"Con las políticas que en estos momentos están aplicando los gobiernos de Madrid y Valencia estamos condenados a retroceder, a perder más fuerza, más oportunidades y más gente formada..."
VALENCIA. 9 de Octubre, la fiesta de un país del mediterráneo, un mar que llora cuando se mira en el espejo de la tragedia de la isla de Lampedusa. Centenares de personas murieron persiguiendo el sueño de una vida mejor, sólo querían huir de la miseria hacia un paraíso que vemos decadente. Una catástrofe que es el paradigma de la Europa que queremos cambiar. Una tragedia que nos ha avergonzado y tiene que hacer caer definitivamente la idea de la Europa fortaleza.
Por eso, ante el 9 de Octubre desde el socialismo, desde el valencianismo, quiero pensar más allá de nuestras fronteras. Es incoherente defender la igualdad y la justicia social y no hacerle frente a los desafíos éticos más amplios, a los ideales humanitarios.
Esta semana conmemoramos el 9 de octubre. Un día en el que recordamos nuestro nacimiento como pueblo pero que nos reafirma en la vigencia del autogobierno cuanto el viento de la recentralización sopla con fuerza. Y ante el 9 de octubre todos, especialmente aquellos que tenemos alguna responsabilidad pública, tenemos la obligación cívica de preguntarnos ¿hacia donde va la Comunidad Valenciana?
Porque cualquier valenciano, independientemente de su ideología, de sus valores, de su origen o de sus creencias siente y percibe que las cosas ahora y hoy no van bien para nuestra comunidad. Que las instituciones y los gobiernos no están a la altura de las circunstancias.
Si seguimos así, cada vez seremos más pobres y estaremos más lejos de los niveles de vida de los países líderes de Europa que era nuestro principal objetivo cuando, ahora hace treinta años, recuperábamos el autogobierno.
Todos sabemos que hay cada vez más gente que desconfía de las instituciones y de la política. Personas que se sienten engañadas y culpan a los políticos de preocuparnos por nuestra situación personal y de no mirar por ellos. Creo sinceramente que, en ocasiones, hemos fallado a las expectativas e ilusiones que había depositadas en nosotros.
No querría que volviera a pasar. Y quiero comprometerme a hacer todo el posible, todo el que esté en mi mano, para que los socialistas valencianos seamos, recordando los versos de Estellés, fieles a nuestro pueblo, escuchando la voz de nuestro pueblo, trabajando por nuestro pueblo y que si acertamos o nos equivocamos sea actuando siempre desde la lealtad a nuestro pueblo.
Hoy la marca Comunidad sufre la equivocada política del gobierno de la Generalitat desde hace 20 años.
La aprobación de la Constitución y la recuperación de la autonomía junto a unas políticas acertadas hicieron que la Comunitat se situara entre las más ricas, más avanzadas y más dinámicas de España.
Hoy no es así. Estamos muy lejos de aquella posición. Ahora estamos en el furgón de cola: 15 puntos por debajo de la media de renta per cápita española.
Y lo que es peor, con las políticas que en estos momentos están aplicando los gobiernos de Madrid y Valencia estamos condenados a retroceder, a perder más fuerza, más oportunidades y más gente formada.
En los últimos 20 años, la Comunitat Valenciana ha perdido el norte. Hay que rebelarse cívicamente contra esta situación. Porque no podemos permitirnos una tasa de paro del 30% y que los jóvenes abandonen la Comunitat por falta de oportunidades.
Creo, sinceramente, que tenemos que abrir un nuevo tiempo a favor del pueblo valenciano y de una Comunitat socialmente avanzada. De políticas concretas, inteligentes y razonables, y con unos ejes estratégicos sólidos y muy definidos. Un nuevo tiempo, un nuevo proyecto de prosperidad social.
Un proyecto que se concreta en tres ejes estratégicos: crear empleo y garantizar que nadie se queda atrás cambiando nuestro modelo productivo, reposicionar la Comunitat dentro de España y revitalizar la democracia.
Primero, crear trabajo y garantizar nuestro modelo de bienestar, con un nuevo modelo productivo.
Los socialistas presentaremos a los interlocutores sociales una propuesta de Estrategia para consensuar con ellos su contenido definitivo.
Necesitamos crear ocupación para poder mantener nuestro estado de bienestar. Pero no solamente para garantizar la cohesión social, también porque la educación, la sanidad y los servicios sociales son una fuente de ocupación y de crecimiento económico.
Esa es la diferencia entre superar la crisis a la asiática, con salarios bajos y sin protección social, o a la nórdica con ocupaciones cualificadas y un sistema de bienestar fuerte.
Los socialistas proponemos cambiar el modelo productivo, haciendo mejor lo que sabemos hacer bien: favorecer el desarrollo de la industria, crear empresas innovadoras, apoyar la exportación, las transformaciones y comercializaciones agrícolas y un turismo de calidad.
