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VALENCIA. En la tarde del pasado 14 de mayo el consejo de administración de Espai Rambleta le comunicó a Guillermo Arazo, responsable de comunicación de la empresa, que prescindía de sus servicios. Aunque la decisión se transmitió como "dolorosa" a los medios, fue el también periodista el que la hizo pública a través de las redes sociales, tanto a través de sus propias cuentas como por las de la Rambleta. Arazo no ocultó durante las siguientes horas su sorpresa y decepción.

La decisión fue unilateral por parte de la empresa y "pilló por sorpresa a casi todos los trabajadores del centro", según el testimonio de varios de ellos. El relato durante los primeros días vinculaba la salida del también coordinador de programación con un giro en la oferta de la Rambleta hacia una vertiente más comercial, capaz de generar una mayor cantidad de ingresos o al menos hacerlo a corto plazo.

Exactamente un mes después, aunque comunicada algún día más tarde, Gemma Sastre, la directora del Espai Rambleta, presentaba su dimisión. La salida de la que durante los 15 años anteriores había sido directora de comunicación de Lladró estaba tomada, según fuentes próximas a la profesional, "antes de que Arazo fuese despedido. Aunque, igualmente, ha influido y precipitado su decisión".

La propia Sastre declaraba a Las Provincias que su marcha estaba vinculada "a los recientes acontecimientos, como el inexplicable e injustificado despido de responsable de programación y comunicación de La Rambleta, que considero ponen en cuestión la confianza del consejo de administración de mi gestión".

LA CUESTIÓN SOBRE LA PROGRAMACIÓN

Los gestores de la empresa, consultados por ValenciaPlaza.com durante los últimas semanas, se han mostrado "molestos" al considerar el trabajo de Sastre y Arazo como "una parte del equipo de programación, de la cual eran los máximos pero no los únicos responsables".

"La Rambleta estaba lejos de funcionar bien económicamente y hacía falta un cambio en este sentido en un momento especialmente complicado para las industrias culturales", aseguran fuentes de esta corporación privada que recibe 2,7 millones de euros de concierto público por parte del Ayuntamiento de Valencia [algo más de 700.000 destinados a la amortización de la obra y, prácticamente el resto, para saldar créditos y vencimientos) aludiendo a los problemas económicos del centro para justificar la decisión del despido de Arazo. 

Desde septiembre de 2013, Arazo actuaba también como programador puro. De su mano llegaron montajes escénicos como 'Un trozo invisible de este mundo' de Juan Diego Botto, que ha sido la gran ganadora de los premios Max, ‘Maridos y Mujeres' de Alex Rigola, ‘Cube' de KULBIK, ‘La rendición' de Sigfrid Monleón, espectáculos de danza de Dani Panullo o Cienfuegos Danza, festivales como Rambleta Docs, la iniciativa Terrasa Pop, o exposiciones como ‘A real story. Nueva fotografía española de moda', además de algunas otras propuestas gestionadas con el resto del equipo de la Rambleta.

Su responsabilidad, bajo la dirección de Gemma Sastre, estuvo durante estos últimos meses especialmente vinculada a las artes escénicas. Hay acuerdos de programación de ‘su cosecha' hasta diciembre. Asimismo el contenedor cultural del Bulevar Sur acogía propuestas a riesgo privado de alquiler y taquilla como Surforama, Deleste Festival, Ignite VLC, OutRambleta, el Día de Radio 3, Primavera Sound Tour, Sens Rambleta o el ya extinto Mima, por citar algunas de las que más publico han congregado.

Igualmente la promotora valenciana Tranquilo Música ha ocupado regularmente muchos de los espacios de conciertos musicales, así como otras iniciativas menos presentes como Munube. Por último se ha acudido a la tradicional fórmula de conciertos por alquiler y promoción privada de forma puntual; entre los que destacan durante la época de Arazo se pueden reseñar los de Lloyd Cole o Dorian Wood.

El edificio es cada vez más conocido por ser una alternativa de calidad a la programación cultural para la ciudad de Valencia. El centro había dado un salto cualitativo en lo referente a escénicas gracias a la programación directa de Arazo.

En paralelo, además de las citadas iniciativas a riesgo de promotores privados, las salas polivalentes hacen que, por ejemplo, la empresa Firestone haya mantenido una serie de presentaciones para prensa internacional y profesionales en su sexto piso (la cambra) durante la pasada semana.

Entre los ingresos del centro se cuentan también los que proceden de la llegada esta mismo temporada de la Escuela del Actor (una empresa privada) o el restaurante SUMA de la Sucursal, así como diferentes patrocinios entre los que destacaba el de la cerveza zaragozana Ambar. 

