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VALENCIA. La Llotgeta, un coqueto edificio modernista anejo al Mercado Central de Valencia, tiene un futuro incierto. Propiedad de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), el que fue centro de la actividad cultural desarrollada por la Obra Social de la entidad en Valencia, cerró sus puertas va a hacer ahora un año para acometer una remodelación y relanzarla como centro cultural de CAM con nuevas y más ambiciosas actividades.

Sin embargo, la crisis de la caja de ahorros no solo ha paralizado el proyecto, si no que ha dejado en el aire el futuro de este emblemático edificio que, según las fuentes consultadas por este periódico, se quedó, tras el traspaso del negocio financiero a Banco CAM, como parte del escaso patrimonio de la Caja de Ahorros del Mediterráneo.

Las multimillonarias pérdidas de Banco CAM provocaron que la caja, que inicialmente era propietaria del 100% de sus acciones, perdiera toda su participación al fijarse su valor en cero euros. Esto obliga, según la normativa del Banco de España, a que la caja se convierta en una fundación cuyos bienes se limitan al patrimonio artístico de la caja y algunos edificios vinculados a la obra social.

El problema es que, al no tener ninguna vía de financiación, como pudieran ser los dividendos del banco como sí tendrán otras entidades como Bancaja, el futuro de todos estos inmuebles y de la actividad que desarrollaba la obra social es, en estos momentos, una incógnita.

POSIBLE VENTA DEL PATRIMONIO

El caso de la Llotgeta no es el único. Tras la escisión de CAM y Banco CAM, en la caja se quedó patrimonio vinculado a la Obra Social que se estima en 180 millones de euros, con inmuebles en distintas poblaciones de la provincia de Alicante, y una gran colección de arte contemporáneo y otras obras acumuladas en sus más de cien años de historia.

El mes pasado, según publicó el diario ABC, la comisión de control de la caja, el único órgano de gobierno que sigue activo tras la intervención por el Banco de España, solicitó a los administradores del FROB que se ponga en venta este patrimonio para, con los ingresos, pagar a los cuotapartícipes atrapados en unas ‘acciones' de la caja que no valen nada.

EL FUTURO DE LA OBRA SOCIAL

De momento no se ha tomado ninguna decisión en ese sentido y a medida que pasa el tiempo, la actividad de la Obra Social, sin un nuevo presupuesto, languidece. Aunque es posible que una vez el Sabadell se haga cargo de Banco CAM se analice una posible colaboración con la caja para mantener parte de la actividad, lo cierto es que difícilmente se podrá seguir como hasta ahora.

La Obra Social de CAM tuvo en el último ejercicio un presupuesto de 38 millones de euros, una cifra que, vistas las cuentas del Banco CAM, se antoja como imposible de repetir. La posibilidad de reducir notablemente el alcance de las actividades, con un presupuesto notablemente inferior, llevaría implícito que muchos de los centros que tenían actividad gracias a la caja tuvieran que buscarse un futuro alternativo. Entre ellos, la Llotgeta.