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resolución de conflictos

La mediación llega al mundo fallero

E.PASTOR. 20/01/2014 Alternativa GC, la empresa impulsada por tres emprendedoras valencianas para resolver desacuerdos fuera de la vía judicial, abre un nuevo servicio para asuntos falleros

VALENCIA. La mediación se está convirtiendo en un recurso para solucionar los conflictos entre vecinos tras la subida de tasas judiciales que se produjo hace más de un año. Ésta produjo un efecto disuasorio y dejó fuera a los que menos dinero tenían. Por este motivo, tres emprendedoras abrieron Alternativa GC, una nueva empresa dedicada exclusivamente a resolver desacuerdos fuera de la vía judical.

Ahora, tras pisar el terreno, han decidido abrir un nuevo servicio de mediación para conflictos falleros tras observar que parte de los desacuerdos de vecinos se producían por estos. "Las Fallas se ha convertido en una temática habitual" explica Teresa Mayordomo, la abogada que impulsó el proyecto junto a Sandra Merchán Fernández, trabajadora social y Cristina López, psicóloga.

Conflictos socioculturales como la quema de una falla con motivos hindúes, los ruidos de los casales, los olores, los conflictos con los vecinos, los problemas dentro de la misma comisión fallera o artistas falleros que prometieron un monumento y luego se recibió otro. La lista de preocupaciones que pueden surgir es larga, y por eso han decidio también focalizarse en este nicho.

"Aquí tenemos una cultura de denunciar o de no hacer nada, o blanco o negro, pero en medio tenemos una bonita escala de grises" explica Teresa. "Intentamos resolver los conflictos atendiendo más a sus necesidades que a sus posiciones" apunta, y es que en el este modelo no hay ni vencedores ni vencidos, sino más bien acuerdos.

Son muchas las asociaciones de vecinos que se quejan de la dificultad de abordar por la vía judical conflictos en las fincas debido a que en gran parte de las ocasiones las tasas son superiores a lo que realmente se reclama. Por este motivo, la mediación es un remedio que favorece a las partes y es menos costosa.

Según explica Teresa, los procesos suelen tener una duración de uno a tres meses. "Son más económicos, más rápidos que la vía judicial y el coste emocional y sufrimiento de las personas es mucho menor" apunta. Sobre la efectividad de estos métodos, destaca que en el 90% de los casos se suele llegar a un acuerdo y asegura que siempre trabajan para que sean "realistas". Además, explica que las partes se sienten comprometidas con el acuerdo y cumplen.

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