VALENCIA. Los movimientos del secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, para proyectarse en el ámbito estatal se han acentuado en los últimos días. El ecuentro, primero en Sevilla con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y este miércoles con el máximo responsable del PSC, Pere Navarro, tienen un componente estratégico indiscutible para diversas fuentes socialistas al margen del puramente político.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha venido debilitándose paulatinamente desde que ganara por un puñado de votos el congreso federal del PSOE a la exministra Carme Chacón, con quien estaba alineado Ximo Puig. Su pírrica victoria, lejos de estabilizar y fortalecer a la formación socialista, ha conllevado un ruido de sables apenas audible pero permanente en las entrañas del PSOE.
Al margen del asunto principal del encuentro entre Puig y Díaz, el modelo de financiación, había una segunda lectura en el ámbito orgánico no menos importante: el fortalecimiento de una alianza entre dos federaciones potentes como la andaluza y la valenciana frente a un cada vez más debilitado Rubalcaba.
Este vínculo, que Puig ya había trabajado con José Antonio Griñán como presidente, alcanza sus mayores cotas de sintonía justo antes de un difícil examen para Rubalcaba como es las elecciones europeas. De hecho, según aseguran fuentes socialistas, un mal resultado en los comicios podría situar al secretario general del PSOE al borde del abismo político. Es más, experimentados dirigentes apuntan a que no es descartable ante una debacle en las urnas que pueda forzarse un congreso extraordinario del partido. Para esta eventualidad, una alianza entre socialistas andaluces y valencianos sería determinante.
Así, y pese a que el encuentro entre el PSOE-A y el PSPV se centró en la financiación, la cita se amplió más allá de los propios líderes. Puig se acompañó para la misma del jefe de Gabinete, Arcadi España, del secretario de Organización, Alfred Boix, así como de expertos en economía como el diputado Julián López o el profesor José Antonio Pérez, representante del PSPV en la elaboración del informe en Les Corts sobre la reforma del sistema. Fuentes socialistas subrayaron a este diario que, al margen del asunto económico, la intención es mantener una vía de comunicación permanente en clave orgánica. Y en este contexto, a nadie escapa que el poder andaluz es el más relevante del socialismo español.
Este miércoles, por otro lado, Ximo Puig acompañará en un acto en Barcelona al líder del PSC, Pere Navarro, con quien ha compartido tesis federalistas. Un camino político que el líder valenciano ha defendido en repetidas ocasiones en los últimos años. Tampoco escapa que este encuentro tiene un marcado carácter orgánico: resulta significativo el apoyo de Puig a un dirigente que atraviesa momentos delicados al frente de una federación que también se ha mostrado crítica con Rubalcaba en el pasado.
DEFENSA DE UNA REFORMA CONSTITUCIONAL QUE REFLEJE LA COBERTURA DE LOS SERVICIOS BÁSICOS
En cuanto al encuentro entre Puig y Díaz, uno de los asuntos principales sobre los que giró el encuentro fue el modo de reformar el actual sistema de financiación. En este punto, socialistas andaluces y valencianos coincidieron en la necesidad de que exista una reforma constitucional que refleje la cobertura de la Educación y Sanidad.
Así, ambas federaciones se emplazaron a una futura reunión para fijar posturas antes del próximo encuentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Pese a que a esta cita no acude el PSPV dado que lo hace el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, del gobierno del PPCV, puede encontrarse gracias a los socialistas valencianos a un inesperado aliado en Andalucía.
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