VALENCIA. Corría el mes de mayo de 2011 y el actual presidnete de Les Corts, Juan Cotino, aún no estaba acorralado por la Justicia y disfrutaba de su vicepresidencia Tercera del Consell y de la conselleria de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda. Mucho cargo para poca cosa, ya que la parte central de sus competencias, las de Territorio, padecían desde hace años ya los rigores del estallido inmobiliario. Por no moverse no se movía ni el aire en los proyectos de grandes desarrollos urbanísticos que en los años previos tanto suelo recalificaron.
Tal vez por eso, cuando unos supuestos inversores de oirgen árabe se plantaron en su despacho para contarle que tenían un proyecto entre manos, a Cotino le faltó tiempo para lanzar una nota de prensa que decía cosas como esta:
"Varios grupos inversores de Arabia Saudí y el Golfo Pérsico quieren invertir fuertes cantidades de dinero en la Comunitat en distintos sectores, especialmente en ocio, hoteles y zonas residenciales.
Cotino Juan Cotino se reunió este domingo [recordemos, mayo de 2011] con una comisión presidida por el consejero delegado de la sociedad Prince Turki Bin Sa'ad al Saud Trade Co, Osama Amin, para tratar futuras inversiones en proyectos impulsados por entidades de Arabia Saudí en la Comunitat Valenciana.
"Concretamente hay un proyecto en Alzira (Valencia), donde se está barajando la construcción de un campo de golf y unos hoteles importantísimos tipo Hilton que está en fase de estudios técnicos. Estas personas tienen interés en que, si ese proyecto es urbanísticamente viable, invertir fuertes cantidades de dinero para que salga", anunció el conseller ante los medios.
¡Una lluvia de petrodólares! ¡La recupereación del demacrado sector inmobiliario! ¡Inversiones multimillonaras! ¡Alegría! Sin embargo, los meses fueron cayendo uno tras otros y aquel supuesto interés, si es que llegó a existir, nunca llegó a fraguar.
Tal y como publicó ValenciaPlaza en aquella época, el plan era actuar sobre la finca de naranjos que la familia Sos -la fundadora de la arrocera- tiene en Alzira, lindando con La Valldigna. Una ingente cantidad de hectáreas que debían ser un resort de lujo.
Es curioso como los políticos a veces no se aguantan. El plan era eso, una idea a estudiar, pero Cotino quiso sacar pecho y tiempo le faltó para apuntarse la medalla de una fuerte inversión que nunca llegó. En la finca de Sos siguen cultivando naranjas.
Sirva este recordatorio para abrir, como ya hizo este periódico, la sección 'La semana zombie'. Aprovechando el descenso de la actualidad por la fuga estival de políticos y empresarios, no está de más recordar que hay veces que tal vez hubiera sido mejor que estuvieran de vacaciones.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.