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VALENCIA. Estamos en campaña electoral. Las ciudades plagadas de carteles, vallas, mupis, abres cualquier medio online y tienes banners, popups y cabeceras de todos los colores anunciando slogans (a menudo intercambiable) y candidatos pero, entre todas esas propuestas que nos lanzan, ¿hay alguna que vaya encauzada a generar políticas de diseño desde la Comunitat Valenciana? ¿Será la ocasión para que los valencianos nos reconciliemos con el diseño?

A nivel gráfico, el recuerdo que nos dejaron las elecciones europeas del año pasado fue que la mayoría de partidos estuvieron faltos de creatividad propia y echaron mano de las campañas de Obama para inspirarse y acabar utilizando la misma tipografía, la Gotham. Ahora, para estas elecciones autonómicas y locales en la Comunitat Valenciana, tan sólo hay dos propuestas de comunicación interesantes y ambas vienen de una apuesta por profesionales del diseño y de la comunicación valencianos.

Pero en cuanto a intenciones sobre diseño, es más importante lo que no se ve que lo que se ve, y como afirmaba recientemente en un artículo Juan José Millás, "en la campaña electoral, como en la vida, influyen más los mensajes ocultos que los visibles". Así pues, dentro de las políticas culturales e industriales de los partidos en sus programas electorales, ¿qué propuestas concretas tienen para defender o reinvindicar el diseño, tanto como herramienta empresarial como elemento cultural?

Por poner en perspectiva, en Valencia hubo un tiempo en el que al sector del diseño se le trató bien. Históricamente coincide con el gobierno del PSPV-PSOE, el partido que más acercamiento mostró por los diseñadores ya fuese por intuición o por una combinación de factores, pero un acierto al fin y al cabo. El IMPIVA fue el gran impulsor del diseño valenciano con una labor en los 80 y 90 que quedó descontinuada con un nexo que se perdió, donde lo que siguió fue el maltrato institucional sistemático del gobierno valenciano hacia los diseñadores profesionales, haciendo oídos sordos de los intereses, necesidades y requerimientos del sector.

Y en este punto en el que estamos, de un declive industrial y sobretodo cultural en la Comunitat Valenciana, llegamos a unas elecciones autonómicas y locales trascendentales, con un panorama político más abierto que nunca y por tanto, se presupone, con propuestas culturales e industriales para todos los gustos. Recientemente, a un mes de las elecciones, La Nau de la Universitat de València organizó un debate de políticas culturales (con representantes del PP, PSPV-PSOE, Compromís, Podemos, Esquerra Unida y UPyD) en el que tan sólo apareció el diseño cuando, desde el público, Rafa Armero como presidente de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana sacó el tema. Desolador.

ACERCAMIENTOS INSTITUCIONALES

La Asociación de Diseñadores ADCV, que este año celebra su 30 aniversario, ha tenido en los últimos 4 años el acercamiento tan sólo de PSPV-PSOE y Compromís interesados por los problemas de los diseñadores valencianos, y durante estas últimas semanas fue visitada de nuevo por ambos grupos además de por representantes de Podemos. «Los tres encuentros de la precampaña han sido propiciados por los propios partidos y siempre les invitamos a que nos conozcan en nuestra sede» afirma María Navarro, gerente de ADCV. La Asociación reconoce que estos acercamientos han sido siempre escasos, pero positivos. «Nos encantaría tenerlos con más asiduidad, porque así es como queremos trabajar, en colaboración, planteando opciones y sugerencias desde el principio y no sólo opinando sobre algo que ya esté decidido. Queremos que quien gobierne cuente con nosotros para conseguir hacer las cosas lo mejor posible».

Y si analizamos los programas electorales de los partidos con opciones de representación en el gobierno de la Comunitat Valenciana, ¿hay alguna intención en cuanto a políticas de diseño se refiere entre sus propuestas?

Veamos.

PARTIDO POPULAR

Entre las 633 propuestas del programa de gobierno de la lista que encabeza Alberto Fabra encontramos una que hace referencia al diseño, pero sólo en lo referente a educación universitaria, en la que dice literalmente: "Crearemos la Universidad de las Artes centrada en la Música, las Artes Escénicas, las Artes Plásticas y el Diseño, para aglutinar en una iniciativa única en España todas las enseñanzas artísticas en la Comunitat Valenciana". ¿Creación de un nuevo modelo autonómico de Universidad? ¿Universidad, suponemos pública, mientras el gobierno central del mismo partido se empeña en recortarla? ¿Solución del problema con los grados en diseño? ¿O sólo un aglutinamiento de centros a modo de campus? ¿Y qué hay de los diseñadores ya formados? ¿Qué hay del fomento o del uso institucional del diseño?

La conclusión es que no entienden el diseño. Ni desde el punto de vista cultural ni como herramienta al servicio de la empresa. Hablar de diseño y Partido Popular es hablar de gúrteles, favores a un sobrino de la alcaldesa que se monta una agencia de comunicación, amantes de consellers con agencias de publicidad o especulativos concursos de diseño. El diseño sólo ha sido tenido en cuenta cuando se ha podido hacer negocio, y de ahí que su calidad haya caído en picado al ser un subproducto más dentro de tramas de corrupción. Los propios políticos han perdido toda sensibilidad por el diseño y los diseñadores valencianos, lo que les ha llevado a prescindir de ellos en pos de aficionados o contactos internos.

