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VALENCIA. En las jornadas previas a la comunicación de los primeros despidos a los trabajadores de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE), tres miembros del despacho Garrigues en Valencia están repasando una a una las cartas de despido para subsanar posibles errores en la aplicación de los criterios de selección y el calculo de las indemnizaciones.

En cuanto terminen su trabajo, remitirán a la dirección del ente toda la documentación en sobre cerrado para que el departamento de recursos humanos comunique la decisión a los 1.195 afectados, a medida que se cumplan los plazos. En este caso, el despacho ha impuesto unas medidas de control excepcionales, "murallas chinas" en el argot profesional, para evitar filtraciones, según fuentes conocedoras del proceso.

Aunque el grueso de los despidos se aplicarán antes de que termine el año (empezando a finales de mes con los trabajadores del ente y de Ràdio Autonòmica Valenciana), la previsión oficial es que a lo largo de 2013 vayan goteando las notificaciones, haciendo del próximo ejercicio un año de transición.

Aunque en un principio se aplicará un redimensionamiento general de plantilla, la sustitución del personal de servicios técnicos, marketing y producción de programas que se mantenga tras esta primera medida de ajuste se realizará en función de cómo vayan fallando los concursos de los servicios y franjas horarias privatizados.

SITUACIONES DE TENSIÓN

Uno de los aspectos que están generando mayor preocupación en la dirección del ente es el modo en el que se comuniquen los despidos. La cuestión no es baladí, ya que el número de afectados obliga a tomar medidas de tipo organizativo y hasta logístico para hacerlo posible.

Cada trabajador debe ser informado de la rescisión de su contrato, ha de firmar su despido (esté o no de acuerdo con la decisión) y abandonar su puesto de trabajo. Las situaciones de tensión que se puedan generar tanto en los despachos de recursos humanos como de vuelta a la redacción han hecho que se planeen medidas excepcionales, incluso relacionadas con los servicios de seguridad.

La invasión del plató de informativos al conocerse la presentación del ERE el pasado 16 de junio y otros incidentes menores que se han producido antes y después de esta fecha han hecho que se barajen distintas alternativas que eviten o atenúe el riesgo de que se generen situaciones de tensión.

OTROS DESPIDOS MASIVOS

"Si se tiene que ir llamando uno a uno a cada trabajador en ciclos de 15 minutos, el tiempo invertido impediría los plazos previstos", reconocen fuentes vinculadas a la aplicación del ERE. En este sentido, se está evaluando la conveniencia de citar a cada trabajador para comunicárselo personalmente, remitir un correo electrónico a cada afectado o enviarles un burofax.

En otros medios, como el diario El País, la dirección trasladó a los 129 trabajadores afectados un correo electrónico y un burofax con acuse de recibo para convocarles a la entrega del despido dos días más tarde. Concretamente, se les informó el sábado 10 de noviembre que el siguiente lunes 12 debían personarse en la notaría elegida por la empresa "a fin de notificarle y hacerle entrega de la carta de extinción de su contrato de trabajo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 53.1 y el artículo 51. 2 y 4 del Estatuto de los Trabajadores, derivada del procedimiento de Despido colectivo por causas económicas, productivas y organizativas", según el texto que contenía.

Fuentes jurídicas apuntan que esta solución es la menos eficiente para la empresa, ya que el despido se considera notificado cuando el trabajador firma el acuse de recibo del burofax, lo que puede hacer en un plazo de 15 días. De este modo, la empresa debe pagar la retribución de esos días de demora y se dificulta el cálculo de la indemnización.

En el caso de la empresa pública valenciana de construcción de colegios, Ciegsa, se optó por el correo electrónico. Los trabajadores estaba avisados de que a las 14:00 del viernes, recibirían por ese medio si estaban despedidos y cuándo debían pasar a recoger el finiquito y la documentación correspondiente.

Cuando hay acuerdo entre la dirección y los sindicatos, el propio comité de empresa ha colaborado en ocasiones en la notificación. Al no ser éste el caso, fuentes jurídicas descartan que se siga este procedimiento en RTVV.

DÓNDE RECOGER LA DOCUMENTACIÓN

Para el momento de la recogida del despido, en entidades como el Centro de Investigación Príncipe Felipe (donde se prescindió de 108 trabajadores) el departamento de recursos humanos optó por disponer unas mesas en las zonas comunes donde los afectados hicieron cola en función de la inicial de su apellido.

La propuesta inicial de Garrigues planteaba ceder sus instalaciones en la plaza del Ayuntamiento para que fuera allí donde se realizara el trámite, pero fuentes de la negociación reconocen que se están planteado alternativas, sin terminar de descartar esta opción.

Aunque los reales decretos que desarrollan la reforma laboral permite en la actualidad que los ERE de suspensión o de reducción de jornada no tengan que ser comunicados a los trabajadores para su aplicación, en los ERE de extinción sigue siendo obligatorio informar al trabajador de un modo personalizado del fin de su relación con la empresa.