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VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se dio este martes la satisfacción de lograr una victoria -pírrica eso sí- sobre el exconseller y diputado Rafael Blasco, que decidió, tras la mediación del presidente provincial del partido en Valencia, Alfonso Rus, abandonar el grupo parlamentario del PP ante la inminente expulsión que debía abordarse en la reunión convocada para la tarde de ayer.
Así pues, no hubo -para respiro de muchos diputados del PP- batalla por incomparecencia del parlamentario, que decidió, al verse sin apoyos, rediseñar su estrategia y presentar ante la Mesa de Les Corts su solicitud de incorporación al grupo de no adscritos. Todo ello tras una reunión previa con Rus, con quien siempre ha mantenido buena relación y que, además, había sido el único que públicamente había manifestado que no acudiría a la cita del grupo parlamentario para votar la expulsión del diputado.
En el escrito registrado, Blasco expone la decisión adoptada por el Comité de Garantías del PP y expresa con fervor su sintonía con las siglas del partido, señalándolo como su motivo para abandonar el grupo parlamentario y evitar a sus compañeros de bancada tener que elegir un bando.
Una posición, con ciertas dosis de victimismo, que parece tener más de estrategia que de solidaridad real por parte del exconseller. Es cierto que Blasco tenía una oportunidad para hilvanar un discurso ante todo el grupo exponiendo su postura ante la suspensión de militancia sufrida, señalando las debilidades de la doctrina Fabra o preguntándose sobre la existencia de imputados de primera o de segunda.
Sin embargo, como diversas fuentes populares consultadas por este diario señalaron, la votación estaba totalmente decantada y solo algún gesto puntual como el de Rus hubiera puesto la discordancia sobre las órdenes del presidente Fabra. Con este planteamiento, a Blasco le hubiera quedado el consuelo de expresarse, pero hubiera sufrido la expulsión con el voto de prácticamente la totalidad del grupo.
MANIOBRA TRAS LA REUNIÓN CON RUS
Cuando la cuerda parecía deshilacharse hasta la ruptura definitiva, Blasco, ante la evidencia que mostró la mediación de Rus, maniobró: su salida voluntaria del grupo parlamentario puede permitirle al menos mantener un mínimo crédito para posteriores movimientos.
El primero, elevar a Génova -dirección nacional del partido- su recurso a la suspensión de militancia aprobada por el Comité de Garantías del PPCV. Según se encarga de subrayar Blasco en su escrito a Les Corts, no le ha sido "entregada la Resolución de dicho Comité que recoja los motivos de dicha imputación". En esta línea, el diputado lamenta que "en ningún momento" se le haya concedido "el trámite de audiencia" para presentar alegaciones" o "al menos saber cuáles son los fundamentos de dicha resolución del Comité".
Es más, en el citado escrito concluye su "voluntad" por "todo lo expuesto" de pasar a la condición de diputado no adscrito atendiendo al artículo 27.2 del Reglamento pero, y esto es importante, subraya lo siguiente: "Quiero dejar constancia de que en el caso de prosperar mi recurso ante el Comité de Derechos y Garantías del Partido Popular y revocarse el acuerdo adoptado por éste en relación a mi persona, también, de acuerdo con el artículo 27.3 del Reglamento, solicitaré mi reincorporación al grupo parlamentario popular de Les Corts".
El matiz refleja que Blasco podría pelear duro, incluso algunos diputados creen que acudiendo a la justicia ordinaria si es necesario, para recuperar la militancia en el PP y, a partir de ahí, su lugar en el grupo parlamentario. De esta manera, logrando 'tumbar' la resolución del Comité, el conseller podría intentar revertir el argumento utilizado de forzar su salida como diputado del PP por habérsele suspendido de militancia. Curiosamente, en todo este asunto es obligado recordar que el problema originario se debe a que Blasco está imputado por varios delitos en el caso de Cooperación y la propia Abogacía de Generalitat ha solicitado 11 años de prisión para él.
Eso sí, el citado artículo 27.3 del Reglamento, el citado por Blasco en su escrito, refleja que para su reintegro en el grupo ‘solo' necesitaría la "aceptación expresa" del síndic del grupo popular: es decir, Jorge Bellver, muy próximo a Fabra. Un punto que adelgaza notablemente las posibilidades de regreso del exconseller.
Este miércoles habrá pleno de Les Corts. Blasco cambiará su escaño en la bancada popular por un asiento más lejano, situado detrás de Esquerra Unida. Una fotografía que reflejará la batalla ganada por el presidente Alberto Fabra, si bien algunos diputados opinan que todavía queda guerra por decidir con el exconseller y, por supuesto, con los otros casos de imputados en Les Corts.
"se dio este martes la satisfacción de lograr una victoria" - ¿victoria? Me parece un poco pretenciosa la primera frase... Para la victoria lo tenía que haber echado a él y al resto de imputados... hace mucho..
¡Ánimo D. Alberto!, en 2 años nos ha librado del 0,11% de la fama de corruptos de nuestros políticos. Nunca a iniciativa propia, siempre a remolque de una de las justicias más lentas del mundo. Dicen que lo difícil es empezar...., pero a este paso no llegamos.
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