Un concierto el 20 de febrero en la sala Jerusalem pondrá el foco sobre grupos como Vídeo, Comité Cisne o Presuntos Implicados
VALENCIA. Armas Blancas, Betty Troupe, Comité Cisne, Kadetes, Los Inhumanos, Mamá Ya Lo Sabe, Manía, Orfeón Brutal, Polvos De Talco Baxter, Presuntos Implicados, Seguridad Social, Video, Zarpa... Los años 80 estuvieron llenos de rock y pop en Valencia. La Comunidad Valenciana desarrolló una escena musical activa, intensa, a la altura de la de Vigo, comparable con la de Madrid, más asequible y comercial que la vasca.
Los grupos valencianos eran requeridos por las grandes firmas para sus eventos. El Corte Inglés, sin ir más lejos, para celebrar sus 15 años en Valencia organizó un gran festival en la Plaza de Toros de Valencia. Fue el nueve de mayo de 1985. Y la mayor parte de los grupos eran valencianos. "Todos actuamos en play back", recordaba este lunes José Luis Macías, veterano de la escena local, figura fundamental de formaciones como los citados Comité Cisne y otros grupos como Última Emoción o Glamour.
En plena eclosión de la modernidad en España, Valencia, la Comunidad, se subió al carro de la música rock. La variedad y disparidad de grupos era considerable. De Alicante, por ejemplo, llegó un cantante y guitarrista, Carlos Goñi, que con el tiempo sería una estrella nacional con su formación Revólver. En Castellón, Morcillo el Bellaco y los Rítmicos, liderados por el incombustible Juan Antonio Morcillo, Los Romeos y grupos insólitos como Funeraria Vergara, llenaron de rock los locales.
La cuna de la Movida valenciana fue el Nou Café Concert que con el tiempo se llamaría Un Sur, donde actuaron grupos como Parálisis Permanente o grabó su primer disco Seguridad Social en 1981, aunque el local de referencia era Barraca, que durante una década fue punta de lanza de la música rock en España. Lo que se pinchaba en la discoteca que guiaba Carlos Simó no se oía en ninguna parte. De hecho, si una canción triunfaba en radio, ya no la programaban más. Pyjamarama fue la sala de referencia en Valencia ciudad para los grupos valencianos, hasta la trágica muerte en 1986 de su gerente, Manuel Alcalá, asesinado tras un intento de robo. Chocolate organizaba conciertos a las siete de la mañana. Gasolinera fue el germen de Roxy Club.
La Movida podría estar capitalizada por Madrid pero Valencia se convirtió en puerta de entrada de grupos como Immaculate Fools, Alien Sex Friend, Flesh for Lulu... Ku Manises acogió los primeros conciertos de un grupo zaragozano llamado Héroes del Silencio. Espiral se convirtió en punto de encuentro de músicos de todo el país. "Estaba el pijerío de discotecas como Distrito 10, pero la Movida tuvo también su reflejo aquí que hoy a veces se olvida", comenta el periodista y promotor musical Miguel Ángel Pastor. "Hubo un templo, el Pacha Auditorium, que luego se llamó Arena, donde se vivía la Movida verdadera", añade.
La eclosión fue tal que en verano de 1986, unos días antes del espectacular concierto de Simple Minds en el estadio del Levante, los organizadores del mismo, encabezados por ‘Napo' Beltrán, no tuvieron dudas y decidieron contratar a un grupo valenciano, Comité Cisne, como sustituto de los teloneros The Waterboys, que habían sufrido su enésima crisis y tras la marcha de Karl Wallinger se habían separado a apenas unos días vista del concierto.
Beltrán y el periodista Miguel Ángel Pastor fueron con Jim Kerr a Duna, un chiringuito que se montaba en la playa de La Malvarrosa y que era todo un éxito. "Vi a Remi Carreres y Macías jugando al futbolín con unos amigos y me acerqué y les dije señalando a Kerr: ‘Mirad con quien estoy. ¿Os gustaría tocar con Simple Minds?'. No se me olvidará su cara. De hecho les metieron gol", ríe Pastor. Vicente Mañó llamó a Carlos Goñi, que estaba en Alicante y que tenía hasta las entradas para el concierto. Cuando oyó que iban a actuar con Simple Minds creyó que era una broma.
Pero no era una broma. Con temas himno como 'Dulces horas', ‘Ana Frank' o 'Licor', Comité Cisne, con Goñi, Macías, Carreres y Lino Oviaño, ejemplifica como pocos la calidad musical de aquellos grupos que fueron obviados a nivel nacional y cuyo final se aceleró por la aparición de un fenómeno social que marcaría la vida nocturna valenciana: la llamada ruta destroy, popularmente rebautizada como ruta del bakalao. Comité Cisne actuó el 30 de abril de 1987 en Barraca presentando el que quizás sea su mejor disco, el EP El final del mar. Apenas años después su música ya no sonaba en esa misma discoteca.
