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FOTO: EFE/Andreu Dalmau
BARCELONA. Hay algo que no acaba de encajar en la relación entre La Caixa y el tejido empresarial valencia. Al menos eso se desprende de las tiranteces que se evidencian en más de una ocasión entre unos y otros. Hace unos días, el presidente de la patronal provincial valenciana (CEV), Salvador Navarro, en una conferencia lanzó un mensaje que tenía un destinatario no por mención sino por omisión.
"En el futuro habrá que recordar qué banco está dando crédito a las empresas. Ahora están dando crédito el Sabadell y Bankia", dijo Navarro. En esa lista la omisión más relevante, por lo que tiene de emblemático el extinto Banco de Valencia, era La Caixa. El banco que preside Isidro Fainé se ha quedado el negocio de la centenaria entidad financiera fundada por los burgueses locales.
"¿Qué le parece esas declaraciones?", le preguntó ValenciaPlaza.com a Isidre Fainé este viernes en Barcelona aprovechando un corrillo relajado con periodistas tras la presentación de resultados. "¡Pero si acabamos de firmar un convenio con la Cámara de Comercio de Valencia con una línea de crédito para las empresas de 2.000 millones de euros!", replicó el veterano cajero. "Pues ya ve...", siguió la conversación. "Mira, si los empresarios valencianos quieren créditos, que vengan y lo pidan", zanjó Fainé.
El presidente de Caixabank es un hombre serio y parece que encaja con dificultad las críticas que se hacen al banco en Valencia. Ya ocurrió el año pasado en un acto similar al celebrado este viernes en la sede de La Caixa en la Diagonal de Barcelona. En la entidad no entendían entonces porqué las críticas a la crisis del banco se cebaban en ellos, que evitaron la desaparición de la entidad, en lugar de hacia quienes propiciaron su quiebra.
"Yo tengo una relación excelente con los valencianos", dijo Fainé cuando se le inquirió sobre si mantenía esa sensación de desasosiego del año anterior. Pero las palabras de Navarro apuntan a otra dirección En todo caso, la economía valenciana está condenada a entenderse con una entidad que tiene una relevante cuota de mercado en la Comunitat Valenciana y que, con Bankia y Sabadell, se disputan una hegemonía que dejaron perder Bancaja, CAM y Banco de Valencia.
DUPLICA BENEFICIOS PERO REDUCE EL CRÉDITO
CaixaBank obtuvo en 2013 un beneficio neto de 503 millones de euros, un 119 % más que en 2012, gracias principalmente a las plusvalías por operaciones corporativas y a los créditos fiscales y a la plena integración contable y tecnológica de Banca Cívica y Banco de Valencia.
CaixaBank ha mejorado en el último año su margen de intereses un 2,1%, hasta los 3.955 millones de euros, aunque han caído tanto el margen bruto como el de explotación, que refleja la actividad operativa del negocio.
En concreto, el margen de explotación se reduce un 41,8 %, hasta 1.846 millones, en parte por los costes extraordinarios derivados del proceso de reestructuración de la plantilla tras la integración de Caja Cívica y Banco de Valencia, mientras que el margen bruto disminuye un 1,6 %, hasta 6.632 millones.
El resultado antes de impuestos del banco vuelve a ser negativo en 713 millones en 2013, frente a los 62 millones del año anterior. No obstante, la entidad se anota créditos fiscales por valor de 1.208 millones, lo que sitúa el resultado neto en 503 millones.
La cuenta de resultados de 2013 refleja también las plusvalías que ha obtenido CaixaBank por la venta de algunos de sus activos, como el 51 % del negocio de gestión inmobiliaria (255 millones brutos) o del negocio de seguros de no vida procedente de Banca Cívica y Banco de Valencia a SegurCaixa Adeslas (79 millones brutos), según ha explicado el consejero delegado del grupo, Juan María Nin.
Por contra, las pérdidas por deterioro de activos han ascendido a 4.329 millones, casi un 10 % más que en 2012. CaixaBank ha destinado en el último año a dotaciones un total de 7.501 millones de euros, en línea con el ejercicio anterior, de los que 4.994 se han registrado contra resultados.
La actividad crediticia, la clave del debate en estos momentos, descendió un 5,6%. En dinero eso supone que La Caixa tenía prestados a final del año 12.980 millones menos que en diciembre de 2012. "Es un síntoma de que el desapalancamiento continúa", explicó el consejero delegado.
Solo en los créditos al consumo se ha notado una mejoría. En el resto todo son rebajas. El crédito a particulares cayó un 1,2%. A las empresas descendió un 12,5%, con especial incidencia en los promotores inmobiliarios. El sector público también se redujo un 22,7%. "A pesar de ello, en doce meses se realizaron un millón y medio de operaciones por 83.400 millones de euros", matizó Nin para dejar claro que sí que hay créditos nuevos. Otra cosa es que las empresas lo vean igual.
Es lo que hay. Los valencianos por culpa nuestra y solamente nuestra, tenemos lo que nos merecemos. El sistema empresarial valenciano en manos de la banca foranea a expensas de intereses politicos. No a los partidos nacionales que nos estan debilitando como pueblo.
Davant de Madrid -Bankia- submissió i complex d'inferioritat; davant de Barcelona -La Caixa- animositat i ressentiment. No és més que el resultat de les actituds treballades a consciència per les elits valencianes i els partits que les representen.
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