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VENTA, TRASPASO O DESAPARICIÓN

El propietario de trinquet de Pelayo rompe su silencio: "la negociación está estancada"

EUGENIO VIÑAS. 22/06/2015 Jaime Amorós Arnau es el heredero único del recinto deportivo más importante para el "deporte nacional". Vive en Santander desde hace 42 años y aunque se muestra "flexible" ante la situación, asume que las posturas están "alejadas"

VALENCIA.  Hace 92 años que la familia Amorós compró el trinquet de Pelayo. El que es uno de los recintos deportivos más antiguos de Europa, 'la catedral de la pilota valenciana', se alzó en 1868 en mitad de la nada, pocos años después de que la capital de la región perdiera sus murallas. Seis años después de que Demetrio Ribes finalizara la actual Estació del Nord, fue el abuelo del catedrático de Física Aplicada Jaime Amorós Arnau el que, como grana aficionado al "deporte nacional", se hizo con este trinquet.

La familia de Amorós Arnau, secretario de la Casa de la Comunidad Valenciana en Cantabria, ejerció de trinquetera y disfrutó de su afición durante generaciones. Con los años surgió de un lado el Carrer de Pelayo y del otro el de Convent de Jerusalem y el estadio en medio de todo. Hubo que habilitar una servidumbre a modo de pasaje para acceder al mismo, dando rienda suelta durante las primeras décadas del siglo XX a la explosión constructiva y limitando a futuro las posibilidades del trinquet, pero también protegiéndolo.

Hace 36 años fueron las actuales generaciones de la familia Amorós las que encontraron en otra familia de abolengo en la ciudad, la de los Tuzón, un nuevo gestor para Pelayo. Arturo Tuzón, el que fuera también histórico presidente del Valencia CF se quedó con la gestión del trinquet y lo capitaneó hasta años antes de su fallecimiento, en 2010. Su hijo que tomó el relevo y es el actual trinqueter avisó a Amorós de que, antes de expirar su propio contrato de arrendamiento, el 31 de diciembre de 2016, abandonaría su actividad. La propiedad de la gestión, según Amorós, la comparte con su hermano Vicente Tuzón.

JOSÉ LUIS LÓPEZ AL RESCATE

Sin embargo, la pasada semana fue Tuzón el que precipitó los acontecimientos con un ultimátum que avanzó ValenciaPlaza.com. El movimiento, entendido por Amorós como "una medida de presión" sobre la negociación, llevó a que días más tarde Tuzón concretara una fecha concreta para el cierre, el 15 de julio, y Levante EMV publicara el secreto a voces de que José Luis López, el gran mecenas actual de la pilota que ha salvado el match ball financiero al que se enfrentaba Val Net, empresa gestora de los profesionales y sus competiciones.

López ha avanzado medio millón de euros para evitar la quiebra de este deporte profesional, a através de una póliza y quedándose con la gestión del deporte. Aun así, esa posición de control es significativamente horizontal, con una comisión federativa para el entorno profesional en la que hay miembros de la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia y los propios jugadores de las dos grandes modalidades profesionales, las más populares y practicadas: raspall y escala i corda.

UNA NEGOCIACIÓN AL LÍMITE

Ha sido este mecenas, socio de Val Net, el que se interesó por evitar el cierre de Pelayo. Un cierre en el que se suman diferentes ingredientes entre el interés económico y el emocional por no dejar caer a la catedral en el olvido. El primer gran reto a salvar es que la licencia de actividad deportiva no se anule, es decir, que de las manos de la familia Tuzón cuyos herederos más jóvenes no quieren continuar con el negocio, pase a un tercero ya que en caso de cierre habría que recuperar dicha licencia. En caso de tener que iniciar desde cero los trámites para la reapertura habría que asumir unos gastos vertiginosos, tal y como apuntó Tuzón a este diario y como confirma Amorós: "desde los accesos, comprando propiedades anexas, a la insonorización del recinto, que por otro lado se debe abordar igualmente en los próximos años".

Y a partir de este punto, dos soluciones para Pelayo viables: la venta y el arrendamiento a un nuevo interesado. Ese nuevo interesado sería López, que tal y como ha asegurado Amorós a ValenciaPlaza.com viajó recientemente para conocerle en persona: "aun así, las posiciones están muy alejadas. No hablamos de cifras, pero la oferta que ha llegado después está muy lejos de lo que puedo estudiar como viable".

LAS CIFRAS DE LA NEGOCIACIÓN

Actualmente, el propietario paga 3.540 euros de alquiler al mes, según Amorós: "mi pretensión es que el alquiler suba a 4.000 euros, pasados ya unos años de ese precio. No obstante, soy consciente de la situación económica del entorno y he propuesto al interesado que durante algunos años el alquiler se rebaje a 3.000 euros, subiendo progresivamente hasta los 4.000 cuando el mercado inmobiliario de la zona y el precio se recupere", ya que él mismo no cree que "vaya a bajar más el precio del suelo".

