VALENCIA. "No hija, no". La coletilla era el final siempre de sus monólogos, largos parlamentos sin sentido con los que Antonio Ozores (1928 -2010) lograba un gran efecto cómico entre la audiencia. Fue tan famoso por esta coda que la productora y directora valenciana Eva Vizcarra pensó en titular así su documental sobre él.
Al final, dice mientras pasea por la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, le pudo el deseo de reivindicar al actor, a Antonio Ozores. "Siempre fue un secundario; además era el más pequeño y sus hermanos, José Luis y Mariano, el director, siempre estaban por delante de él", comenta. De ahí que el trabajo que está ahora filmando se vaya a llamar Ser o no ser Antonio Ozores. Necesitaba que su nombre estuviera en el título.
Este martes es el turno de Antonio Valero. Vizcarra le entrevistará como antes hizo con José Sacristán y como espera poder hacer con Concha Velasco. Y la entrevista se rodará en el Burjassot natal del cómico, mitad madrileño, mitad valenciano. De hecho, su infancia transcurrió en buena medida en esta localidad, donde él y sus hermanos tuvieron como compañero de andanzas a un joven que con el tiempo sería poeta y periodista, Vicent Andrés Estellés, según recordaba hace unos años el periodista valenciano Francisco Pérez Puche.
Su madre, Luis Puchol, valenciana, era hija del músico Antonio Puchol, y tuvo su momento de gloria, tres años de gira en Estados Unidos, hace ahora un siglo, durante la I Guerra Mundial. Su padre, Mariano, era actor. Si bien los dos primeros hermanos, José Luis y Mariano, nacieron en Madrid en los años 1923 y 1926, respectivamente, Antonio nació en Burjassot, donde el abuelo había mandado un construir una casa para la hija. 27 años después nacería Antonio Valero, vecino del mismo pueblo, tocayo, que será quien le evoque.
"Queremos reivindicar a esos secundarios que ellos solos te salvaban una película", explica Vizcarra; "gente que te podía hacer ocho películas en un año, que igual te hacían de romanos que de piratas, esa clase de actores que es toda una generación y que no hemos sabido valorar", agrega.
El rodaje corre a cargo de Irma Producciones, empresa que ha conseguido una subvención del Ministerio de Cultura para filmar este mediometraje. La producción quedó en séptimo lugar en las puntuaciones de la comisión de ayudas del Instituto de las Ciencias Cinematográficas, de entre cerca de doscientos candidatos en su categoría.
Parte del documental lo compondrán las tradicionales entrevistas por donde pasarán, como es lógico, familiares como Emma Ozores, hija del cómico. Ella por ejemplo es la que explica cómo surgieron esos monólogos surrealistas que tan famoso le hicieron. Según le relató a Eva Vizcarra, fue un ardid, una argucia de Antonio Ozores "porque tenía mala memoria y se le olvidaban los diálogos".
Asimismo, en la producción participará el dibujante y guionista valenciano Paco Roca, ganador de un Goya por Arrugas, a quien se le ha encargado unas animaciones, en un juego que pretende evocar la faceta menos conocida del cómico: la de dibujante.
Escritor de sainetes, director de cine con Los caraduros (1983) en la que parodiaba la expropiación de RUMASA, Antonio Ozores fue sobre todo un actor de raza, miembro de una dinastía que aún hoy sigue viva en su hija y su sobrina Adriana Ozores, una familia para la que el escenario y los estudios son su hábitat. El propio Antonio se inició en la modesta compañía de sus padres y debutó en el cine en 1950, de la mano de uno de los grandes cineastas de la historia del cine español, Edgar Neville, en la película El último caballo.
Eterno secundario, durante dos décadas se destacó por crear un personaje propio y reconocible. Tal y como se le describía en el diccionario del cine español coordinado por José Luis Borau, se trataba de "un tipo cómico caracterizado por la actitud displicente e indeterminada ante los acontecimientos de quien padece una radical falta de compromiso con su propia realidad".
En su filmografía se pueden encontrar desde películas con Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem como Esa pareja feliz (1951) a producciones como Historias de la televisión (1965), de José Luis Sáenz de Heredia, así como toda la filmografía de su hermano Mariano, donde se convirtió en un actor fijo.
Fue entre los años setenta y ochenta, con la llegada del destape y de las comedias de Andrés Pajares y Fernando Esteso, que Antonio Ozores alcanzó una mayor popularidad. Bajo la batuta de Mariano, participó en toda clase de subproductos que, al igual que películas como la franquicia Torrente hacen hoy día, permitieron que la entonces incipiente industria audiovisual alcanzara un cierto grado de profesionalización.
Entre las producciones en las que tomó parte durante esa época se puede citar ¡Qué vienen los socialistas! (1982), con final plagiado de Bienvenido, Míster Marshall (1953), o algunas de las películas que hizo con el dúo Pajares-Esteso, grandes éxitos de taquilla como Los bingueros (1979), Yo hice a Roque III (1980) que parodiaba la franquicia americana Rocky y La Lola nos lleva al puerto (1984), que fue la última película de la pareja cómica. Todos ellas estaban dirigidas por Mariano.
El paso de los años y la práctica casi artesanal, a lo largo de su carrera intervino en más de 150 películas y decenas de obras de teatro, hizo que se amanerara y al final se convirtió en casi una parodia. Pero funcionaba, y cómo. Hasta el punto que el realizador televisivo Chicho Ibáñez Serrador le convirtió en un habitual de su concurso Un, dos, tres.
La producción que ha emprendido Vizcarra es su segundo documental tras Olga Galicia Poliakoff-La Mujer que nació en Bata, en el que reconstruía también una vida, en este caso la de la bailarina y musa del underground valenciano de los años setenta y ochenta.
Ahora Vizcarra quiere también mirar sobre el pasado de un actor, "humilde, trabajador, buena gente", miembro por derecho del selecto club de los cómicos de la vieja escuela, a los que conforme pasan los años se va reconociendo cada vez más su talento, al margen de filias y fobias. "Es una generación de actores que no los hemos valorado como se merecen", insiste, "y son parte de la historia del cine español". Un olvido que ella ahora quiere subsanar, aunque sea sólo en parte.
Antonio Ozores es inolvidable,de aquellos actores comicos que no se olvidan porque nos hicieron reir durante generaciones de españoles igual que Jose Luis Lopez Vazquez y Gracita Morales un saludo a todos y Feliz Navidad Elias
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