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VALENCIA. A unas tres semanas de que se ponga en funcionamiento, la Generalitat sigue sin saber si el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) le permitirá atender las deudas que mantiene con ayuntamientos, colectivos empresariales, institutos tecnológicos, centros de dependencia o con las farmacias. Al menos así lo dejó entrever este miércoles el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quien reconoció que aún desconocen qué cantidad de dinero podrán pedir definitivamente al FLA.

La ley que regula la creación del FLA deja claro que las comunidades autónomas solo podrán acogerse a este mecanismo para atender los vencimientos correspondientes a los valores emitidos y aquellas operaciones de crédito que no puedan ser refinanciadas, así como las necesidades de financiación del déficit público. Sin embargo, el pasado mes de agosto, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, aseguró que también podría usarse para "eliminar" facturas pendientes con los proveedores.

Para las arcas de la Generalitat Valenciana es fundamental que se abra esa segunda opción, ya que a ella ha fiado el Consell los pagos que lleva meses retrasando y que están generando cada vez mayor malestar entre distintos colectivos. Este miércoles el conseller de Sanidad, Luis Rosado, reconoció abiertamente, por ejemplo, que las farmacias solo cobrarán cuando llegue el FLA y evitó dar una fecha, como ha ocurrido recurrentemente en los últimos meses.   

La clave de esta incertidumbre está implícita en el propio mecanismo de funcionamiento del FLA. El fondo está pensado para que todas las comunidades autónomas puedan atender sus vencimientos en lo que queda de año. De hecho, el plazo para adherirse acaba, de no haber prórroga, el 31 de diciembre. El Gobierno debe controlar que los fondos que ha destinado a este fin, hasta 16.000 millones de euros, sean suficientes para todas, y a medida que pasa el tiempo (y el fondo de retrasa), se van acumulando nuevos anuncios de regiones que solicitan ayuda financiera. 

La cuestión es que mientras haya comunidades autónomas con necesidad de cubrir vencimientos, el FLA no podrá destinar el supuesto sobrante para otras finalidades. E incluso entonces, el Gobierno deberá tener en cuenta las necesidades del conjunto de las regiones.

3.000 MILLONES COMO MÍNIMO PARA LA COMUNITAT VALENCIANA

Lo que sí tiene claro la Generalitat es que como mínimo pedirá al FLA 3.000 millones de euros. Son los vencimientos previstos de aquí a final de año y la capacidad de endeudamiento autorizada para la Generalitat por sus expectativas de déficit, prácticamente al 50%.

Una cifra se mantendrá siempre que no se retrase más el arranque del fondo, ya que desde que se planteó su puesta en marcha hasta hoy, ya han vencido unos 500 millones que se han tenido que atender o bien con la caja propia, retrayendo fondos a otros pagos, o con adelantos del sistema de financiación (que no del FLA, como se ha especulado). La Generalitat ha expresado en varias ocasiones su interés en que el fondo pueda asumir vencimientos que, por el retraso en su puesta en marcha, se hayan tenido que pagar sin el apoyo del Estado. 

Los otros alrededor de 1.500 millones que el Consell necesita para cancelar deudas están a expensas tanto de la flexibilidad que acepte el Gobierno, y en especial el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, con quien Fabra dijo estar en permanente contacto. 

El dinero que finalmente solicite y se le adjudique a la Comunitat Valenciana llegará de forma progresiva y tendrá carácter finalista, como ocurrió con el plan de pago a proveedores, con lo que se descarta que se pueda usar para otros fines siquiera de forma temporal.