VALENCIA. Nadie duda de que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, es el referente del Partido Popular en la Comunitat. Una dirigente -la única posiblemente- con autoridad para levantar el teléfono y contactar con el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o encontrarse con él en La Moncloa con honores de jefa de Estado. Ahora bien, la crisis económica y los cambios al frente de la Generalitat en esta legislatura han cambiado el régimen de poder omnipresente que ostentaba la lideresa con Francisco Camps: ahora, las promesas incumplidas de la Generalitat, unidas a las que la propia Barberá ha realizado en los últimos años, han dejado al descubierto un sinfín de proyectos irrealizados -o irrealizables- que amenazan con un ser un símbolo de una etapa dorada que pasó a mejor vida de forma abrupta.
Los socialistas valencianos, con el concejal de Urbanismo Vicent Sarriá a la cabeza, cifran en 1.200 millones de euros los fondos en obras -la mayor parte inconclusas- que el Ayuntamiento de Valencia ha dejado de percibir desde 1995. El Parque Central, la línea 2 del metro y el parking de Brujas, colegios, institutos, centros de salud, la 'nueva' escuela de idiomas, Sociópolis, la vieja Fe, el Plan Confianza... numerosos proyectos que se hayan congelados por la falta de respaldo de la Generalitat (especialmente de la Conselleria de Infraestructuras) y la propia inoperancia del consistorio. Un carrusel de promesas inclumplidas que amenazan con poner fin a 24 años de gobierno del PP en el Cap i Casal. Ahí van algunos ejemplos:
-Obras del Plan Confianza. Al albor de los dos planes E de Rodríguez Zapatero, el entonces presidente Francisco Camps (corría el 2008), imitó la iniciativa anunciando una inversión de 163,8 millones de euros para la ciudad de Valencia. Sin embargo, tan solo se han llegado adjudicar proyectos por valor de 84 millones (algo más del 50%) y de los que se han puesto negro sobre blanco varios de ellos han estado paralizados durante varios meses por falta de pago de la Generalitat a las empresas.
Ejemplo de ello son el centro de mayores de Monteolivete, el polideportivo de Nou Moles en el antiguo pabellón Marcol o el pabellón deportivo de la Fuensanta. Incluso la restauración del patio de cristales del propio ayuntamiento que se pondrán en marcha en breve estuvo un año paralizado. No son los únicos: quedan pendientes otros proyectos como la rehabilitación y equipamientos de la muralla árabe; el alcantarillado de El Cabanyal, la rehabilitación de edificios en la plaza Doctor Collado junto a La Lonja, actuaciones en el monasterio San Vicent de la Roqueta, el jardín de General Avilés y de la Plaza Benimarfull, y la urbanización del entorno del museo de Bellas Artes, entre otras actuaciones.
-Sanidad. Centros de salud pendientes. Hasta cuatro de estas instalaciones -en Avenida de Francia, Mailla, Ciutat Vella y Benimaclet- han aparecido en los presupuestos durante seis años para hacer desaparecer posteriormente las partidas destinadas. Recientemente, y tras tener una valla anunciándolo durante 10 años, han comenzado las obras para el centro de Benimaclet y, a lo largo de 2014, se han destinado 150.000 euros de presupuesto a través de enmiendas para comenzar el proyecto del centro de Malilla aunque la conselleria todavía no ha recibido una cesión de suelo por parte del ayuntamiento para construirlo.
-Las dudas sobre la vieja Fe. El cierre de este hospital ha dejado a todos los barrios del norte de la ciudad sin centro de referencia, según denuncia la plataforma de vecinos constituida que reivindica la apertura de un nuevo hospital en estas instalaciones. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunció en el Debate de Política General que cerrarán el Arnau de Vilanova para reabrir -sin fecha- la vieja Fe, un proyecto con una inversión prometida de 65 millones de euro. A día de hoy, Valencia tiene cinco centros de especialidades que abarcan a una población de 250.000 habitantes cada uno (capital más parte del área metropolitana).
-Educación. Colegios e institutos sin construir o actualizar. La Generalitat tiene actuaciones previstas en una treintena de centros escolares de la capital que no se han realizado. Por ejemplo, según denuncia el grupo municipal socialista, el Colegio Público Tomás de Montañana es el único centro de primaria que ha hecho la Generalitat desde 1995 en los nuevos barrios de la ciudad y está compuesto de barracones. Otro caso sobre el que pone el acento en el PSPV-PSOE es el del colegio público en Campanar Sur, cuya parcela fue recalificada para que la Universidad Católica edifique un hospital privado.
-La 'nueva' escuela oficial de idiomas en Quatre Carreres. Todavía se puede ver la valla que anuncia este centro en la avenida Antonio Ferrandis, cuya inauguración estaba prevista para 2007. El cartel lleva colocado 10 años aunque la Generalitat ya ha renunciado a construirla por el momento.
Según recalca el concejal de Urbanismo del PSPV-PSOE Vicent Sarriá, muchos de estos colegios e institutos además de la propia escuela oficial de idiomas tienen el suelo municipal cedido y la licencia concedida. "Es decir, se han gastado el dinero en hacer el proyecto pero han renunciado a licitar las obras", explica.
-Línea T-2 de metro y aparcamiento de la plaza de Brujas. Este antiguo proyecto se dividió en dos fases: de la primera fase que conecta Pont de Fusta con la calle Xàtiva no existe todavía proyecto. Tan solo está construida la estación junto a parte del polémico aparcamiento de la plaza de Brujas. En la citada estación, se han gastado 27 millones de euros para una infraestructura inutilizada mientras que para el parking de cinco plantas se han invertido 11 millones de euros, si bien faltan 2,2 millones de euros para poder ponerlo en marcha.