"Hay que tener en cuenta que la ruta pertenece a finalísimos de los ochenta, principios de los noventa. Cuando aparece la música rave y la música hecha ex profeso para discotecas", explica Macías, "el pop se fue fuera de las discotecas. La ruta está basado en eso, en el cambio de tendencia, en el que influyó también el cambio de las drogas [con la aparición de la cocaína y las anfetaminas, que sustituyeron a la mescalina]. Hay dos corrientes claras y una jubila a la otra", resume mirando atrás sin ira. "La ruta lo que acabó fue llamando la atención más de lo necesario y provocando incluso accidentes mortales", explica Pastor.
Anulados por la repercusión y popularidad de la ruta, muchos de aquellos grupos y músicos se reconvirtieron en otras direcciones musicales (caso de Goñi con Revólver o Alfonso Aguado, que venía de Última Emoción y montó Los Inhumanos, y sobre todo Julio Nexus, que creó Megabeat con Fran Lenaers y Gani Manero). Algunos triunfaron holgadamente, como fue el caso de Presuntos Implicados o Seguridad Social. La mayoría, desaparecieron. Son la generación perdida del pop-rock valenciano. "Todo fue eclipsado por la mala fama que nos dio la ruta a nivel nacional", dice Pastor.
La desaparición de la Movida y los grupos musicales no fue un fenómeno exclusivo de Valencia, sino que simplemente ocurrió antes. "Hubo grupos de la Movida Madrileña que en los noventa aún siguieron, como Nacha Pop o Alaska y Dinarama, pero en general, al final de aquella década todo llegó a su fin", recuerda José Manuel Molés de Vídeo.
Pasaron de ser la promesa a un segundo plano. Pero fue tan rápido en Valencia, tan instantáneo, que no hubo ni siquiera sensación de ese cambio. "En mi caso seguía tocando con grupos, seguía componiendo, estuve dos años con Los Inhumanos y, como siempre he estado liado, no llegué a tener sensación de haber sido barrido", explica Molés.
De un tiempo a esta parte la reivindicación de estos grupos se ha sucedido. El invencible poder de la nostalgia les ha ayudado. Así se ha podido vivir el 'revival' de grupos como los citados Vídeo, o formaciones seminales como Última Emoción, con la reunión de Macías, Aguado, Nexus y Oviaño. Documentales, conciertos...
Sin embargo el mes que viene esa puesta en valor tendrá un sentido especial. La cita es el 20 de febrero. El emplazamiento, la sala Jerusalem. Y, advierte Macías, la idea es repetirlo más veces. El que fuera teclista de Comité Cisne se ha unido a Sergio Aguado (Orfeón Brutal, Los Inhumanos), Roberto Herráiz y Vicente Ribas para preparar un concierto el que contarán con la participación de algunos de los nombres propios de aquella época. Se cantarán canciones de aquellos años. Y se intentará que sea lo más próximo a aquellas sensaciones.
Así, Herráiz explica que entre los músicos que están previstos se hallan dos de los componentes de Presuntos Implicados, Juan Luis Jiménez y Nacho Mañó. No irán con su nueva cantante, Lydia. De Vídeo estarán Molés y Vicente Chust, y se cantarán canciones como ‘La noche no es para mí' o ‘Víctimas del desamor'. Piden su tiempo y su lugar.
El grueso de la banda lo compondrán Macías, acompañado de otro veterano de la escena de aquellos años, Copi, y José Luis Moyano. "Habrá muchos cantantes", anuncia Macías, "y Sergio [Aguado] cantará algún tema de Orfeón Brutal", agrega. Entre los guiños al pasado, Herráiz comenta que contarán con una caja de ritmos de la época. El viaje se hará con todas las alforjas.
A diferencia de los conciertos organizados en 2008 y 2009, y que contaron con el beneplácito de la SGAE, éste de la sala Jerusalem, dice Macías, tiene otro enfoque. "No es ni una verbena ni un concierto de culto", explica. "La idea es que sea una cosa que la puedas hacer dentro de un año o que incluso tenga una salida comercial. Lo más difícil está hecho: tener un buen espectáculo. Ahora debemos conseguir que sea especial", concluye.
Un saludo a todos los que como yo vivimos esos maravillosos años.
Fernando Poo, fue una gran banda que en el año 1986 con La Chica de la playa lo gano todo. El concierto de Jerusalén me parece una iniciativa muy acertada. Q vuelva la movida.
No mencionais el pub Brillante, alli se juntaba mucha de esta gente Tampoco hablais de los Bongos Atomicos 😉
Me has hecho ser (aún más) consciente del gran saco de años que tengo a mis espaldas :D.
Me sorprende gratamente que mencionéis a Funeraria Vergara, un grupo tremendamente original ahora recuperado gracias a Doméstica Records.
Oh tete, acabo de revivir toda una época. Que maravilla y que bien lo has contado
Pues si, ya está bien de que los encasillen siempre en la Movida madrileña. Tuvimos nuestra propia Movida con cantidad de grupos de aquí. Este concierto promete...
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