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VALENCIA. La expectación en torno a la primera comparecencia en Les Corts de la secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales, Esther Pastor, se había disparado. La mano derecha del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ascendida el pasado mes de junio a rango de secretaria autonómica, congregó este miércoles a un importante número de periodistas en la sala de comisiones de Les Corts.

La comparecencia, al menos por lo que a la participación de Pastor se refiere, fue decepcionante. La secretaria autonómica se limitó a la lectura de las funciones atribuidas a su área y a informar de algunos datos relativos al número de actos del presidente Fabra. En ningún momento quiso debatir con los diputados de la oposición ni responder a sus preguntas, una circunstancia que soliviantó a algunos parlamentarios como Ignacio Blanco (Esquerra Unida), que llegó a abandonar la sala visiblemente indignado.

Desde su llegada al poder, uno de los objetivos de Alberto Fabra ha sido potenciar la transparencia, fortalecer su credibilidad y, con todo ello, ofrecer una imagen radicalmente distinta a la que se mostró en la última etapa del mandato de Francisco Camps. La comparecencia de Pastor, a juicio de diversas fuentes del segundo escalón del Consell consultadas por este diario, restó enteros a la credibilidad del presidente.

De hecho, se responsabiliza a la mano derecha del jefe del Consell de decisiones como la contratación de un 'coach' de liderazgo o de un cocinero como asesor de Presidencia, situaciones que han provocado no pocas informaciones "sonrojantes", según las citadas fuentes, que no han beneficiado la imagen del presidente. 

El ascenso de Esther Pastor, persona de la estrecha confianza de Fabra con el que ya coincidió en el Ayuntamiento de Castellón, causó en su día cierto revuelo en el Consell y en el PPCV por diversas razones. En la misma remodelación, el presidente se deshizo de los delegados del Gobierno valenciano, una orden que causó malestar en las estructuras provinciales. Más aún cuando se trasladaron al área de Pastor algunas responsabilidades que pertenecían a los dominios del vicepresidente del Consell, José Císcar.

Por encima de todo ello, surgieron las dudas dentro de partido y Generalitat sobre si el nombramiento se cimentaba en una capacidad real de la nueva secretaria autonómica, en el deseo de hacer una muestra simbólica de poder o, simplemente, en unas circunstancias más basadas en las relaciones personales que en las profesionales.

Sobre todas estas posibilidades navegaron este miércoles los diputados de la oposición, que trataron por todos los medios a su alcance de arrastrar a la arena a Pastor, quien se limitó a leer extractos de su exposición inicial durante casi toda la comparecencia, ignorando así las preguntas que fueron planteando los parlamentarios del PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida.

ALGUNAS REFLEXIONES SIN RESPUESTA DE LA OPOSICIÓN

-Rafael Rubio (PSPV). El diputado socialista, quien había solicitado la comparecencia de Pastor, preguntó: "¿Cuándo notó que Fabra no estaba tan fuerte y recomendó la contratación de un entrenador personal?". En esta línea, el parlamentario también quiso saber por qué eligió a una empresa que no tenía "mucha experiencia en 'coach' político y por un precio excesivo". Asimismo, tildó de "insulto" que se hubiera "contratado a un asesor cocinero cuando la Generalitat está recortando en bonos a comedores sociales y en servicios sociales".

-Mireia Mollà (Compromís). La parlamentaria inquirió a la secretaria autonómica por el número de reuniones que había mantenido Fabra con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y en cuántas se había tratado el tema de la financiación autonómica.

-Ignacio Blanco (Esquerra Unida). El portavoz adjunto de EUPV pidió a la secretaria autonómica que aclarara su labor en el ámbito de las relaciones institucionales. ¿Son relaciones con el Gobierno de España, con las diputaciones, ayuntamientos, la Universidad Católica, con McDonald's?", ironizó. Además, cuestionó la capacidad de Pastor para el cargo: "A la Presidencia de la Generalitat se va aprendido y opino que es necesario que acceda a ese cargo una persona más preparada", comentó.

Ninguna de las preguntas formuladas tuvo respuesta. "Creemos en la transparencia, y si las Corts me reclaman aquí estaré, pero para otro tipo de preguntas se pueden hacer por escrito", señaló la secretaria autonómica.

Así, Pastor ignoró, impertérrita, todas las cuestiones y solo se salió del guión para rebatir el dardo referido a su capacidad para el cargo que ocupa. "La comisión no está para valorar la formación personal: yo no entro a valorar la formación de sus diputados", espetó, ante el consiguiente revuelo de la oposición, especialmente del socialista Josep Moreno, quien replicó en voz alta: "A nosotros nos han votado en las urnas".

Un intercambio de pareceres que frenó en seco el presidente de la comisión, Rafael Maluenda (PP), para permitir que Pastor concluyera: "Pienso que sí estoy capacitada y lo importante es que así lo estiman las personas de las que ha dependido mi nombramiento". Como dice el eslogan, porque yo lo valgo.

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