Valga como ejemplo de esta falta de sensibilidad y desconocimiento del sector que en la entrega de los Premios Nacionales de Diseño que se celebró hace un par de años en Valencia, las intervenciones del President de la Generalitat Alberto Fabra y de la Alcaldesa de Valencia Rita Barberá fueron unos de los discursos más insulsos, manidos y en los que el diseño brillaba por ser totalmente desconocido y mal entendido para unos gobernantes a los que se les llenaba la boca hablando de innovación, productividad o tecnología.

Mientras en plena campaña electoral el Conseller de Hacienda y la Consellera de Educación y Cultura antepongan dedicar una jornada a reunirse con blogueros "para que cuenten sus inquietudes acerca de un área en constante evolución (sic)" a las invitaciones que han tenido durante la legislatura a sentarse con los diseñadores, la causa estará perdida. En la última gala de los Premios Goya, Antonio Banderas hacía su particular reivindicación a la cultura española para salvar la industria del cine y afirmaba, en un emotivo discurso de agradecimiento, que «la mediocridad es el mayor negocio de nuestro tiempo». Cuánta razón.

PSPV-PSOE

El programa electoral de los Socialistas Valencianos de la candidatura de Ximo Puig menciona en varios puntos a los diseñadores, tanto en lo referente a educación como en cultura. Desde el impulso de las enseñanzas de diseño para todos los ciudadanos a completar el catálogo de titulaciones de los Estudios Artísticos Superiores dentro de los Estudios Superiores de Artes Plásticas y Diseño, y en lo cultural abogan por un pacto a nivel autonómico que implique a la sociedad, a los profesionales y a las empresas, a las universidades y a los partidos políticos basado en el consenso con las asociaciones profesionales.

Además, entre los materiales de campaña generados por los socialistas se menciona el diseño como parte del apoyo a la innovación que realizarían desde el gobierno de la Generalitat Valenciana. Y el mismo Ximo Puig, al ser preguntado al respecto, añade: «Apostamos por su internacionalidad y pondremos los medios necesarios para estar presentes en todos los foros tanto de comercio como culturales». Es en esta filosofía de apuesta por la creatividad, formación y promoción del diseño, donde los socialistas plantean una oposición al gobierno valenciano actual, algo que ya hicieron en sus orígenes. «La Comunitat Valenciana es vivero de grandes diseñadores y el alma del diseño valenciano está en el valor y la modernidad con que ha afrontado los retos industriales» añade Puig, siendo consciente de este pasado reforzando la idea (inexistente en el gobierno valenciano actual) de que diseño no sólo es industria y empresa sino también cultura.

La labor que en los 80 y 90 realizó el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria de la Generalitat Valenciana (IMPIVA, liquidado en 2012) es el único resquicio que queda de una política de diseño en la Comunitat Valenciana. La socialista Ana Botella, en su etapa de jefa de área de Fomento de la Competitividad del IMPIVA y gracias también al trabajo de un gran equipo y de Amparo Sena, llevaron a cabo una idea estratégica con buena base para el diseño gráfico y de producto. «Se dió impulso porque se vió un agravio comparativo con Europa, había que competir y ahí nace la decisión estratégica» explica Botella, consciente de que esas estrategias no se han sostenido en el tiempo. Por aquél entonces la sensibilidad por el diseño surge porque había un diagnóstico, algo que Ana Botella asegura que «no era tan difícil de ver, y soy optimista, ahora hay más sensibilidad de la que parece y ya no se volverá a comenzar desde cero, hay que impulsar la sensibilización en las empresas, que por su modelo de PYMEs no tienen formación al respecto».

Ella misma, al ser preguntada por los retos actuales, insiste en que la visibilidad es clave: «Hay que hacer inventario de recursos que se tienen hoy, ya hay escuelas, hay colectivos y hay herramientas, hay premios nacionales, no hay que perder de vista la vinculación entre innovación y diseño, y es imprescindible utilizar medios de promoción exterior y nuevas tecnologías que antes no teníamos para comunicar». Encontrando un paralelismo con aquellos años, Ana Botella recuerda que «el diseño no es un capricho, es esencial para la estrategia de competitividad de una empresa como ocurría en los años 90». Una lástima que los pasos atrás que se han dado haya sido por prioridades, no por dinero.

COMPROMÍS

Al igual que el PSPV-PSOE, Compromís ha profesionalizado para esta campaña su imagen gráfica, dando así ejemplo en toda una declaración de principios fruto del acercamiento que en los últimos años ha tenido al colectivo de diseñadores valencianos.

