VALENCIA. Efectivos de la Policía Nacional tuvieron que emplearse a fondo la madrugada del domingo al lunes para sofocar un conato de motín en el Centro de Internamiento (CIE) de Valencia, sito en la calle Zapadores. Según los vecinos, sobre la medianoche comenzaron a escucharse gritos y disparos de armas de fuego.
Según fuentes de la Delegación del Gobierno, el tumulto comenzó cuando un grupo de internos de origen argelino, en torno a 60 personas, consiguió acceder al tejado desde un falso techo. El objetivo era protestar por su situación y evitar ser deportado.
A los pocos minutos, se empezaron a escuchar pequeñas explosiones que, según los testigos, eran disparos de pelotas de goma mientras que desde la Policía se asegura que era simples disparos de fogueo para intimidar. El grupo de internos, había conseguido hacerse fuerte en el tejado de uno de los edificios que conforman el recinto y se negaban a abandonar su posición y se defendían lanzado ramas y lo que encontraban en el tejado. Los bomberos tuvieron que intervenir y, finalmente, consiguieron que bajaran.
El incidente se prolongó durante más de media hora. Según lo vecinos, consiguieron incluso subir un colchón y quemarlo. Una de las pelotas de goma disparada por un miembro de la UIT (Unidad de Intervención Policial) alcanzó a uno de los amotinados y tuvo que ser atendido. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, no hubo heridos.
Los internos argelinos en el CIE de Valencia tienen fama de ser lo más conflictivos. Esto se debe es que son envidados aquí desde toda España para ser deportados desde el Puerto de Alicante. Cuando llegan a Zapadores abandonan cualquier esperanza de volver a la pisar la calle. Algunos de ellos son expulsados incluso sin haber cometido jamás ningún crimen o delito y un simple problema administrativo (perder el permiso de residencia por estar en paro) puede motivar su expulsión.
Se da la triste ironía de que un delincuente extranjero pendiente de juicio no puede ser expulsado ya que hay que juzgarle. En cambio, alguien que no ha cometido ni una falta, sí.
Las instalaciones del CIE en Valencia están en un estado lamentable, según reconocen hasta los agentes que trabajan en él. En estos momentos, hay una campaña pidiendo su cierre. Algunos internos pasan hasta 60 días ingresados, sin derechos a ningún tipo de asistencia ya que no son presos, y luego son devueltos a la calle como si nada hubiera pasado.
Aunque los incidentes de menor intensidad son relativamente frecuentes, este caso ha traído a la memoria la fuga de un grupo de internos que se produjo en septiembre de 2014.
Eres un grandísimo periodista, se nota que te informas al detalle de la noticia antes de escribir y que no te influye absolutamente nada tu colorada inclinación política. Sigue así, llegarás lejos!!!
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