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El contrato de gestión privada del acuario, que vence en febrero, se incluirá en el concurso conjunto del Museo de las Ciencias, L'Hemisfèric y L'Àgora
VALENCIA. La Generalitat Valenciana prorrogará a Parques Reunidos Valencia el contrato de gestión de L'Oceanogràfic, que vence este mes de febrero, hasta que saque a licitación la gestión privada de toda la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Según ha podido saber ValenciaPlaza.com de fuentes conocedoras de la operación, el Consell ha optado por alargar de forma temporal el acuerdo que mantiene con la filial de Parques Reunidos para darse tiempo a redactar el pliego de condiciones por el que sacará a concurso la externalización del Museo de las Ciencias, L'Hemisfèric y L'Agora, las tres instalaciones de Cacsa que ahora gestiona a través de la empresa pública Cacsa. Fuera de este proceso quedará el Palau de les Arts, que mantendrá su gestión autónoma.
Tal y como adelantó este periódico el pasado mes de agosto, Parques Reunidos Valencia se puso en contacto con el Consell a principios del verano pasado para quedarse la gestión de todo el conjunto. La empresa, participada al 75% por Parques Reunidos, Andrés Ballester y la familia Lladró, quiere replicar en el conjunto de Cacsa el modelo de administración que viene desarrollando en el acuario, que este año cumple su décimo aniversario y que, desde el primer día, ha estado en manos de esta compañía privada. L'Oceanogràfic es el único de los edificios del conjunto de Cacsa que tiene gestión privada.
Sin embargo, el proceso de externalización, perseguido por el Consell en su proceso de reestructuración del sector público empresarial, obliga a realizar un proceso competitivo al que puedan acceder otras empresas interesadas. Además, la Generalitat ha mostrado su interés en que sea una única sociedad privada la que se haga cargo de todo el complejo en lugar de sacar a concurso cada una de las instalaciones, ya que considera que de esta forma el futuro gestor puede aplicar mayores sinergias y, por tanto, el coste final de la concesión sería menor y las ofertas que se presenten pueden beneficiar a las arcas públicas.
Ese es el motivo por el que se ha optado por prorrogar el contrato de Parques Reunidos Valencia por L'Oceanogràfic hasta que estén listas las condicones del concurso conjunto. Además, por proceso de privatización de la gestión se han mostrado interesados otros operadores de complejos de ocio, tal y como ha informado la Generalitat en varias ocasiones.
UN MODELO DE CONCESIÓN REVISABLE
El contrato que firmó en su día el Consell con Parques Reunidos es un poco complejo, porque incluye dos cánones, uno que paga la Generalitat a la empresa de 1,5 millones de euros (que se ha revisado anunalmente desde 2003 con el IPC) y otro que paga Parques Reunidos a Cacsa de unos 600.000 euros. Después hay una serie de cantidades variables que pagan unos y otros por distintos conceptos vinculados a los visitantes y los beneficios.
Pero además Cacsa también carga con los gastos de explotación del acuario. Así, en un año normal (en este caso fue 2010), la Generaitat acabó pagando a Parques Reunidos Valencia 13 millones de euros entre canon, varianles y los gastos de personal cedidio y otros de funcionamiento. En la otra parte de la balanza, lo que recibe la Generalitat por el canon de restauración y merchandising fue de 1,3 millones.
Aunque a la Generalitat no le cuesta excesivamente caro tener cedido L'Oceanogràfic (más conociendo el coste que le supone el resto de la Ciudad de las Artes, lo cierto es que la política actual del Consell de Alberto Fabra está intentando variar este tipo de relaciones con las empresas privadas que puedan gestionar instalaciones públicas. El objetivo es que sean las empresas las que paguen por el uso de las instalaciones y corran con el riesgo del negocio que desarrollen en ellas.
PLANTILLA YA REDUCIDA
El proceso de salida a concurso de la gestión externa de Cacsa podría acelerarse en los próximos meses, más después de que la empresa pública ya haya realizado uno de los pasos previos que se consideraban fundamentales para despertar el interés de posibles operadores, la reducción de la plantilla, a través de un ERE que afectó a 130 empleados, entre despidos, prejubilaciones y amortización de plazas no ocupadas.
Izaskun, toda la razón, pero como siempre tenemos unos dirigentes cortoplacistas y bastante ineptos.
No entiendo yo muy bien la afirmación de que, “al conceder la gestión en su conjunto de todo el complejo , a una ÚNICA empresa , el coste final de la concesión será menor y las ofertas que se presenten pueden beneficiar a las arcas públicas”, …………..¿Por qué?. Tal vez se puede dar la circunstancia de que el Museo de Ciencias lo gestionara otra empresa, con más especialización concreta en museos de ciencias o tecnológicos y que logren lo más fundamental que necesita esa instalación, que es una mayor diferenciación con la oferta de ocio de Madrid y Barcelona. El mayor riesgo que corre todo este proceso de externalización de la gestión, es la “provincialización” de unas instalaciones que solo podrán sobrevivir si son competitivas a nivel europeo, por eso más importante que saber QUIEN se va a hacer cargo del complejo sería conocer QUE planes e ideas de explotación tiene el Consell para que pueda seguir creciendo y no vaya para atrás como los cangrejos.
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