Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Economía incumple con Unión Gremial el criterio que aplicó para excluir a Anged del Observatorio
• El 'problema valenciano' se cuela en Madrid
• A quién le sube y a quién le baja los impuestos Joan Ribó

VALENCIA. El pasado 20 de julio el pleno del Consell acordó acogerse al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para poder hacer frente a los vencimientos de una deuda que ahoga de forma irremisible la economía de la Generalitat si el Estado no acude en su auxilio. Fue la primera comunidad que lo pidió. Pero tres meses más tarde, y pese a la urgencia de la petición, el Gobierno de Mariano Rajoy aún no la ha atendido. ¿Qué está pasando?

La puesta en marcha del FLA se ha retrasado más de lo previsto. O al menos, más de lo que deseaban ya no solo los responsables del Gobierno valenciano, sino también los de otras comunidades autónomas con las mismas, o mayores, necesidades de liquidez. Lo cierto es que el proceso no era tan sencillo como se podía pensar sobre el papel. Habilitar 18.000 millones de euros y establecer las condiciones en las que las distintas autonomías podían pedir su parte de ese salvavidas ha requerido de meses.

Según las fuentes tanto de la administración central como autonómica consultadas por ValenciaPlaza.com, la aprobación del socorro financiero para la Comunitat Valenciana está lista. O casi, porque durante este miércoles el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, reconoció que el envío de la primera tanda del FLA a las arcas de la Generalitat puede retrasarse una semana.

La razón hay que buscarla en el propio funcionamiento del sistema. Desde la aprobación por parte del Consell de la petición de adhesión al FLA, la consellería de Hacienda ha tenido que revisar el plan de ajuste que en su día hizo para optar al plan de pago a proveedores. Esa revisión, que pese a lo que asegura el Ejecutivo valenciano, implica apretarse un poco más el cinturón para garantizar que en el futuro se pueda devolver el dinero que ahora se pide así como el cumplimiento de los objetivos de déficit, tiene que ser aprobada por el Ministerio de Hacienda.

Y ahí está la clave de las dudas que expresó ayer José Manuel Vela. "[La aplicación del FLA a la Comunitat Valenciana] se aprobará este jueves o el jueves que viene", dijo el conseller. El jueves es el día clave porque es cuando se reúne la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del ministerio. Es en ese ámbito en el que se aprueba el envío de los fondos. Pero para poder abordar ese punto del orden del día, la comisión debe tener el visto bueno del ministerio al plan de ajuste valenciano. Y ayer por la tarde ese visto bueno no existía.

CATALUÑA YA HA COBRADO DEL FLA 

Las fuentes del Consell consultadas por este periódico insistieron en que toda la documentación obra ya en manos de Cristobal Montoro y que es cuestión de tiempo. Un tiempo que ha corrido más rápido para Cataluña. De hecho, la semana pasada el Ministerio de Hacienda traspasó algo más de 1.000 millones de euros a la Generalitat de Catalunya echando ya mano del fondo autonómico. Fuentes ministeriales aseguraron a ValenciaPlaza.com que no se trata de un adelanto, sino de la primera aplicación del FLA. 

Si la mayor celeridad con la que se ha atendido al Goven de Artur Mas es consecuencia de su mayor eficiencia a la hora de preparar la documentación, a las mayores urgencias de su deuda o la presión política, no hay noticias. Lo que sí permite vislumbrar este movimiento es la fórmula de funcionamiento del FLA.

Tal y como adelantó este periódico, la llegada de los fondos que se soliciten -la cifra final la marcará el ministerio atendiendo a las características del FLA y a las peticiones de ayuda que se realicen- no será de golpe. Se irán haciendo de forma escalonada durante los tres meses que quedan del año. Por eso, Cataluña, que ha pedido más de 5.000 millones, solo ha recibido una parte en este primer pago.

Pero además de esos 1.000 millones iniciales, solo algo menos de la mitad es para atender vencimientos. El resto, algo más de 500 millones, se traspasan para que la Generalitat de Catalunya atienda pagos de proveedores pendientes, especialmente farmacias, conciertos sanitarios y educativos y subvenciones a organizaciones.

LOS RESTOS DEL FLA, REPARTIDOS POR PIB

La Generalitat Valenciana espera como agua de mayo que también le llegue el dinero más allá de los vencimientos de deuda, estimados en unos 3.000 millones de aquí a final de año. Pero el resto que solicita, unos 1.000 millones más, está pendiente.

Según las normas de funcionamiento del fondo, primero se atenderán los pagos de las emisiones de deuda que tienen las autonomías y que no se pueden renovar. Unos vencimientos que afectan de forma exclusiva a los formalizados por bancos internacionales y las emisiones de productos financieros, como los bonos patrióticos. Los préstamos puros con entidades españolas, como uno que tiene la Generalitat con SabadellCAM por 500 millones, habrá que negociarlos para renovarlos, como viene ocurriendo con este caso concreto cada seis meses.

El dinero restante de los 18.000 millones previstos -cifra que no se ha hecho pública aún- se podrá destinar al pago de conciertos relacionados con la farmacia, dependencia, sanidad y educación y, por último, proveedores (estos últimos con escasas opciones). Pero ese restante no se repartirá de forma proporcional a las necesidades concretas de cada autonomía, sino a su participación en el PIB.

Así, para que la Comunidad Valenciana, que representa alrededor del 10% del PIB, pueda optar a los 1.000 millones adicionales que necesita, deberían sobrar 10.000 de los 18.000 dispuestos en el FLA. Y esta es otra de las incógnitas que está por desvelarse. 

Si el Gobierno desbloqueará finalmente este jueves el FLA para la Comunitat Valenciana es, con todo, la gran duda por despejar. El Ejecutivo de Mariano Rajoy anda con pies de plomo para evitar resbalar en un territorio tan complejo como el de la deuda de las autonomías, bajo la lupa de los mercados desde hace meses. Un mensaje mal entendido -o mal lanzado- podría echar a perder la rebaja de los últimos días de la prima de riesgo. Mientras, en la calle Cavallers -y en las calles Palau y Colón, sedes de las consellerías de Hacienda y Economía respectivamente- siguen buscando una salida al laberinto del FLA.