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un proyecto amputado

Por qué la ampliación del San Pío V será la gran chapuza del Ministerio

C. AIMEUR. 13/11/2014 El presupuesto de la obra se ha reducido de los 21 millones iniciales hasta los 8,36 por los que fue adjudicada; se perderá una gran sala de didáctica, la entrada subterránea de Viveros, el gran almacén exento...

VALENCIA. El culpable, señalan, es el Ministerio de Cultura. Los dedos apuntan a Madrid. Al departamento que dirige José Ignacio Wert. Las constantes reducciones del presupuesto de la ampliación del San Pío V son las que pueden malbaratar el proyecto, las que lo están lastrando. La V fase, que tendría que haber puesto fin a más de 20 años de reclamaciones, se saldará con "un parche". Y gracias.

Esa es al menos la impresión que tienen los técnicos de la Conselleria de Cultura y los funcionarios del museo. Pero en la avenida de Campanar, ni la consellera de Cultura, María José Català, ni su equipo, quieren escuchar. La buena relación entre la consellera y el ministro imposibilita cualquier crítica, cualquier protesta. Y los problemas se siguen acumulando pero, oficialmente, se siguen negando porque desde el Ministerio así lo quieren.

Tampoco la directora, Paz Olmos, parece darse por aludida. Con todo, las denuncias y críticas continúan. La última la realizó esta semana el diputado autonómico Juan Soto, quien anunció este miércoles, en una información recogida por Levante EMV, que iba a solicitar que se retirasen las más de 2.000 pinturas que se han depositado en los nuevos almacenes. El motivo, la aparición de charcos en la cámara de aislamiento del sótano.

La malaventura es que el proyecto inicial de la V fase, el que llegó aprobar el Ministerio en tiempos de Rodríguez Zapatero, contaba con un almacén exento, un edificio de nueva planta hecho para ese cometido que jamás habría tenido ese problema. En lugar de ello, el Ministerio, ya con Mariano Rajoy al frente del Gobierno, decidió rebajar la asignación presupuestaria. Se justificó entonces con que era un presupuesto más "realista".

Proyecto de ampliación de 2011. El almacén exento, en rojo en la primera figura por la izquierda.

Se pasó de los 18,7 millones inicialmente previstos y consignados, a los 13 por los que salió el concurso. Era casi la mitad del presupuesto ideal, el que se planteó en su momento en Madrid, que rondaba los 21 millones de euros, una cifra que jamás se aprobó. No sólo eso, la obra finalmente se adjudicó por 8,361 millones de euros a la contratista Vías y Construcciones SA, nueve millones incluyendo los estudios y proyectos. Es decir, pasó a costar casi tres veces menos.

Con ese dinero el Ministerio quiere que se haga una obra que supondrá construir 7.620,47 metros cuadrados. La media sale a 1.097 euros por metro cuadrado. La ampliación del Prado costó 152 millones de euros y supuso ganar 15.715 metros cuadrados. El coste del metro cuadrado ascendió a 9.672 euros. La rebaja del presupuesto de la ampliación del San Pío V es tal, que los técnicos del museo ya han advertido que no solucionará ninguno de los acuciantes problemas que afectan al centro. "Han aparecido problemas y aparecerán más; lo que pretenden es imposible", explicaba este miércoles un funcionario de la Conselleria. 

De las cinco zonas de actuación iniciales se respetaron sólo dos. Las otras tres, se suprimieron. Con las rebajas ministeriales una de las primeras propuestas que se retiró fue precisamente el almacén exento, zona 1 en el proyecto de 2011, y se apostó por mantener sólo la habilitación de un sótano que inauguró el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la zona 2. La Conselleria de Cultura, con Català al frente, aplaudió. De hecho la consellera estaba exultante ese día.

Se suprimió también el acceso subterráneo para grupos por los Jardines de Viveros, lo que se denominaba zona 3, que incluía un emplazamiento de comunicación vertical. Era una de las grandes apuestas. Entre las propuestas ‘sacrificadas' dentro de esta zona se hallaba el acondicionamiento del pabellón Benlliure, que se iba a transformar en restaurante, y la gran sala de didáctica concebida para no molestar al discurso museístico y facilitar la presencia de grandes grupos. Todo fuera. Por el aire. Por orden del Ministerio.

Figuración del acceso subterráneo para grupos que no se hará.

Igualmente se retiró la sala de Arqueología. En este espacio se iba a exponer un rosetón de la Catedral de Valencia del siglo XIV que pertenecía a la puerta de los apóstoles de la seo. El Arzobispado de Valencia se ha llevado dicho rosetón para exponerlo en la Catedral, según confirmó este miércoles el responsable de Patrimonio del Arzobispado, Jaime Sancho. "Lo tenemos almacenado en Valencia y lo expondremos en el nuevo museo que se terminará en un año", aseguraba. El rosetón se pasó años en un solar del museo, a la intemperie, esperando la ampliación que nunca llegaba. Las obras del nuevo museo de la Catedral acaban de comenzar. Acabarán antes que las del San Pío V, cuyo final está previsto para julio de 2016.