Además de estos ingresos directos y ajenos a la agenda cultural del centro, la empresa gestora (Bulevar del Arte y la Cultura S.A., presidida por José María Reyna Domenech y de la que son consejeros delegados Juan Luis Dominguez Sidera, José Guillermo Soria Roca, Raúl Arce Alonso y José Adolfo Vedri Castellano Bellot) considera "una pata importante" de su cuenta de resultados la llegada de monólogos patrocinados (Berto Romero para Vodafone), showcases (como el de Dani Martín presentando su disco) o preestrenos de cine. Un aspecto dentro de la coordinación y gestión de espacios que pasa en cierta medida desapercibido para la ciudad, pero que tampoco consiguen hacer rentable el proyecto.

LOS SOCIOS DE LA RAMBLETA HICIERON UNA RECIENTE AMPLIACIÓN DE CAPITAL

"Los socios han tenido que aportar más dinero para poder seguir adelante con La Rambleta", ha declarado un portavoz de la citada empresa a ValenciaPlaza.com. Los inversores siguen creyendo en el proyecto pero insisten en la necesidad de un cambio. "Se va a continuar trabajando con los mismos preceptos de programación, dándole continuidad a una programación que acoja a las vanguardias culturales", señalan las fuentes consultadas. Y como ejemplo se cita la llegada de "gente nueva del nivel de Quique Medina", del que destacan que "precisamente lleva una década programando conciertos independientes en la ciudad de Valencia, en salas pequeñas y medianas y bregado en el contexto actual".

No obstante, este portavoz alude a "la necesidad de hacer de la Rambleta una empresa sostenible. A partir de este momento se pretende trabajar con rigor y profesionalidad". Los gestores de la misma siguen marcándose una serie de ingresos de recuperación de la obra que se hizo con su aportación ("fuimos nosotros los que lo construimos") y destacan que que no quieren que "este gran esfuerzo" se convierta "en un edificio más, vacío de contenido", según otro miembro del consejo de administración.

MOMENTO DE TRANSICIÓN

Por su parte, tanto Arazo como Sastre no han querido añadir más declaraciones. Ambos se remiten a sus comunicados en el momento de su salida, en la que ambos mostraron una total discrepancia con los objetivos y la forma de trabajo en la Rambleta así como su apoyo al equipo que continúa en el día a día del edificio. En cualquier caso, fuentes próximas a ambos han asegurado que "se sienten muy orgullosos de haber posicionado la Rambleta en un tiempo récord". Algo para lo cual "la apuesta por producciones independientes", según estas mismas fuentes, ha sumado a públicos desasistidos de la ciudad en materia cultural y de entretenimiento.

La empresa, por su parte, parece empeñada en demostrar durante los próximos meses "que la línea de trabajo y de programación no va a variar, sino a mantenerse, pero a la vez a preocuparse por hacer el proyecto sostenible". Algo para lo cual, insisten, era imprescindible un cambio de rumbo en la dirección, la comunicación y la coordinación de la programación. De ahí que se haya anunciado que en breve se dará a conocer un nuevo organigrama de responsabilidades.

Así, reconocen las particularidades y conflictos del actual contexto: "La necesidad por parte de la empresa de acudir al riesgo de taquilla (modelo con el que ya se trabajaba en el periodo de Arazo como coordinador de la programación), el IVA cultural al 21%, la tesitura actual del público potencial y el retraso en los pagos", que convierte la próxima temporada en un reto para la Rambleta.

Pese a ello, Espai Rambleta no espera que se produzcan más salidas de su "magnífico equipo", dicen. Con todo no se descarta que puede haber alguna incorporación relevante, especialmente si finalmente sale adelante la idea de que el contenedor cultural funcione con diferentes responsables de área más que con un único director. "En realidad, esa forma de funcionar tampoco distaría tanto del modo en el que se ha operado durante la última temporada, con bastante independencia en los departamentos para lo bueno y para lo malo", añade uno de los miembros del equipo de trabajo de la Ramblea.

En lo referente a la programación y en paralelo a estos vaivenes, sin que haya sido confirmado por la empresa, parece que podría haber un acuerdo con una productora madrileña para vincular el paso de ciertos espectáculos por ambas ciudades. Un miembro del equipo de trabajo de la Rambleta destaca: "Es posible que exista un acuerdo, pero en cualquier caso sería una fórmula habitual siempre y cuando no suponga una exclusividad sobre el centro".