En cualquier caso, Amorós es consciente de que el edificio cuenta con un ‘nivel 2' de protección patrimonial, por lo que el trinquet, abierto a su actividad o no, no podrá albergar otra actividad comercial o residencial distinta a la deportiva. Eso sí, combinándose "puntualmente" con otros eventos de carácter público, como los desfiles de la Valencia Fashion Week en una de sus últimas ediciones. Y es en esta situación cuando el propietario reconoce haber hablado de "una posible venta, pero todavía está si cabe más alejada de las posibilidades del interesado por las cifras que se manejan".

Amorós es el único heredero de la propiedad, tras el fallecimiento de su hermana hace cinco años. Desde Santander, la ciudad en la que reskde desde hace 42 años y en la que ha hecho carrera como docente universitario e investigador, reconoce haber pagado recientemente un alto coste por la transmisión de la propiedad "y el valor catastral es de 500.000 euros. De hecho, Hacienda me hizo pagar una parte correspondiente algo superior al valor catastral, un valor de mercado que creo que sería el oportuno para su venta".

LAS ADMINISTRACIONES NUNCA SE INTERESARON POR SU COMPRA

Esa es la posible cifra de venta del recinto, asumible en cualquier caso por las instituciones en cualquier solución de pago si las declaraciones de los diferentes representantes no se limitan a un posicionamiento público o a un tuit. Con el movimiento lanzado bajo los hashtag #SalvemPelayo y #SalvarPelayo en Twitter, no pocos la pilota está desde la semana pasada en la agenda política y ha provocado reacciones de los principales grupos políticos. El nuevo alcalde de Valencia, Joan Ribó, el vicepresidente de Les Corts, Enric Morera, y cargos públicos como el eurodiputado valenciano Esteban González Pons han hecho diferentes declaraciones públicas transmitiendo firmeza a la hora de "trabajar" y "salvar Pelayo". El pasado viernes fue el diario Las Provincias el que aseguró que se habían producido "contactos al más alto nivel entre las fuerzas políticas del gobierno y oposición en el Ayuntamiento y la Generalitat para solucionar la situación".

Foto de Frediesport

Lo cierto es que el propietario, el catedrático Amorós, no tiene constancia de nada de esto. El único interés que conoce es el de José Luis López, "pero nunca he sabido ni ahora ni antes de ninguna intención por comprar el trinquet de Pelayo". A todo ello se entiende que la familia Tuzón ha ejercido de legítima gestora, aunque en este punto y con respecto a la licencia de actividad es Amorós el que lanza una duda inesperada para la negociación: "he pedido que la licencia se haga pública. No tengo claro si la licencia está a nombre de la familia Tuzón, al nuestro, al de ambos... por eso es importante que esto se aclare para continuar con la negociación".

Además de los citados precios del alquiler o el de una posible venta, Tuzón reclama un traspaso por la licencia. Es decir, que el nuevo propietario de la gestión tendría que asumir un pago inicial aunque optase por la opción del alquiler. "Esto supone una barrera en la cuestión de los precios y, aunque creo que mi postura es flexible, para darle salida a la situación, las posturas y las ofertas están muy alejadas". Amorós se muestra dolido por la situación, en la que se le ha mostrado alejado de la ciudad, "cuando prácticamente la visito todos los años, aunque eso no quiera decir que tenga que reunirme con Tuzón".

El catedrático, que se jubiló al inicio de este curso pero mantiene vinculación y despacho en la Universidad de Cantabria, asegura que ha procurado manter "la confidencialidad con respecto al comprador" y añade que no le es ajeno "que el trinquet de Pelayo es un lugar que la sociedad valenciana aprecia". Por la situación de no poder abrir la mano a otras posibilidades del edificio, se acepta de partida que su interés es que siga la actividad de la pilota valenciana, ya sea con un nuevo propietario o con un nuevo arrendatario.

En lo personal, Amorós recuerda las partidas a las que iba con su abuelo y con su tío en un lugar especial para la familia pero del que se alejó tras licenciarse en la Universitat de València y encontrar trabajo en la Unican, que iniciaba su andadura por aquel entonces en Santander. Precisamente en unas semanas vuelve a Valencia para supervisar el final de la remodelación de la casa familiar, casa que asegura "conoce bien Arturo Tuzón". Es posible que un desacuerdo entre ambos y siempre contando con el interés de López se produzca con el trinquet de Pelayo sin partidas en la agenda 147 años más tarde.

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