VALENCIA. La inversión en sociedades anónimas deportivas como equipos de fútbol, baloncesto, béisbol... parece estar reservada para grandes fortunas. Son los conocidos en el ámbito de la banca privada y de inversión como 'Ultra High Net Worth'.
Una parte de sus enormes patrimonios personales suele dedicarse, muchos dicen que por diversificar (yo no lo creo), a inversiones de sentimiento. Hasta no hace demasiado tiempo estas alternativas de inversión se reducían básicamente a inversiones en arte.
Hoy en día, no hay rico que se precie que no tenga su propio equipo deportivo. No solo fútbol, también Formula 1, equipo de Regatas Copa del América... En casi todos los casos, en la toma de decisiones de inversión siempre ha pesado más lo sentimental que lo racional y esa parece ser la cuestión fundamental para Roman Abramovich, propietario del Chelsea FC desde 2005.
Sólo los datos avalan esta opinión. Únicamente en el primer año de propietario del club londinense, Abramovich, se gastó 150 millones de libras. Durante los primeros tres años, la cifra de inversión en nuevos jugadores alcanzó los 300 millones de libras. No solo eso, además tiene el récord de perdidas alcanzado por un club de la English Premier League cuando en 2005 cerró sus cuentas con unas pérdidas de 140 millones de libras.
En los últimos cincos ejercicios, las cuentas del Chelsea FC han acumulado unas pérdidas de 475 millones de libras (al cambio actual libra/euro, más de 550 millones de euros). Sin embargo, estos resultados negativos -empleados en la construcción de un gran equipo- han sido capitalizadas por su benefactor temporada tras temporada y, por lo tanto, el club no ha soportado directamente en sus cuentas la financiación, vía deuda, de esas pérdidas anuales. Los 'ultra ricos' sentimentales tienen esa capacidad.
Muchos se preguntan si esto beneficia a la justicia deportiva. Si este tipo de dueños (magnates rusos, árabes, norteamericanos...) no están manipulando de alguna manera la competición. Esta alarma será reconducida por la propia UEFA a través de la Financial Fair Play Regulation donde sólo será posible gastar lo que ingresas. Precisamente esta es la principal debilidad del club.
En la parte positiva, hay que destacar que esas enormes inversiones han dado sus frutos. En la temporada 2009/2010 el Chelsea FC se alzó con su primer doblete en la liga inglesa. También hay que poner en valor las cino semifinales y una final de la Champions League que el equipo ha jugado.
Más allá de sus enormes inversiones (las últimas de Torres y Mata no dejan lugar a dudas), el equipo directivo del Chelsea FC ha sabido alimentar, año tras año, sus cifras de ingresos globales -aunque lejos todavía de cubrir gastos-, lo que le ha colocado como el sexto club de Europa por facturación.
Reveladores son sus contratos con Adidas, proveedor de la equitación deportiva con un contrato valorado en 20 millones de libras anuales o su patrocinador oficial Samsung con un no menos importante contrato de 14 millones de libras.
En relación a sus últimas cuentas anuales disponibles, no es difícil aventurar las importantes debilidades económicas del club. Los ingresos, aun siendo importantes no son suficientes. Todas sus principales líneas de ingresos (abonos, TV y comerciales) muestran un crecimiento sostenido en el tiempo y pueden considerarse robustas y consistentes para el futuro.
Destacan, sobre todo, los ingresos por la venta de los derechos audiovisuales. Primero porque la competición inglesa es la mejor pagada de todas las grandes ligas y luego porque el Chelsea ha jugado sistemáticamente todos los años la Champions League. Solo esta ultima competición le ha reportado de media 27 millones de libras anuales en las últimas 4 temporadas.
Aunque a mi juicio, tanto estos ingresos de televisión como los de abonos y entradas tienen un corto recorrido. Solo un campo nuevo, idea puesta siempre encima de la mesa por Abramovich, podría ayudar a dinamizar futuros ingresos.
Los ingresos comerciales, actualmente cifrados entorno a los 60 millones de libras, tienen otras expectativas. Entre otras, el club esta barajando vender los derechos de namings right de su mítico Stamford Bridge. La valoración podría rondar los 10 millones de libras anuales.
En el lado de los estratosféricos gastos, el colosal gasto en sueldos y salarios que el club abona semanalmente suponen más del 80% del total de ingresos. Un porcentaje muy alejado del ya peligroso limite del 70% marcado por la UEFA. Esta partida alcanza los 200 millones de euros, lo que unido a los gastos por amortización de la inversión en jugadores arroja unas perdidas operativas alarmantes.
En la parte más baja de la cuenta de resultados, la situación es mucho más tranquila. No gana dinero con la venta de jugadores, pero tampoco soporta gasto financiero alguno al no tener deuda en su balance.
_________FÚTBOL, SOCIEDAD ANÓNIMA______________________
Capítulo I: Manchester United: el poder de la marca
Capítulo II: Real Madrid: el glamour de los buenos negocios
Capítulo III: Arsenal: la filosofía 'value'
Capítulo IV: Bayern de Munich: Atracción por la 'máquina bávara'
Capítulo V: AC Milan, la maravillosa paradoja
Capítulo VI: Manchester City, adiós al statu quo
Capítulo VII: Juventus, más fuerte que el fútbol
Capítulo VIII: FC Barcelona, ¿Se puede comprar el éxito financiero?
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