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comida del presidente con rus, císcar y moliner

Fabra se rinde y escenifica una frágil tregua con los barones provinciales

X. AGUAR. 13/12/2014 El presidente desiste del documento para avalar su candidatura y refrendar su gestión ante el malestar de Génova y de los barones del PP. El jefe del Consell se resigna y acepta aparcar el debate

VALENCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, cerró en falso este viernes el conflicto que él mismo había creado días atrás con los presidentes provinciales del partido, Alfonso Rus (Valencia), José Císcar (Alicante) y Javier Moliner (Castellón). El fin de la polémica entre los cuatro 'pesos pesados' se resolvió con una comida en el restaurante Valen & Cia en la calle Sorní de la capital y una fotografía conjunta que, no obstante, no pasa de ser la escenificación de una tregua demasiado frágil.

La fase previa a ese momento fue el paso atrás de Fabra en su intención de impulsar un documento que avalara su gestión de cara a reivindicarse como candidato a la Generalitat ante la direción nacional del PP. La iniciativa, promovida por el presidente y tramitada por la coordinadora general del partido, Isabel Bonig, fue rechazada por los barones provinciales, que no están dispuestos a firmar un cheque en blanco a la candidatura de Fabra. Más aún cuando desde Génova, como dejó entrever María Dolores de Cospedal recientemente,tienen dudas de designar al actual presidente valenciano como candidato para 2015.

La escalada de tensión creció a finales de esta misma semana fruto de los mensajes enviados a través de los medios de comunicación, especialmente a cargo de Alfonso Rus. La propia alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aunque aseguró no saber "nada" del documento, pidió este viernes a Fabra "sentido común" y le instó a "no forzar" el "discurrir político". Una clara advertencia de una dirigente con hilo directo con Mariano Rajoy para que el jefe del Consell no siguiera pisando el acelerador en esa dirección.

Con estos mimbres, no había margen para el error en la cita celebrada este viernes. De hecho, Fabra ya se ocupó de tener breves encuentros con Rus y Císcar el jueves para tratar de acercar posturas. Los barones de Valencia y Alicante transmitieron sus discrepancias sobre la medida adoptada, con lo que al jefe del Consell solo le quedaba empezar una guerra abierta o buscar la manera de retroceder de la forma más digna posible. No era fácil. Para ello se hizo público el jueves que ayer se celebraría una comida con la intención de zanjar la polémica: una escenificación de dudosa autenticidad dado que las heridas infligidas en los últimos tiempos han sido profundas. Fabra ha resbalado en varias ocasiones con los barones provinciales: opinando que no deben presidir las diputaciones o rechazando que los alcaldes vayan en las candidaturas autonómicas. Una relación que se ha deteriorado hasta un punto de difícil reconstrucción. 

Fabra rodeado de sus consellers en el acto posterior a la comida con los presidentes provinciales 

Aunque la voluntad esgrimida por Fabra -contra viento y marea- por ser candidato está fuera toda duda, el jefe del Consell se entregó este viernes a su destino. "No podemos estar cuestionándonos de forma permanente algo que lo único que hace es debilitarnos. Al final tomará la decisión quien la tenga que tomar", señaló Fabra, preguntado por si quedaba aparcado el debate de su candidatura. Una realidad, la de que Madrid decide, contra la que el líder del PPCV ha querido luchar sufriendo un desgaste que puede pasarle factura. En lo que se refiere al inicio del conflicto, también reculó el presidente sobre la intención de presentar un documento para avalar su gestión: "El mejor documento es el de hoy (por ayer), la foto de la unidad y del compromiso de las tres presidencias regionales y la regional", aseguró.

En cuanto al contenido del almuerzo, fuentes conocedoras del encuentro señalaron que el presidente apeló a la unidad de todos los 'pesos pesados' del partido y a la contribución de los mismos a la estabilidad de la formación. Los barones del PP, en especial Alfonso Rus, pusieron sobre la mesa alguno de los asuntos sobre el que, a su juicio, el presidente se había equivocado. Pese a la imagen de unidad transmitida posteriormente, las citadas fuentes admitieron que, pese a ser una comida, no fue un encuentro largo y lo calificaron en general de "poco cálido". 

Una manera esta de concluir una dura semana para el presidente Fabra. Las cúpulas provinciales advirtieron del "error" estratégico que suponía insistir con medidas o declaraciones relacionadas con la candidatura a la Generalitat. De ahí se pasó al enfado por el intento de implicación de los referentes del partido en esta misión, que contraviene las directrices de Génova. Al final, todo se salda con una reconciliación bajo los flashes que ha dejado al presidente más lejos de su objetivo de ser candidato de lo que estaba hace diez días.

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2 comentarios

Moniatoooo escribió
16/12/2014 16:33

"La conjura de los necios" que gran titulo para una gran obra.

Renovación escribió
15/12/2014 08:54

Me encanta la foto: aplaudiéndose unos a otros. Así nos va...

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