VALENCIA. Ni un respiro. El nuevo equipo económico del Consell no solo se ha visto obligado a aterrizar como un avión de combate, como reclamó en su día el nuevo presidente de Cierval, José Vicente González, si no que además se ha encontrado con una fuerte tormenta. La crisis de la deuda soberana de los países periféricos de la Unión Europea se ha agudizado esta semana, añadiendo tensión a la financiación de la Generalitat Valenciana.
El contagio de la crisis griega a Italia, Irlanda y España, con las agencias de calificación añadiendo presión con nuevas rebajas, ha disparado las primas de riesgo de los países más débiles de la Unión Europea. El diferencial entre el interés que tiene que pagar España por sus bonos a 10 años respecto al de Alemania alcanzó los 380 puntos básicos el martes, y si bien ayer se moderó hasta los 315, la volatilidad es una muy mala señal para cualquier intento de emitir o renovar deuda.
La preocupación se ha instalado en los gobiernos en general. También, como es lógico, en el valenciano. En declaraciones a ValenciaPlaza.com, el director general de Economía y del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Jorge Vela, reconoció la gravedad de la situación: "La situación actual de los mercados financieros no es positiva, ni para la economía valenciana ni para las economías de nuestro entorno, puesto que hace encarecer y reducir la oferta de crédito".
Vela rechazó, como también lo hizo el Gobierno central, la parte especulativa que llevan aparejados los bandazos e incrementos registrados en los últimos días. "Se ha desatado una espiral en la que prácticamente nadie está exento de verse afectado", explicó el director del IVF, organismo encargado de gestionar y preparar las emisiones de deuda de la Generalitat. "Buena prueba de ello la presenta Italia, que está experimentando un incremento espectacular de su prima de riesgo en los últimos días sin que los fundamentales de su economía hayan cambiado drásticamente", dijo Vela.
Un argumento que compartió con otros responsables políticos tanto españoles, como la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, el comisario para asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, o la portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, que arremetieron contra Moody's por rebajar la calificación a Irlanda por considerarla una actitud "inoportuna e irresponsable". Eso fue antes de que Fitch echarara escaleras abajo la calificación crediticia de Grecia, situándola al borde de la quiebra.
Cada uno de estas zancadillas se traduce en más coste en las emisiones de deuda. España, que ahora paga una media del 3,88% por su deuda, ve como futuras emisiones al precio actual se dispararían al 5,4%. La Generalitat, por ejemplo, vio como el año pasado se encarecían sus emisiones a medida que avanzaba el año. El diferencial sobre el Mid Swap (índice de referncia) pasó de 40 puntos básicos a primeros de año desbocarse, saltando en abril a 115 y en junio a 225.
El propio conseller de Hacienda, José Manuel Vela, en una entrevista el pasado domingo en el diario Levante-EMV, reconoció que no volverán a emitir deuda patriótica por su alto coste. "No me puedo permitir, ni debo porque mi solvencia no lo justifica, lanzar una emisión al 7,5 %. Toda colocación por encima del 5% o del 5,5 % hoy día no es admisible", afirmaba rotundo el nuevo responsable de Hacienda.
Sin embargo, la Generalitat tiene obligaciones que cumplir, si bien el mayor vencimiento este año no llegará hasta final del ejercicio, cuando deba cancelar los bonos minoristas que emitió en diciembre por 1.500 millones. "En este contexto, las dificultades de emisión y de recolocación de la deuda pueden llegar a alcanzar complicadas situaciones para las administraciones públicas y para las empresas", afirmó el director general de Economía.
La solución a esta crisis de ámbito europeo pero con tan importantes repercusiones en la Comunitat Valenciana pasa inevitablemente por Bruselas. "Todo esto pone de manifiesto la necesidad de articular medidas de coordinación entre los diferentes países, ya que resulta prácticamente imposible hacer frente a este tipo de movimientos desde posiciones individuales", explicó Jorge Vela, que confió en que se aborden soluciones en la reunión extraordinaria del Consejo de Europa, para la que aún no hay fecha.
Una opinión similar a la expresada por José Vicente González, el presidente de la patronal autonómica Cierval, que muestra su preocupación tanto por el efecto que tienen todos los movimientos al alza del coste de la financiación para la Generalitat, y por tanto, las consecuencias en el pago a proveedores y en su capacidad de inversión, como para las empresas, a las que también les cuesta más, si lo consiguen, conseguir dinero nuevo o refinanciarse.
"La solución pasa por que exista una unión monetaria y fiscal europea real", reclama González, para quien la falta de coordinación y de política común entre el europgrupo es un handicap muy relevante para solventar el problema. "Es necesaria una cesión de soberanía por parte de los Gonbiernos de la Unión Europea para poder hacer frente de forma firme a situaciones como esta", reclamó González en declaraciones a ValenciaPlaza.com.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.