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VALENCIA. La política de escaparate que tan ávidamente cultivaron tanto Eduardo Zaplana como su sucesor Francisco Camps, uno con grandes proyectos temáticos y otro con grandes eventos mediáticos, es demasiado atractiva para abandonarla así como así. Eso parece pensar el actual jefe del Consell, Alberto Fabra, a quien las penurias económicas de la Generalitat prácticamente han obligado a dejar de lado cualquier aventura en este sentido... de no ser por algunas tentaciones que se materializaron la semana pasada en el ya polémico partido de la selección española de baloncesto en Castellón.
En diciembre de 2011, cuando hacia medio año que Fabra había tomado posesión de su cargo, el Consell, en el que aún rondaban los restos del campismo, ya había dado señales de que iba a inciar la demolición de todo el entramado de sociedades e infraestructuras que había resultado un fiasco para las cuentas públicas. Se cerraba la venta de Terra Mítica, se ponía el cartel de se vende a Ciudad de la Luz, se anunciaba la voluntad de renegociar a la baja el GP de Fórmula 1, se aseguraba que acabarían las subvenciones a eventos como el concurso de hípica o el Open 500 de Tenis...
Sin embargo, mientras se daba por cerrada esa época de gastos mediáticos, Fabra no dudó en recibir en el Palau de la Generalitat a un supuesto inversor que, aseguraba, quería hacer un parque temático anejo al circuito de Cheste bajo la marca Ferrari. Pese a que la propuesta no tenía ni un céntimo en firme -y como se demostró al final, el inversor quería que la Generalitat pusiera el dinero- el Consell escuchó y dio credibilidad a la idea de un conocido playboy de gran fortuna.
El Consell aseguró entonces que estaba dispuesto a escuchar estas propuestas de inversión siempre que no le costasen un céntimo a la Generalitat. Por eso, aseguró, no cuajó la propuesta. Pero lo cierto es que Fabra atendió a un proyecto que se asemejaba más a aquella política inicialmente rechazada de sus predecesores que a la nueva época que pretendía inaugurar.
EL CONTRATO DE LA F1, UN MISTERIO DENTRO DE OTRO MISTERIO
Pero si algo ha caracterizado el vaivén de Alberto Fabra con los grandes eventos ha sido el contrato con Bernie Ecclestone. El Consell quiso renegociar a la baja el canon y llegó a asegurar que tenía un principio de acuerdo con la Generalitat de Catalunya y con la organización de la F1 para que el GP de Europa se celebrase de forma alterna con Montmeló.
La cuestión es que la Generalitat no podía, ni moralmente debía, gastar tres decenas de millones de euros en el canon anual mientras su déficit le ha abocado a manos del Estado y las facturas impagadas se acumulan sobre su mesa, para malestar de proveedores y colectivos sociales afectados. Sin embargo, Fabra no renunció en ningún momento a mantener aunque fuera año sí año no el gran premio de automovilismo.
Hace poco más de un año, el propio presidente enredó su discurso, que hasta entonces aparentaba firme en su propósito de dejar de gastar dinero en este tipo de eventos, y reconoció que la Fórmula 1 no le parecía mala idea. Sin embargo, el misterioso contrato de la Generalitat con Ecclestones parece que ni se cumplirá ni, por ahora, se sabe qué efectos tendrá su incumplimiento. El año que viene, que tocaba que Valencia organizara el GP de España, seguirá corriéndose en Cataluña.
Y LLEGÓ EL PARTIDO DE BALONCESTO
De momento, los eventos que han seguido celebrándose son los de la herencia anterior, como el Open 500 de tenis. Fabra parecía haber asumido que la debilidad de la caja de la Generalitat y el coste para la imagen de su gobierno de organizar un evento de estas características era demasiado alto. Sin embargo, la noticia saltó hace unas tres semanas, cuando se supo que Castellón iba a acoger un partido amistoso de la selección española de baloncesto.
Los 300.000 euros que pagó la Generalitat por el partido distan mucho del dineral que se enterró en cada edición de eventos pasados, pero disparó las alarmas sobre a qué destina el Consell su escasa liquidez. Habrá que esperar para ver qué dice el contrato que ha firmado la Generalitat con la Federación de Baloncesto y si, una vez más, el inquilino de la calle Cavallers no ha podido resistirse a la pasión por el espectáculo.
El problema de los valencianos es que no necesitamos a los catalanes y madrileños para zancadillearnos nuestras ideas, nosotros mismos lo hacemos.Ellos a lo suyo: eurovegas, jjoo, F1, Barcelona world etc.y nosotros ahora además con un Sr. Fabra títere que no tiene lo que hay que tener para pegar una .... en la mesa y decir basta ya! Eso si lo pagara el pp en las próximas elecciones perdiendo 1 millón de votos en la CV, pero para entonces todos sus proyectos estarán en marcha, y los de aquí en el cajón del olvido.Habremos perdido una década como con el memorable Sr. Lerma
Reconozco que esto de los comentarios de los lectores es un vicio que crea adicción, pero es que nada más levantarse leer estas cosas del Sr. Clemente sobresaltan. Lo del Parque Ferrari, mejor correr un tupido velo, porque sonaba "igual de mal" que a lo de la Paramount de Murcia, con inversores raros. Dicho esto, el Sr. Clemente se empeña en generalizar y descalificar globalmente un sector de eventos y centros temáticos que sigue creciendo en todo el mundo, y sin ir más lejos en Madrid (JJ.,OO, Eurovegas) y Barcelona (F.1 y Hoteles tematizados) y eso que estos últimos tienen unas cuentas públicas, aún más desastrosas que las Valencianas, ¿Acaso están todos tontos ?.Adjudica a un mero "capricho personal" de los Srs. Zaplana y Camps la irrupción de la comunidad valenciana en este sector, cuando a mi modo de ver, de lo único que son responsables son de los resultados, sean buenos o malos como meros responsables de la planificación y gestión de los proyectos, pero cuesta trabajo pensar que una decisión que supone miles de millones de Euros, sea tomada por “caprichos personales” y no por una decisión meditada y basada en estudios serios de mercado y avalada por todo el Partido gobernante. Ya lo he dicho muchas veces en estos comentarios, “el Problema no es el sector, sino su planificación previa y su gestión posterior, que en Valencia no ha sido adecuada”, pero dejar a una comunidad donde el UNICO sector que está aguantando la crisis es el turismo sin los INCENTIVOS que suponen los eventos y centros temáticos es volver a los años 60, del siglo pasado…… naturalmente.
Que haga todos los viajes "erratico" que quiera pero¡por favor no saque mas dinero de una caja vacia como es la de Generalitat Valenciana¡ Y si lo saca que sea para algo útil que de "imagen" ya estamos hasta el mismísimo gorro y no nos ha resuelto nada.- Alejandro Pillado Marbella 2013 Anecdota: ayer mientras tomaba un café me encontré con un valenciano que esta trabajando aquí en un circo,era el mismo que nos servia en cafe en la cafetería de Marques de Dos Agua ¿que hace Ud por aquí le pregunte? pues lo único que se hacer de "trapecista" le respondí lo mismo estoy haciendo yo sin llegar a ser trapecista" Si quieren lo publican y sino para el que lo lea.
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