicales de acudir al mismo, al igual que con el desacuerdo mostrado por las universidades, las reticencias de las organizaciones empresariales o el 'portazo' de la oposición en bloque. Con estos mimbres, el presidente Fabra, cuyo liderazgo sigue estando cuestionado en el PPCV, no podía permitirse un fracaso que implicara ausencias de calado en su particular documento de adhesión en defensa de la Comunitat Valenciana.

Así, los consellers recibieron órdenes directas para ponerse manos a la obra y forzar la máquina hasta el límite para conseguir la presencia en el edificio Veles e Vents de todos los colectivos de relevancia. Con esta vehemencia, el Ejecutivo consiguió hacer entrar al completo a las organizaciones empresariales, aunque rechazaron acudir los sindicatos más potentes (UGT, CCOO, CSI·F e Intersindical) y el grueso de los responsables universitarios. La oposición, indignada por el sainete de la reforma estatutaria y los vaivenes en materia de financiación, parece haber decidido que no habrá ninguna foto de acuerdo con el Consell de Fabra en lo que queda de legislatura, por lo que no se subieron al carro del líder del PPCV.

Resta algo más de año y medio para la cita electoral, pero los sondeos apuntan a la pérdida de mayoría absoluta del PPCV y Fabra necesita lanzar la carrera desde lejos para recuperar enteros. Posiblemente el acto de este jueves también le sirvió al jefe del Consell para mirar a un lado y a otro y calibrar con quién puede contar para los tiempos difíciles que se avecinan. Tal vez por ello, en el supuesto gran acuerdo con la sociedad civil valenciana no se ha buscado consenso, sino más bien alianzas y fidelidades.

Cabe recordar que el documento inicial no recabó apoyos suficientes en su día y fue aparcado. Sin embargo, ha sido recuperado bajo un manto de propuestas obvias a los que pocos podrían negarse. No obstante, ha habido colectivos que aún así han preferido no salir en esta fotografía, al considerar que no ha existido diálogo para conformar un manifiesto de mayor profundidad o, para al menos, aportar otras visiones al documento. Solo cabía, a juicio de los no asistentes, adherirse sin condiciones. Una situación que algunos no han querido contemplar.

MÁS DE 1.000 FIRMANTES TODAVÍA SIN CONFIRMAR

Fabra, durante su discurso, aludió a que el 'Acuerdo de la Sociedad Civil por la Comunitat Valenciana' cocinado desde Presidencia de la Generalitat, contaba "con más de 1.000 firmantes", algo de lo que "podemos sentirnos orgullosos", recalcó. No obstante, a la hora de redactar este artículo, todavía no se había facilitado la relación de nombres, colectivos o asociaciones que han plasmado su rúbrica sobre este documento.

REALIDADES, ESPERANZAS Y CIENCIA FICCIÓN EN UN VÍDEO

Previamente a la intervención del presidente, se proyectó un vídeo con un formato que recordaba a los que se realizaban habitualmente para actos electorales y públicos en los tiempos del presidente Francisco Camps, donde un presentador relató en castellano desde la pantalla virtudes colectivas como el esfuerzo, la ambición y el trabajo entre escenas de ciencia ficción que incluían interfaces gestuales (cuadros de mando en el aire), al estilo de la película Minority Report de Steven Spielberg. Un recorrido por la paella, las playas, y también las empresas valencianas que destilaba altas dosis de promoción y autocomplacencia. Unas imágenes que, unidas a la clásica reproducción del himno regional al final de la cita y las últimas reivindicaciones referentes a las señas de identidad valencianas, destilaron un regusto a acto clásico del PPCV de hace casi una década.

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