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VALENCIA. Ciudadanos es la tercera fuerza política en intención de voto según el último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas. De hecho, solo le separa un punto y medio porcentual de la fuerza de voto de los Socialistas Valencianos, en una candidatura comandada por Fernando Giner que en el aspecto cultural tiene tres pilares fundamentales: apoyo a la Llengua, defensa y fomento del valor patrimonial y dinamización de las fiestas, especialmente de las Fallas.

En el caso de la Llengua, Ciudadanos a través de su programa ha querido dejar claro que es una pieza fundamental cumplir con "el artículo sexto del Estatuto de Autonomía". En este sentido la coficilidad reconocida en el Estado de los idiomas se combina con el modelo educativo de la formación: trilingüismo (valenciano, castellano e inglés) en el que la lengua materna es "clara protagonsita".

Por su parte, la actividad fallera pasa a estar regulada a través de un ‘programa específico' con especial atención y dos objetivos muy claros: promocionar y generar economía internacionalizándola y desmantelar una creciente tensión entre falleros y vecinos no falleros por la conciliación de las Fallas durante la semana -o mes- que duran las principales fiestas de la ciudad.  Además de incidir en la integración de convertir a las Fallas en Patrimonio Inmaterial de la Humandiad por la UNESCO, la intención también es la de potenciar profesionalmente la titualción de Artista Fallero y mejorar los aspectos de tramitación y seguros para las comisiones.

TRAMO DE GENERALIDADES

El grueso de las propuestas culturales tiene especialmente en cuenta el patrimonio histórico de la ciudad de Valencia. Para ello, las intenciones de Ciudadanos sobre el papel parten de algunos estándares habituales en este tipo de promesas electorales nada concretos, como "implicar a las diferentes administraciones, la sociedad civil y los agentes económicos" (sin indicar qué agentes) , apoyar "a las asociaciones culturales y coordinar sus actividades" (sin indicar qué asociaciones) o "impulso a la organización de festivales, ciclos y eventos relacionados con la cultura" (sin indicar cuáles, entre los muchos ya activos y emergentes de Valencia).

En lo más concreto, es interesante la idea de que el fomento de la investigación, búsqueda y adquisición del patrimonio audiovisual se tenga en cuenta de forma explícita. En este sentido y en para el resto de archivos documentales públicos y privados, se propone la "promoción de un programa de digitalización de todos estos archivos", algo en lo que otras ciudades llevan años de ventaja (especialmente en el terreno audiovisual).

Aun más interesante es la concreción sobre el "impulso del mecenazgo artístico y la difusión de la cultura por medio de las nuevas tecnologías, compatibilizándolo con los modelos tradicionales". Se entiende que a partir de una ayuda pública concreta o algún tipo de beneficio fiscal (no indicado), la administración municipal trataría de adelantarse a leyes superiores en los niveles autonómico, estatal y europeo.

Para el audiovisual se reserva un epígrafe que merece la pena mencionar, pues se apunta a que se dará "apoyo a la realización de producciones de obra valenciana, primando siempre la calidad de las mismas como único criterio válido incentivador". Con ello se da a entender que hasta ahora han sido otros criterios los tenidos en cuenta, como por ejemplo aquellos derivados del rodaje y exhibición en valenciano. Si así fuera, el aspecto entraría en conflicto con el primero de los puntos de su programa cultural para la ciudad.

A las "nuevas industrias culturales" también se le reserva un ambiguo epígrafe con el recurrente "impulso a programas de promoción", sin entrar en el detalle de escoger algunos de los nombres ya referentes en la ciudad que más impacto mediático han generado durante la presente legislatura.

LAS BIBLIOTECAS COMO PUNTO DE FUGA

La cultura ocupa un 5% del programa de Ciudadanos para la ciudad de Valencia. Dividido todo el en 100 puntos son cinco los que se refieren a los aspectos culturales: la Llengua, la Oficina de Fiestas de la Ciudad, las Fallas, todas las industrias culturales más allá de fiestas y Llengua (todas las de los párrafos anteriores), las "otras fiestas" (Semana Santa Marinera, Corpus, 9 d'Octubre, Moros y Cristianos...) y, por último las bibliotecas municipales.

Es curioso que a las bibliotecas se les dedique un punto entero de atención, especialmente cuando se habla de una ‘ampliación" de "la red actual". Esta ampliación de las bibliotecas se justifica por "las necesidades de los ciudadanos en horarios, especialmente en periodos de examen", pero también por aspectos geográficos y demográficos, cuando la ciudad ha perdido población y las comunicaciones interurbanas han mejorado desde la creación de la mayor parte de estas. De hecho, la propuesta no habla en ningún caso de repensar el uso de las bibliotecas, sino de ampliar su horario y su cantidad, siendo este uno de los aspectos más singulares del programa que defiende Giner por Valencia.