Y fundamental: un sistema financiero solvente y volcado con nuestro tejido productivo que acabe con el estrangulamiento financiero que sufrimos en mayor medida que otros territorios por la perdida de nuestras cajas.
En segundo lugar tenemos que reposicionar a la Comunidad Valenciana en España.
Cambiar nuestro modelo productivo y crear ocupación no serán posibles hasta que la Comunitat no tenga la visibilidad y la potencia que le corresponde en el conjunto de España. Para la Comunitat la fractura territorial no es identitaria, es económica, de igualdad y solidaridad entre españoles.
Llevamos demasiado tiempo resignándonos a no estar en los debates de España. Para algunos la Comunitat ni está ni se le espera.
Con el modelo de financiación autonómica perdemos cada año más de 1.000 millones de euros que nos corresponden.
Esta discriminación acumula ya más de 13.000 millones de euros de deuda histórica. Y esto sin contar con el déficit de inversiones del Estado que sólo este año es de casi 500 millones. Los valencianos estamos exhaustos de ofrendar nuevas glorias en España.
Para cambiar esta situación, proponemos el modelo federal, que no es otra cosa que reformar el Estado Autonómico en materia de financiación para hacerlo más justo, con mayor corresponsabilidad y con mayor colaboración entre comunidades.
Los socialistas valencianos estamos cumpliendo con nuestra parte de responsabilidad, reposicionando la Comunitat Valenciana en el conjunto de España. Lo estamos haciendo dentro del PSOE. Consiguiendo el apoyo para cambiar el modelo de financiación e impulsar infraestructuras como Corredor Mediterráneo.
Sólo aceptaremos un trato desde la igualdad y exigimos a la Generalitat que defienda nuestros intereses independientemente de quienes gobiernen en Madrid.
Por último, en tercer lugar, es urgente e indispensable revitalizar la democracia.
Democracia y corrupción son radicalmente incompatibles. Quién protege la corrupción, quien el amparo y la tolera es políticamente responsable.
Y eso está provocando dos consecuencias. La primera es la desmoralización de la sociedad que deja de confiar en sus instituciones.
La segunda consecuencia es económica. La corrupción supone un lastre para crear trabajo. Utilizando parámetros internacionales: más de 1.180 millones de euros en tres años.
Este es el coste de la mala imagen de la Comunitat provocada por la corrupción.
Transparencia, honradez y ejemplaridad. Este es nuestro compromiso como socialistas. Por eso hemos aprobado 75 medidas concretas que van desde la publicación de todas las declaraciones de renta y patrimonio, la prohibición de sobresueldos o los Pactos Empresariales por la integridad.
A partir del 9 de Octubre propiciaremos un gran acuerdo entre valencianos y valencianas. Un acuerdo para unir y no para separar. Una acuerdo que ponga los intereses de la Comunitat por encima de los partidistas. Un acuerdo responsable pero que no exima de responsabilidad a quién le corresponde. Un acuerdo válido aquí y en Madrid.
La próxima semana expondremos este planteamiento a los agentes sociales, económicos y cívicos. Los escucharemos y les ofreceremos la voz y el protagonismo para comenzar una dinámica de acuerdo con todos para resolver los dos principales problemas que tenemos los valencianos: el paro y nuestra invisibilidad en el Estado que genera injusticia y compromete la viabilidad de la Generalitat.
No podemos continuar aceptando una ciudadanía española de segunda, y esto nos afecta a todos, con independencia de nuestra ideología y con independencia de nuestra opción política.
Necesitamos a toda la sociedad civil valenciana para construir un nuevo tiempo que nos lleve a una nueva prosperidad.
Reitero que acordar no es sumar adhesiones inquebrantables.
No será fácil, pero es imprescindible y lo tenemos que hacer juntos.
Sabemos que el futuro de nuestro pueblo y de las políticas públicas que afectarán nuestras vidas está en nuestras manos y que tenemos que hacer las cosas bien para salir del pozo en que ahora nos encontramos como sociedad más fuerte, más justa y más igualitaria.
Todos tenemos la obligación de poner todas nuestras capacidades, toda nuestra voluntad al servicio de nuestro pueblo.
Y lo haremos.
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Ximo Puig. Secretario general del PSPV-PSOE y diputado nacional
Transparencia, honradez y ejemplaridad. Leo, D. Ximo, ... ¿que no han gobernando nunca?; ¿de verdad la corrupción es solo de "los otros"?; ... y la crisis, ¿ninguna responsabilidad?; ¿tampoco los socialistas repartieron financiaciones autonómicas?.... ¿En cuantos millones dice su jefe que va a mejorar la financiación de esta comunidad?, es que ya hace un mes que se hicieron la foto, el se comprometía "a estudiar" el informe del Comité de Expertos... ¿se acuerda?
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