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MADRID. Sabadell, Bankia y La Caixa, las tres entidades que han asumido el grueso del sistema financiero valenciano, han empezado a competir de forma seria por el mercado de la Comunitat Valenciana después de completar los procesos de integración de los negocios de CAM, Bancaja y Banco de Valencia respectivamente. La ronda de presentación de resultados anuales de las tres entidades, que se completó este lunes en Madrid con Bankia, ha puesto de manifiesto que el grueso de la reestructuración de la banca valenciana ya ha concluido y que toca entrar en la siguiente fase.

La reordenación del sistema financiero de la Comunitat Valenciana ha vivido tres etapas casi calcadas, aunque separadas en el tiempo, en las tres entidades afectadas: la asunción de la pérdida de confianza y, por tanto, de clientes y fondos, en el momento de la intervención, el proceso de freno de esa sangría de clientes y, finalmente, el ataque decidido al mercado.

Por ese camino ha discurrido ya SabadellCAM, la franquicia del banco catalán que se quedó la antigua caja valenciana. Es la que más ha avanzado en estos años de cierta confusión de clientes -tanto particulares como empresas- gracias a que fue la primera que protagonizó la ruptura de sistema financiero valenciano. Superada la fase de fuga de clientes de la vieja CAM, la territorial dirigida por Jaume Matas, se centró en captar nuevos clientes, especialmente en el territorio Bancaja. 

Una muestra de ese política es que en 2013 el banco que preside Josep Oliu incrementó en 57.781 el número de clientes en las tres provincias. El dato tiene especial relevancia en Valencia y Castellón, territorios en los que CAM tenía una menor presencia y en los que Sabadell ha logrado hacerse con 27.914 nuevos clientes particulares y 7.732 empresas.

SabadellCAM protagoniza la versión más avanzada de esa competencia que se antoja feroz en el territorio valenciano. Ya reestructuró toda la red de oficinas y renovó todo su equipo directivo, poniendo al frente del negocio CAM a los responsables históricos del Sabadell en la Comunitat. Matas se ha convertido en un referente para el sector empresarial.

EL AÑO DE BANKIA

Pero si en el último ejercicio Sabadell ha tenido cierta ventaja, en 2014 entra en juego Bankia. El banco que asumió el negocio de Bancaja quiere recuperar el protagonismo que tuvo en el pasado. José Ignacio Goirigolzarri, en la rueda de prensa de este lunes, reconoció que la crisis de la entidad le supuso la pérdida de medio millón de clientes en toda España. La pérdida de reputación y la incertidumbre sobre su futuro afectaron a la clientela que buscó refugio.

Pero Bankia también ha tenido más problemas que el Sabadell a la hora de definir a su equipo definitivo en la territorial valenciana. Tras un periodo de cierto interinaje de Antonio Soto, procedente del equipo de Rodrigo Rato, Bankia ha puesto al frente de su segundo mercado a Miguel Capdevila. Junto a José María Martínez, responsable del negocio de empresas, forma el tándem que debe recuperar el negocio perdido especialmente en Valencia.

Procedentes ambos de Bancaja, Capdevila y Martínez cuentan con el apoyo firme de la cúpula de la entidad en Madrid. Concluída la reestructuración de la dirección y de las oficinas, Bankia aspira a recuperar toda la cuota que tuvo en Valencia, la zona más afectada por la crisis de la entidad, según confirman fuentes del banco.

LA CAIXA, EN LA SEGUNDA ETAPA

Del trío de los nuevo señores del dinero en la Comunitat Valenciana es La Caixa la que tiene un recorrido pendiente. La compra de Banco de Valencia fue la última operación que se formalizó. Aunque la entidad que preside Isidre Fainé ha acelerado al máximo el proceso, lo cierto es que aún nota las consecuencias de una profunda reestructuración de su red valenciana.

La Caixa ha tenido que cerrar, fruto del acuerdo de compra, prácticamente el mismo número de oficinas que tenía Banco de Valencia. Como reconocen las dos entidades que ya han pasado por ello, cada vez que se cierra una sucursal se pierden clientes.

Además, a La Caixa le ha surgido un problema entre los empresarios valencianos, que se quejan de que no está dando crédito. Al menos como lo hacía el banco. Esta también ha sido una situación recurrente en los procesos que le han precedido. Entra dentro del coste de la reordenación del negocio y es, por tanto, parte de esa etapa que la entidad catalana debe recorrer.

En todo caso, como ocurrió con Sabadell, La Caixa juega con la ventaja de que el equipo directivo en la territorial ya está consolidado. Es el dirigido por Bibiano Martínez, responsable de limar las asperezas que han surgido con la absorción de Banco de Valencia.