VALENCIA. Un respiro de última hora. Así recibió la Generalitat este viernes los 437 millones de euros que le había prometido el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, para acabar el año. Y tal y como llegó el dinero fue saliendo de las arcas autonómicas, en especial para colectivos sensibles que se habían convertido en un pronlema para el Consell: farmacéuticos, residencias para dependientes, centros educativos tanto públicos como concertados...
Fue un día de pago en el que la Generalitat trató de limar algunas de las artistas de su política de sus últimos meses, especialmente afiladas por las protesta en la calle y por el impacto del cierre de las farmacias en la opinión pública.
Los impagos han sido el talón de Aquiles del Consell. La falta de fondos para poder atender a todo tipo de proveedores se enquistaron durante el ejercicio. Pese a los recortes en el gasto con medidas de austeridad que ha ido adoptando el Gobierno de Alberto Fabra en este algo más de año y medio, lo cierto es que la profundidad de la crisis económica ha imposiblitado que la Generalitat haya podido hacer frente a sus compromisos de pago con normalidad.
Un problema, el del desfase entre ingresos y gastos, que sigue estando pendiente de resolver. A falta de los datos definitivos, la Generalitat no logrará cumplir con el objetivo de déficit previsto para este 2012 que ahora acaba, fijado en el 1,5% del PIB. Y para el ejercicio que arranca, el de 2013, la situación se complica, al reducirse a la mitad ese límite.
EL FLA SALVA LOS VENCIMIENTOS
El reto que tiene por delante Fabra y su nuevo conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, es precisamente el de cuadrar las cuentas a martillazos. Moragues asume desde este mes las competencias en la gestión de la deuda y, por tanto, de los vencimientos. Para esta losa, el nuevo responsable de Hacienda cuenta con la ventaja de que desaparece la incertidumbre con la que vivió su predecesor, José Manuel Vela.
El Fondo de Liquidez Autonómica tendrá una réplica para 2013. En el año que ahora acaba, no fue hasta pasado el verano cuando se puso en marcha un mecanismo que era esencial para que la Generalitat pudiera obtener fondos ya no solo para su día a día, sino para atender sus compromisos con los bancos.
Los vencimientos de deuda para 2013 son sustancialmente inferiores a los de 2012 -menos de 2.000 millones de euros- pero sin la existencia del FLA sería imposible que la Generalitat pudiera atenderlos, ya que tiene cerrados los mercados de deuda. O, cuanto menos, el dinero le saldría carísimo.
El Estado, por tanto, saldrá la rescate de la Comunitat Valenciana el año que viene. Como lo ha hecho en el actual, en el que, entre el FLA, los créditos ICO vencimientos y liquidez y el plan de pago a proveedores, ha prestado a la Generalitat 10.000 millones de euros.
Pero el FLA 2013 también deberá abrirse a otros elementos, más allá del pago de la deuda, ya que la Generalitat, pese al sprint en los pagos de este viernes, sigue acumulando deudas con proveedores de todo tipo: desde constructoras de obra pública a patronales, pasando por farmacias, ayudas a la dependencia o a la educación.
BALANCE DE FABRA
Un escenario complejo, pero ante el cual el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, prefiere mostrar cierta dosis de optimismo: 2013 debe ser el "año de inflexión", señalan desde el Palau de la Generalitat.
Para el equipo del President, la clave en la gestión del Consell de este añoha sido la austeridad en la administración. La reducción de la nómina de empleados dfe la empresas públicas ha sido uno de los elementos clave. Los ERE, pese a los problemas que le han generado en la calle, supondrán un ahorro notable en el gasto, especialmente en sociedades que estaban hipertrofiadas, algunas de las cuales se han liquidado. Pero además, el Consell también asegura haber reducido el gasto general en algo más de 1.000 millones con politicas de racionalización.
Cifras, en todo caso, que si bien han logrado reducir el gasto, no cierran el problema, sobre todo porque sigue siendo muy complicado para las arcas públicas atender pagos más allá de lo ordinario. En ese sentido, desde Presidencia se confía en que 2013 sea el año en que se puedan poner en marcha programas, bien dotados económicamente, para tratar de generar empleo. Porque sin actividad econónima y con el alto nivel de paro en la Comunitat, será imposible salir de la crisis. Y ninguna medida de austeridad será suficiente.
La Generalidad incapaz de valerse por si misma, monitorizada permanentemente, con respiración asistida y fibrilando todos los meses. Y cada vez que le aplican el desfibrilador, aparece el Gobierno Valenciano... ¡y lo considera un éxito!. Pues todo esto honorables hay que devolverlo con intereses, y lo que se gaste pagando deuda no se podrá destinar a cubrir necesidades. Así que, en el mejor de los casos, quedan muuuuchos años por delante sin poder cubrir lo más básico, destinando lo poco que puedan extraer del contribuyente a pagar deuda, ¡su deuda! porque continúan estando los mismos irresponsables. Obras pero también empresas, fundaciones, agencias, institutos, corporaciones y un largo etcétera y la propia Generalidad, todos gastando sin el menor sentido común, sin respetar los principios presupuestarios y preceptos legales más básicos. Y lo peor: sin el menor propósito de enmienda, nula transparencia, sin pedir responsabilidades a verdaderos canallas que han arruinado a un pueblo por generaciones, intentando tapar lo evidente, recortando pero siempre a costa de los más débiles, montándoselo para continuar con un chiringuito idéntico al anterior pero a menor escala.
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