En el programa electoral para el gobierno autonómico de Compromís, es gratificante encontrar que diseño aparece ligado a la cultura, e incluso anuncian la creación de un clúster de industrias culturales y diseño para potenciar su internacionalización. En su plan de economía sostenible del apartado I+D+i destacan también el fomento del diseño como herramienta innovadora, y entre sus propuestas culturales para la ciudad hacen también alusión a la formación y a las escuelas de diseño. De nuevo, al igual que los socialistas, todo un combo de cultura, empresa y escuelas.

«Para nosotros proteger y fomentar las industrias culturales como elemento cohesionador de nuestra cultura y forma de vivir es esencial para nuestro futuro. Los valencianos y valencianas tenemos un gran espíritu creativo y desde Compromís asumimos que invertir en industrias culturales es síntoma de inteligencia, porque sabemos que eso revierte en riqueza cultural, social y económica» afirma al ser preguntada por el diseño como elemento cultural dentro de sus propuestas la candidata de Compromís, Mónica Oltra.

También en sus propuestas del programa para la ciudad de Valencia, el candidato a la alcaldía, Joan Ribó, hace un repaso a la problemática de los diseñadores con la cartelería municipal: «Hemos sido los pioneros en diseño gráfico, ilustración y cómic de todo el estado. Y ahora nuestros creativos han de irse o trabajar para otros mercados». A partir de ahí, Compromís se compromete a seguir en contacto con la Asociación Profesional de Ilustradores Valencianos y con la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana para profesionalizar el diseño de sus campañas.

Compromís ofrece casi una decena de puntos en los que alude al diseño, desde la creación de un sistema de becas, la internacionalización, un código de buenas prácticas para la contratación de la administración, los polémicos concursos o los espacios públicos para la cultura, pasando por su campaña de ‘Compromís per les Falles', donde hacen especial hincapié en el diseño como solucionador de varios de los problemas y conflictos actuales de estas fiestas. «El diseño de los carteles editados por el Ayuntamiento de Valencia en sus campañas publicitarias carece de la ambición y calidad que han hecho de la cartelística una seña de identidad de los creadores valencianos» añaden desde Compromís.

PODEMOS

El programa de 645 medidas de Podemos para la Comunitat Valenciana aborda en un par de puntos la temática del diseño, desde su apartado de I+D+i y desde el referente a la cultura. Un gran compromiso entendiendo su reciente nacimiento. Así, la candidatura liderada por Antonio Montiel apuesta por la mejora de condiciones de acceso de las PYMEs al diseño, y se comprometen a potenciar las escuelas superiores de diseño y a las asociaciones de diseño.

Además, Podemos ha sabido acercarse al colectivo del diseño incorporando entre sus círculos a candidatos como Tomás Gorria, Secretario General del círculo Podemos de Rocafort y miembro de la lista de Guanyem per Rocafort, un perfil ligado desde hace años a la comunicación gráfica y al diseño.

CIUDADANOS

Si bien entre las propuestas del programa electoral de Ciudadanos para la Comunitat Valenciana, encabezado por Carolina Punset, no hay ninguna alusión al diseño, entre las propuestas culturales de la candidatura de Fernando Giner para la ciudad de Valencia sí que aparece el diseño como parte de las nuevas industrias culturales a promocionar por la administración, destacando estas industrias creativas y de diseño como base de la reindustrialización en Valencia.

ACORD CIUTADÀ

Aunque en los resúmenes de su web no haya mención alguna a compromisos sobre el diseño, la propuesta autonómica conjunta de izquierdas de Esquerra Unida, Els Verds, Esquerra Republicana y Alternativa Socialista, con Ignacio Blanco como candidato, incorpora interesantes ideas sobre el diseño en su apartado de cultura y comunicación. En su programa hacen alusión explícita a la integración de las enseñanzas artísticas en el sistema público de las universidades valencianas, resolviendo así el problema de la ausencia de una armonización de los estudios superiores de diseño o artes gráficas. También proponen la potenciación editorial de la tecnología digital con especial mención al diseño de los libros y a la regulación y promoción del diseño gráfico en el sector editorial, algo nuevo dentro del resto de propuestas de otros partidos y candidaturas.

Si bien la sensibilidad que ofrecen PSPV-PSOE o Compromís tratando el diseño entre sus propuestas electorales se diluye en el resto de partidos, cualquier mínimo esfuerzo será un gran primer paso que marcará una gran distancia con lo hecho (deshecho) en la Comunitat Valenciana durante los últimos años.

Actualmente ningún organismo público local gestiona las competencias del diseño, un reto para el futuro gobierno de la Generalitat Valenciana demandado por un sector que necesita más política y menos frivolidad. Hace falta gobernantes con sensibilidad por este tema, cuyas raíces son culturales (diseño, señores políticos, es cultura). «La única forma de que en este país se implementen políticas de diseño es que haya un gobierno persuadido de esta necesidad» destaca el diseñador Kike Correcher en un reciente artículo sobre el sentido de las políticas de diseño del que deberían tomar nota cada uno de los candidatos a presidir la Generalitat Valenciana.

Es habitual por desgracia que desde las instituciones el diseño se trate de manera frívola y superficial. Urge un cambio de gobierno por decenas de cuestiones éticas, pero además, para que el diseño se reconcilie con la Comunitat Valenciana.