VALENCIA. La forma de actuar del líder del PP y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando pretende forzar la renuncia de algún dirigente es característica. Los desplantes, el abandono político y, de forma más directa, el manejo de datos concretos como las encuestas son algunos de los pasos que suelen darse desde Génova para invitar a la salida al afectado de turno.
Responsables de la dirección nacional como María Dolores de Cospedal o Carlos Floriano han dejado poco lugar a la imaginación en el caso de Madrid y de la Comunitat Valenciana. Hay problemas, dudas, algo que se ha hecho público de forma clara e intencionada: una manera de abonar el terreno por si Rajoy decide finalmente ejecutar los cambios.
Al margen de estos signos evidentes de incertidumbre, los desplantes y el abandono político también han sido notorios en esta recta final de la legislatura autonómica. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha ignorado las grandes reivindicaciones del Consell de Fabra. Por si fuera poco, ni siquiera se ha producido todavía la prometida reunión con los empresarios valencianos y para la que el presidente de la Generalitat intentó mediar. Un ejemplo clarificador del poco peso territorial del líder autonómico que pone de manifiesto el poco compromiso de Madrid con Fabra.
Un trato, el dispensado por Génova y por el Gobierno central, que ha buscado -o al menos ha encontrado- dejar a un presidente valenciano débil, sin amparo en su territorio y tampoco sin valedores en la capital. Una forma de atenuar el impacto que se produciría en el caso de optar por otro candidato a la Generalitat.
¿Quiere decir esto que Fabra no será el cabeza de lista para las elecciones autonómicas de 2015? No necesariamente. Los pasos dados han sido en esa dirección: de hecho, pese a los reiterados intentos de reivindicarse del líder valenciano, el propio jefe del Consell ya se ha resignado a su destino. Ahora, llegará la decisión del máximo responsable del PP: Mariano Rajoy. Si fuera por los ‘pesos pesados' de la formación ‘popular' en la Comunitat Valenciana, Fabra no sería el elegido. Si fuera por varios de los altos cargos de la dirección nacional del partido, así lo señalan diversas fuentes del PP en Madrid, tampoco. Sin embargo, la decisión depende de los intereses de Rajoy de cara a las elecciones generales y, también en cierta medida, de las garantías que ofrezcan otros posibles nombres como candidatos.
Han sido varios los dirigentes del partido que han sonado para ser cabeza de cartel: Isabel Bonig, Rita Barberá, Esteban González Pons, María José Catalá o el propio vicepresidente del Consell, José Císcar. Todos con sus 'pros' y contras dentro de la propia organización y con mayores o menores ganas de asumir la responsabilidad.
EL 'MODUS OPERANDI': AISLAMIENTO Y ENCUESTAS
En cualquier caso, queda también por ver si finalmente Rajoy ordena el relevo cómo se gestará éste: la estrategia clásica, como se vio con Ana Botella, parece dirigida a llamar al líder valenciano a Génova, mostrarle los sondeos en los que no sale bien parado y, a partir de ahí, invitarle a que se eche a un lado de 'motu propio'. Una situación que sometería a Fabra a la penitencia de tener que apartarse de la carrera por ser candidato de forma ‘voluntaria'.
Las posturas de todos los actores están claras en este relato. Solo resta que el director de esta telenovela, Mariano Rajoy, decida a quien desea otorgar el papel principal de la complicada cita de mayo de 2015. Ahora bien, solo en el ‘casting' ya ha contribuido -y mucho- a desgastar la ya imagen de marca en decadencia del PP en la Comunitat Valenciana, una delegación supuestamente clave para Madrid pero que se ha visto notablemente abandonada por el Gobierno central a lo largo de la legislatura.
'de motu propio' está mal dicho. Primero, porque es 'proprio'. Segundo, porque es una locución latina que ya está en genitivo (de iniciativa propia). Por lo tanto decir 'de motu proprio' es como decir 'de de iniciativa propia', lo cual es incorrecto. Se dice 'motu proprio' sin el 'de' delante
La crisis no les deja pagar las ayudas a la vivienda, la farmacia, educación, dependencia.... sanidad más de mil millones de euros en facturas en los cajones, la deuda avanzando desbocada, ..... pero todo el sector público y organizaciones pseudoprivadas tienen de sobra para "las tradicionales recepciones navideñas" : ver primera foto de este artículo (Jiji-Jajá-Jijí) y galería de imágenes. ¿Pero qué están celebrando con dinero público?
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.