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VALENCIA (ESTHER G. CORONADO). El Instituto Tecnológico de Informática, ITI, es un centro tecnológico especializado en investigación, desarrollo e innovación en tecnologías de la información y las Comunicaciones. Nació en como en 1994 como organización sin ánimo de lucro por iniciativa de la Universidad Politécnica de Valencia, del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva) y un grupo de empresas relevantes del sector informático (IBM y Hewlett-Packard entre otras). Nacido con un componente mas universitario, su evolución lo ha aproximado a la empresa valenciana.
"El objetivo del ITI es investigar, desarrollar e innovar en tecnologías de la información de las comunicaciones para mejorar la posición competitiva de las empresas tecnológicas. La orientación de nuestro trabajo se dirige las demandas de estas empresas, mientras se generan y transfieren los 
conocimientos necesarios para la evolución de la industria y de la sociedad en general", explica Enrique Selma, director de Marketing del ITI. El ITI ha desarrollado proyectos para empresas TIC como Odec, Adapting, Datatec o Sai Wireless y grandes firmas como Consum, Porcelanosa, Keraben entre otras.
73.000 EMPLEADOS
Actualmente el instituto cuenta entre sus asociados con el 93% de las empresas TIC de la Comunitat Valenciana de más de ocho empleados y forma parte de la junta directiva de las principales patronales del sector TIC a nivel regional. Según datos del Eurostat el sector de la informática representa el 5% del PIB de la Unión Europea, un 6% del español y un 6,5% del valenciano, además, en toda la Comunitat da trabajo a más de 73.000 personas, cifras que destacan el potencial de las TIC.
"En la actual situación económica, el papel de las TIC es determinante para la construcción de una economía competitiva. El sector TIC es uno de los más importantes tanto por su contribución al PIB y al empleo como por su aportación a la mejora de la productividad en el resto de sectores económicos" detalla Laura Olcina, gerente del instituto.
MÁS PRIVADO QUE PÚBLICO
El ITI superó en 2010, por primera vez en un ejercicio fiscal, el peso de los ingresos derivados del trabajo con empresas frente al obtenido vía subvenciones. "El 57% procedieron de contratos. De hecho, la facturación del ITI por las empresas creció un 29% y esta cifra es muy importante teniendo en cuenta el contexto de crisis, lo que nos da a entender que estamos haciendo bien las cosas y cada vez vamos a más" detalla Selma. El instituto trabajó para 314 clientes y realizó 171 proye
ctos de I+D+I, de los cuales, el 83% fueron contratados por empresas y el 17% obtuvieron financiación pública (un 40% en cooperación).
"Las empresas nos piden que desarrollemos soluciones para ellas y lo que hacemos es convertir la ciencia en software inteligente", añade. Para ello cuentan con una plantilla de cerca de 160 investigadores, 56 que compatibilizan el ITI con la docencia universitaria y más de 90 plenamente dedicados a la investigación. Su sede se encuentra enclavada en la Ciudad Politécnica de la Innovación, en un espacio dividido arquitectónicamente en dos zonas dedicadas a tareas de gestión y actividades científico-tecnológicas en una superficie construida de más de 1.700 metros cuadrados. Además, el instituto cuenta con una unidad técnica en Alcoy. Sus instalaciones, totalmente adecuadas para la realización de la labor investigadora, están dotadas de laboratorios de testeo de hardware y software, laboratorios de prototipos y aulas de formación.
El departamento de I+D del ITI tiene como objetivo la adquisición y generación de nuevos conocimientos científicos y técnicos en el ámbito de TIC. El desarrollo de la actividad investigadora se lleva a cabo en diferentes grupos de investigación dirigidos y formados tanto por personal de la UPV en el marco del instituto. Además el ITI realiza proyectos individuales y en cooperación con diferentes instituciones a nivel regional, nacional y europeo.
Con todo esto, las actuales líneas de negocio del instituto se centran en la biotecnología, los sistemas de optimización aplicada, la biometría facial, aplicaciones biomédicas, informática industrial y realidad aumentada, entre otras.
NO BASTA CON LA INVESTIGACIÓN
Pero con todo este potenciar innovador, Selma realiza un ejercicio de autocrítica con la esperanza de que con el tiempo, Valencia acabe convirtiéndose en un Silicon Valley. "Hace falta que la gente sepa vender mejor su proyecto, y para eso debería enseñarse ventas en todas las carreras. Es una lástima que los técnicos valencianos desarrollen trabajos fascinantes y piensen que con eso basta, porque lamentablemente no es así. Hace falta una estrategia de comunicación y dirigirse a un público objetivo, un cliente potencial. Además, también debería revisarse la dimensión de vida del desarrollo del producto. Debería acortarse. A menudo, varios equipos acabas sacando el mismo producto, sin plagiarse, sino porque, simplemente, en los dos o tres años que lleva la investigación, a más personas se les ocurre la misma idea. Pero para esto, por supuesto, hace falta mayor financiación".
Por todo ello, en los últimos años, el ITI ha volcado parte de sus esfuerzos en insistir en la necesidad de internacionalización para sus empresas. "Desde el ITI animamos a las empresas y a los demás agentes del sistema a apostar por la I+D+I en TIC, a aprovechar las capacidades de centros tecnológicos, universidades y demás agentes y plantear proyectos ambiciosos en un clima de colaboración y cooperación", detalla Olcina. "A pensar en global y atrevernos a abordar el mercado internacional. Somos conscientes de las dificultades que estas propuestas entrañan en el momento actual pero también estamos convencidos de que invertir en I+D+I es una apuesta ganadora".
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