Niegan tener diferencias con los hombres y que la sensibilidad o la dureza dependa del sexo, sino del carácter
VALENCIA (LIDIA MASERES). "Tradicionalmente se asociaba la sensibilidad con la mujer, y es una mentira. También la empatía. Hay mujeres sensibles, pero también hay hombres sensibles. No hay que poner arquetipos, ya que cada vez se están mezclando más los planos. No gestiona mejor un género u otro, hay que valorarlo por separado. Por ejemplo, Margaret Tacher era muy válida, y a la vez, poco femenina".
Celia de Anca es profesora, investigadora y directora del Centro de Diversidad y miembro del comité ejecutivo de IE Bussines School. Opina que separar a los hombres y a la mujeres y hablar sobre su manera de gestionar al frente de importantes entidades está pasado de moda. Ellas son tan válidas como ellos, diferenciar su trabajo, dice, puede ser peligroso.
La teoría de la profesora De Anca va unos pasos más allá de lo que dicen las estadísticas. A pesar de que la misma gestión puede ser abordada de igual manera por mujeres que por hombres, estos últimos se llevan, habitualmente, todos los trozos del pastel. Ejemplo de ello son los últimos datos (actualizados a finales de 2009) de la CNMV: las mujeres sólo representaban el 9% del total de los consejos de administración de las empresas cotizadas españolas.
ELLAS Y SU PRESUPUESTO
Ciertamente hay pocas mujeres al mando de empresas u organismos públicos o privados, pero haberlas las hay. Y con grandes presupuestos y responsabilidades. Por ejemplo, la valenciana Agnés Noguera, quien a lo largo de su carrera profesional ha desempeñado cargos en numerosas compañías de distintos sectores. Desde 2005 es consejera delegada de Libertas 7, S.A. y forma parte de los consejos de administración de Banco de Valencia, Adolfo Domínguez, Cleop, El País, etc.
También están en las altas esferas empresariales María Dolores Amorós, directora general adjunta de la CAM, Mar Casanova, también en la dirección del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX, o Teresa Puchades, presidenta de Edival.
En el ámbito de la educación destacan Empar Martínez y Trinidad Casasús, directora de la Florida Universitària y decana de la facultad de Economía de la Universitat de València (UV), respectivamente.
Martínez (licenciada en Psicología por la UV y diplomada en Alta Dirección de Empresas por ESADE) con un presupuesto de 10,5 millones de euros, tiene a su cargo a más de 200 profesionales. Por su parte, Casasús (licenciada y doctora en Matemáticas por la UV y MA in Economics por el European University Institut de Florencia) dispone de 700.000 euros para convertir su facultad en un lugar "moderno e internacional". La facultad cuenta con unos 450 PDI (personal docente e investigador), 75 personas de administración y servicios (PAS) y aproximadamente 9.200 estudiantes matriculados.
Los criterios que tienen a la hora de gestionar las cuentas de los centros tienen varios puntos en común, como por ejemplo, potenciar la innovación. Para Martínez, la búsqueda de oportunidades y la regeneración permanente son dos puntos imprescindibles, de la misma forma que para la decana lo son una mejora continua en la docencia o potenciar la facultad de Economía como centro de investigación. Para las dos, la participación e implicación de las personas que trabajan a su alrededor es fundamental.
"Hay que facilitar la generación de capacidades dinámicas en la organización, en disposición de ser aprovechadas para el desarrollo de negocio. Buscar la satisfacción", declara Martínez.
Uno de los mayores puestos de responsabilidad en la Comunitat, la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, tiene al frente a una mujer, Paula Sánchez de León. Ella es quien gestiona y coordina (desde 2008), con un presupuesto de más de 350 millones de euros para 2010, todo el entramado judicial y los recursos técnicos y humanos de la Administración autonómica valenciana.
Junto a la ya casi histórica alcaldesa de Valencia, Rita Barberá -en el cargo desde hace 19 años- otra política valenciana que está haciendo carrera dentro y fuera de la Comunitat es Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante desde hace casi dos años y miembro de la directiva nacional del Partido Popular. Esta licenciada en Sociología dispone para este año de 260,3 millones de euros, un 5% más que el año pasado.
Teresa Gisbert, fiscal jefa provincial de Valencia desde 2008, aunque no tiene un presupuesto que gestiona directamente, tiene a su cargo a 100 fiscales y capacidad para adjudicar puntuación (que se convierte en un incentivo económico). También dependen de ella unos 50 funcionarios a los que paga la Generalitat.
¿GESTIONAN DE FORMA DIFERENTE?
Las opiniones sobre la forma de gestionar sus presupuestos son diferentes. Mientras que la profesora De Anca declara que las separaciones por géneros son cosa del pasado, Lorena Van Koschitzky, gerente de Evap (Asociacion de Empresarias y Profesionales de Valencia) considera que las formas de actuar al frente de una empresa no son las mismas entre hombres y mujeres.
"Hacemos las cosas de manera diferente, ni mejor ni peor, diferente. La mujer tiene otra empatía y una sensibilidad mayor. Lo ideal sería no tener que forzar el equilibrio y la paridad, sino escoger a los mejores", declara Van Koschitzky.
A caballo entre De Anca y Van Koschitzky se posiciona Casasús. Aunque cree que a nivel cualitativo no debería haber diferencias, matiza, "sin querer molestar a nadie", que en algunos casos se podría hablar de una "sensibilidad especial (o distinta) ante algunos temas, o de una escala distinta de prioridades en algunos casos. Por supuesto, creo que esto depende de las personas y no del género". Puchades, presidenta de Edival desde este año tras haber ocupados varios cargos de responsabilidad, es de las que piensa que cada género trabaja de forma distinta aunque sea la empresa la que imponga las normas.
"Ellas tienen más equilibrio. El análisis de las mujeres es de 360º y no unidireccional, como el de los hombres. Además, tenemos más feedback con nuestro equipo y desencasillamos los temas", declara a VP. Antes de despedirse al teléfono, Puchades añade: "¡Ah! Y tenemos más ilusión".
Por su parte, la directora de la Florida manifiesta que en el siglo XXI el liderazgo femenino se ha puesto en valor porque responde a las necesidades actuales de cualquier organización. Las características que destaca, frente a los hombres son una mayor flexibilidad, una mirada colectiva, atención a la persona y a su diversidad y perseverancia basada en "evidencias frente al crédito otorgado".
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