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VALENCIA. El Gobierno valenciano que preside Alberto Fabra sigue atravesando momentos difíciles en esta legislatura. Como aseguran fuentes del Ejecutivo, ya se han tomado las "grandes medidas y decisiones" del mandato en lo que se refiere, principalmente, a los ajustes a la búsqueda del equilibrio presupuestario.

El problema del Consell, no obstante, radica en las dificultades para sacar adelante planes, iniciativas o medidas que tengan cierto impacto público y mediático sin que ello suponga una inversión económica relevante. Además del parón propio de un momento de la legislatura en la que las elecciones autonómicas se encuentran a más de un año de distancia, la realidad es que las propuestas o iniciativas legislativas desde las distintas consellerias escasean.

De hecho, como ya informó este diario, viernes tras viernes ha venido repitiéndose la comparecencia casi siempre en solitario del vicepresidente del Consell, José Císcar, con una recopilación de acuerdos cada vez más adelgazados y dotados de medidas de poca relevancia.

Con este escenario, el Gobierno valenciano ha decidido cambiar su estrategia de un tiempo a esta parte. En tres de las cuatro últimas semanas, la soledad del portavoz ha sido sustituida por el acompañamiento de uno o incluso dos compañeros del Ejecutivo con el objetivo de anunciar principalmente medidas carácter legislativo o que conlleven inversiones mínimas.

Así, el pasado 7 de marzo Císcar compareció con la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, quien no pasaba por la rueda de prensa de los viernes desde junio de 2013. La responsable autonómica se encargó de presentar el Proyecto de Ley de Puertos de la Generalitat. Una legislación que impulsa la privatización de las zonas portuarias dependientes del Gobierno valenciano de la quedan fuera los clubes náuticos deportivos.

El siguiente pleno del Consell, celebrado en vísperas de Fallas, fue extremadamente ligero por lo que el portavoz del Ejecutivo compareció en solitario. En él se aprobó el Proyecto de Ley de Vías Pecuarias de la Comunitat. Sin embargo, pasadas las fiestas, el regreso a la normalidad en las ruedas de prensa trajo una nueva puesta en escena conjunta, esta vez a cargo de Císcar y del conseller de Economía, Máximo Buch. Éste último se encargó de presentar el proyecto de ley para la modificación de la Ley de Cooperativas.

Este pasado viernes, Císcar tampoco llegó solo a la sala de prensa del Palacio de Fuentehermosa. En esta ocasión le acompañó la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, y de nuevo Máximo Buch. La primera se encargó de anunciar la aprobación del III Plan Director de la Cooperación Valenciana 2014-2017, dotado con 3,3 millones de euros anuales para apoyar intervenciones en países empobrecidos. En cuanto al titular de Economía, se encargó de anunciar una reducción media del 17% de las tarifas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en la Comunitat Valenciana, primera rebaja que se realiza desde 1997.

Este nuevo impulso a las comparecencias conjuntas con cuestiones que, en líneas generales, tienen un perfil más bien discreto, reflejan un cambio de estrategia por parte de Presidencia de la Generalitat, que busca un aumento de la implicación de las diferentes consellerias para dotar de mayor empaque -aunque solo sea por mera presencia- a los plenos del Gobierno valenciano que en los últimos meses han carecido de 'punch' y se han reducido, principalmente, a una sesión de puro y duro interrogatorio al portavoz del Ejecutivo, José Císcar.

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