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UN AÑO EN LAS ENTRAÑAS DEL PALAU. Un Consell heredado y un pequeño círculo de confianza

X. A.. 26/07/2012

VALENCIA. En estos 365 días, Alberto Fabra no se ha decidido a acometer una remodelación profunda del Consell que heredó de Francisco Camps. El presidente ha dejado trabajar a los responsables de los diferentes departamentos realizando solo algunos cambios puntuales a finales de 2011: en la vicepresidencia, desvió a Paula Sánchez de León, cercana a Camps, a la Delegación del Gobierno, y aupó a este puesto a José Císcar, al que también otorgó la portavocía del Gobierno valenciano, que ostentaba Lola Johnson.

La entonces alcaldesa de Torrent, María José Catalá, dejó el municipio para tomar el relevo de Císcar en Educación y en Economía, la salida de Enrique Verdeguer para presidir Adif propició la entrada del actual conseller Máximo Buch.

Fabra ha ido relevando de forma escalonada los altos cargos de Presidencia, dando salida a los antiguos colaboradores de Camps para construir un equipo propio en el que llevan el peso Paula Meseguer, secretaria autonómica de Comunicación, Esther Pastor, directora general de Organización y Coordinación, y Jesús Lecha, director del Gabinete del Presidente.

Asimismo, el jefe del Consell ha acometido importantes cambios en el segundo escalón de la Generalitat, donde ha realizado más de 30 variaciones entre relevos, destituciones, ceses y migraciones de puestos.

Pleno del ConsellEn este ámbito es donde Fabra ha remarcado más su objetivo de ofrecer tolerancia cero con la corrupción y promover la transparencia. El presidente de la Generalitat ha destituido a varios altos cargos imputados en la causa de Cooperación y ha recogido el cese de otros que han dejado sus puestos tras ser imputados en el caso Nóos.

Además, el jefe del Consell ha impulsado a través de la campaña 'Responem' la salida de los altos cargos de los despachos para explicar en más de 320 municipios las medidas de ajuste que se han adoptado desde la Generalitat.

En cuanto a los consellers más sólidos de su Gobierno, además del vicepresidente José Císcar, la titular de Educación, María José Catalá, y el responsable de Economía, Máximo Buch, son los dirigentes que cuentan con mayor confianza por parte del presidente y los que tienen garantizada, a priori, su continuidad en caso de una próxima remodelación del Gobierno valenciano que apunta a producirse antes de octubre.

 

 

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