El proyecto ha sufrido vaivenes: en 2007 se firmó un convenio para impulsar esta iniciativa que debía gestionar la Generalitat, sin embargo recientemente el Gobierno valenciano selló un nuevo acuerdo con Rita Barberá por el que el consistorio se hacía cargo de sacar a concurso el citado aparcamiento. Este concurso quedó desierto dado que el nuevo concesionario debía hacer frente a los 11 millones que invirtió la Generalitat, los 2,2 millones para concluirlo y 4,7 millones que se adeudan al anterior concesionario. Los vendedores del Mercado Central ya han puesto el grito en el cielo y vienen manifestándose para que se desbloquee la situación.
En cuanto a otras infraestructuras que han caído en el olvido se encuentran el tranvía orbital, que iba a circular por la última ronda de la ciudad para dar servicio a los usuarios del nuevo hospital y ha sido sustituido por un autobús con menor recorrido y la prometida ampliación de la línea 1 del metro, que también llegaría a la nueva Fe pero para la que no hay proyecto todavía.
-La pérdida del contrato programa para el transporte metropolitano. Entre 2004 y 2010, el gobierno central ponía 37 millones de euros anuales para transporte metropolitano si el ejecutivo autonómico, en este caso la Generalitat Valenciana, consignaba lo mismo en sus presupuestos. Nunca se hizo, por lo que se perdieron unas subvenciones para el transporte municipal -en especial la EMT- que otras grandes ciudades españolas sí aprovecharon.
-El Parque Central. Otro viejo proyecto estrella que no termina de arrancar. En 2002 se firmó un convenio entre Fomento, ayuntamiento y Generalitat. El gobierno autonómico debía aportar 75 millones de euros que nunca llegó a desembolsar. Mediada la actual legislatura, desde el ministerio que dirige Ana Pastor se dejó claro que el Gobierno central no estaba dispuesto a abordar el tunel pasante y el soterramiento de la playa de vías, eje principal del proyecto. Meses atrás se licitó una parte relevante de la zona ajardinada pero que no incluye un avance en la resolución de los grandes objetivos del ambicioso plan inicial.
-A la espera del 3er Plan Riva para la rehabilitación de Ciutat Vella. Desde 2003 está pendiente de firmar un nuevo convenio pero ni el ayuntamiento ni la Generalitat se han lanzado a ello, pese a que a juicio de los socialistas hay más de 300 edificios que necesitan rehabilitación, muchos de ellos encuentran vacíos y con mallas protectoras. "Es una imagen que dice bien poco de este referente cultural, patrimonial y turístico, uno de los mayores centros históricos de Europa", subraya Sarriá.
-Sociópolis en La Torre. Para este proyecto, Ayuntamiento de Valencia y Generalitat recalificaron en 2004 un total de 35 hectáreas de huerta para hacer un nuevo barrio que iba a ser, inicialmente, de vivienda protegida en su totalidad. Finalmente se autorizó un 20% de renta libre y se incorporó gran parte de la protegida al precio de venta en régimen concertado (más caro). A pesar de haber recibido nueve millones de euros del anterior gobierno socialista, en convenio firmado en diciembre de 2007, para promover vivienda pública y urbanizar los terrenos, el sector está prácticamente paralizado con apenas un 20% construido de las casi 3.000 viviendas previstas.
-El polémico Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) de l'Albufera. La Generalitat vio como fue anulado su plan por sentencias del TJSCV y del Tribunal Supremo por el uso que se daba a determinados terrenos que pasaban a urbanizables y porque contradecía el PORN. Ahora, ha vuetlo a aprobarse un nuevo documento que, a juicio del PSPV, puede seguir "el mismo recorrido" puesto que se ha sacado adelante sin "participación pública".
-San Miguel de los Reyes. En el año 2000 se aprobó un plan especial para intervenir en el entorno del monasterio, una actuación en la que había competencias municipales y otras de diferentes consellerias. En este caso, ninguna se ha cumplido según denuncia el grupo socialista. El muro histórico de San Miguel de los Reyes está derruido desde hace más de tres años sin que se haya rehabilitado, mientras que los terrenos del monasterio están repletos de instalaciones y casas en ruinas.
Don X. Aguar: es mucho más fácil escribir artículos que dirigir una de las 25 ciudades más grandes de Europa como es Valencia. Le animo a que pruebe a ser alcalde y lo haga mejor que Rita Barberá. Le aseguro que aunque tuviera el doble de presupuesto que ella, usted no lo haría mejor. Nadie quiere a Valencia más que Rita. Y el que diga que no es honesta, que lo pruebe... porque me temo que no lo podrá probar ni en 20 siglos. Rita alcaldesa por siempre. Y lo mejor de todo? que no soy del PP. Pero al césar lo que es del césar.
Esfera Armilar promocionada por la antigua y quebrada cooperativa de vivienda de UGT dirigido entonces por Carlos Soto y que finalizo como el Rosario de la Aurora.La esfera armilar era su proyecto estrella o mejor dicho su proyecto "crematistico" Los proyectos sin finalizar son muchos y sin embargo los barrancónes utilizado como aula proliferaban por todos lado ¿debe quedar alguno todavía por el Saler o no? Alejandro Pillado Marbella 2014
Sobre todo no se olviden a la hora de votar. Fuera ya estos chaPPuzas!
No se olviden de la esfera armilar
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