La zona 5, que incluía el acondicionamiento del entorno, se ha salvado en parte gracias a la intercesión del Ayuntamiento de Valencia, que se ha comprometido a ello. Así al menos lo anunció la Propuesta de 2013.alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en el peculiar acto organizado por el 175 aniversario del Museo. Del proyecto de 2011 el Ministerio sólo ha respetado el sótano problemático, la biblioteca común de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y del museo, y toda la obra referida al edificio claustral, la zona 4. Es poco, pero al menos contribuirá a darle algo de fuste a una ampliación a la que Madrid había ido negándole, año a años, dinero, con la complacencia de la Conselleria.

Durante la inauguración del sótano problemático, el enviado del Ministerio, el arquitecto Joaquín Bau, perteneciente a la subdirección general de Obras que a su vez está adscrita a la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio, advirtió al consejero delegado de la adjudicataria Vias, Gonzalo Gómez-Zamalloa: "Haremos que cumplan el presupuesto". Es lo único que parece importar en Madrid.

Bau, que hizo las veces de representante del departamento de José Ignacio Wert, es el encargado de coordinar los trabajos de ampliación y fue quien negó las grietas que aparecieron tras el derribo de la sala Laporta, y las llamó "fisuras por asientos diferenciales" producidos por el paso del tiempo. Igualmente se negaron los problemas de ubicar un almacén de obras en el sótano. Bau lo niega todo. Pero la realidad es contumaz. Cada vez que llueve profusamente, el agua aparece en el sótano. Son charcos pequeños pero evidencian que no fue una buena elección. El proyecto de 2011 que presentó el arquitecto y académico Álvaro Gómez-Ferrer era el bueno, con el almacén de pinturas exento. Este invento de 2013, pergeñado en el Ministerio, es un constante quebradero de cabeza.

La Generalitat no ha puesto ni tiene previsto invertir un solo euro en las obras del museo. La filosofía es que se trata de un centro de titularidad estatal. Obvian que la gestión es autonómica. Obvian que el Museo de Bellas Artes está en Valencia, en la Comunidad Valenciana. Ni siquiera se plantea una petición de ampliación del presupuesto. Se hizo en otros casos, como el ya citado Museo del Prado, o en la ampliación del Reina Sofía. La diferencia es que ambos museos están en Madrid. Los museos de provincias no suelen ser apoyados por el Ministerio. La ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla, por ejemplo, lleva ya una década paralizada. No se le ha consignado ni un sólo euro para 2015.

Y mientras en Valencia siguen adelante unos trabajos que finalmente serán sólo una "chapuza" más de Wert, en la explícita descripción de un técnico de la Conselleria. La obra que debería haber servido para convertir a la pinacoteca valenciana en uno de los grandes museos españoles, apenas ayudará a paliar el estado ruinoso en el que se encontraba sumida, y que se tradujo en la caída de parte de la fachada. Al menos el San Pío V dejará de ser un peligro para los viandantes.

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6 comentarios

sotobos escribió
15/11/2014 22:02

Per ofrenaaar noves glories a Espanyaaa

alejandro pons romaní escribió
14/11/2014 13:30

Efectivament amb la retallada Va Fase s'ha perdut una bona ocasió de dignificar el Museu; ja es sabut que a tots alcança quan el mal ve d'Almansa (i pitjor si pel mig està Wert) però ara cal mirar endavant: el futur del Museu passa per l'ampliació al Convent de la Trinitat tal com va demanar el Consell Valencia de Cultura en 2007

Vicent escribió
14/11/2014 08:48

Com sempre, la cultura per a aquesta gentola del PP és l'última m... fem-los fora a les urnes!!!...

Carlos escribió
14/11/2014 08:29

Pero cuántas negligencias juntas, de verdad, no entiendo como ningún partido político, por ejemplo Compromís, no ha denunciado en bloque a toda esta gentuza por delitos contra el patrimonio, dejación de funciones, incumplimiento de programa electoral, mala gestión, etc etc etc... Aquí la cultura se confunde con pseudofolklore y fanfarria.

merxe navarro escribió
14/11/2014 07:42

Y sin embargo, en las pasadas jornadas de la semana de la arquitectura donde el propio Álvaro Gómez-Ferrer explicó el proyecto y la evolución del mismo además de una visita guiada por la ampliación sólo éramos 3 personas las asistentes.

Maria Jose escribió
13/11/2014 11:45

Muy bien, tete. Magnífico artículo, como siempre

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