El vicesecretario nacional de Organización, Carlos Floriano, tropieza con el caso Castedo y evidencia la ausencia de un plan elaborado en Génova para combatir la corrupción
VALENCIA. La dirección nacional del PP, conocida en el argot político como Génova, no lleva una semana para recordar. Las declaraciones días atrás sobre los casos de corrupción de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, asegurando que la formación 'popular' había hecho "todo lo que podía hacer" provocaron miles de reacciones en las redes sociales.
Tampoco estuvo afortunado este miércoles el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, quien en una entrevista radiofónica afirmó que se había abierto un "expediente de expulsión" a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. Unas declaraciones que desde la dirección del partido se corrigieron horas después, puntualizando que era un "expediente informativo" lo que pesaba sobre la citada dirigente.
El último escándalo sobre corrupción, la llamada 'Operación Púnica', con el encarcelamiento del exvicepresidente de la Comunitat de Madrid, Francisco Granados, ha hecho daño al PP. El presidente del Gobierno y líder nacional de la formación, Mariano Rajoy, pedía perdón públicamente días atrás por los casos destapados.
Mientras, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público ayer señalaba que los 'populares' se caen hasta marcar su peor resultado de la legislatura (27,5%), superando solo en 3,6 puntos al PSOE, que se recupera con relación a julio y llega hasta el 23,9%. Podemos se consolida como tercera fuerza con una estimación de voto del 22,5%, siete puntos más que tres meses antes. En cuanto a las preocupaciones de los españoles, el paro se mantiene en cabeza con un 76% mientras la corrupción sigue ocupando el segundo lugar, mencionada por un 42,3% de los encuestados, cuatro décimas menos que en el sondeo anterior.
De los últimos hechos se desprende que en Génova no terminan de tener una hoja de ruta demasiado efectiva para enfrentarse al problema de la corrupción. Una materia que preocupa a los ciudadanos y que, sin ser el único y directo causante de la caída del PP, está contribuyendo a socavar el respaldo que la formación 'popular' obtuvo en 2011. Cabe recordar que la dirección nacional del partido no comparte la llamada 'línea roja' del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, sobre la corrupción. Una doctrina que implica la salida de los cargos imputados en casos de este tipo y que le ha causado no pocos problemas internos. Ahora bien, la sensación en los distintos círculos 'populares' es que el líder valenciano, con poca sintonía con Génova especialmente en los últimos meses, habría ganado algunos puntos de respeto por su postura respecto a este asunto.
Una circunstancia que llega en un momento clave, justo cuando se han elevado las dudas respecto a su futura candidatura. A juicio de distintas fuentes 'populares' y del propio Consell, la preocupación creciente en Génova por los sondeos y la explosión del último caso de corrupción, puede fortalecer la 'línea roja' que ha trazado Fabra a lo largo de la legislatura y, al mismo tiempo, sus posibilidades de ser candidato.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.