VALENCIA. La condena de cuatro años de cárcel por delito fiscal al exlíder provincial de Castellón y expresidente de la Diputación Carlos Fabra hecha pública este lunes ha llegado en un momento inoportuno para el actual jefe del Consell, Alberto Fabra.
La sentencia, emitida este lunes, se ha producido un día antes de que el líder valenciano comparta mesa con Mariano Rajoy en un acto público en Madrid en el que el jefe del Consell espera un espaldarazo a las políticas llevadas a cabo en la Generalitat y a su candidatura de cara a las elecciones autonómicas de 2015.
La condena ha tenido un efecto boomerang para el jefe del Consell. Si la línea roja contra la corrupción dibujada por el presidente desde el principio de su mandato ha sido flexible con un dirigente ese ha sido Carlos Fabra. Con un proceso judicial de casi una década e imputado desde años atrás, el líder del PPCV no alzó la voz para pedirle que abandonara la presidencia del partido. Y allí permaneció hasta que se hizo a un lado en el congreso de julio de 2012 para que su puesto lo ocupara Javier Moliner.
Esta comprensión contrasta con la mano dura que Alberto Fabra ha aplicado a cargos del Consell que han sido imputados en diversas causas judiciales, cuya salida del Ejecutivo, ya fuera vestida como renuncia voluntaria, ha sido inmediata en la mayoría de los casos.
Sin embargo, y con la bendición de Alberto, Carlos Fabra fue líder provincial del PP hasta mediados de julio del pasado año y se mantuvo en un cargo dependiente de la Generalitat hasta el tiempo de descuento, jactándose de ello además. Así, el último puesto de estas características que abandonó fue la presidencia del Aeropuerto de Castellón (Aerocas), que dejó en marzo de 2013 tras conocerse la apertura de juicio oral por el caso Naranjax.
Ahí sí que el presidente de la Generalitat telefoneó a Carlos Fabra para transmitirle la conveniencia de que dejara el cargo: curiosamente, el barón del PP de Castellón se había ido por la tangente horas antes al ser preguntado ese mismo día sobre si dejaría el cargo. "Que hagan lo que crean conveniente. Es una cuestión que no depende de mí, sino de ellos", afirmó. Posteriormente, se permitió un último coletazo al afirmar:"Dejé Aerocas porque quise".
El PPCV fracasó en su intento de ‘vender' la acción de Alberto Fabra como una muestra de autoridad. No solo se había mantenido a un dirigente imputado durante años al frente del partido y de Aerocas, sino que al final, era la justicia la que había empujado al máximo responsable popular a tomar una decisión. Una circunstancia que se ha repetido en diversos casos, como por ejemplo el de Rafael Blasco, revelando así que los golpes de autoridad se dan cuando los tribunales dictan que no hay salida.
Por si las concesiones habían sido pocas, todavía restaba un error estratégico importante a cometer por el presidente, quien acudió a un acto de la Cámara de Castellón a dos días del comienzo del juicio. Resultado: una fotografía abrazando a un Carlos Fabra a punto de sentarse en el banquillo. De aquellos polvos, estos lodos.
Con estos antecedentes, la misión del jefe del Consell es que esta decisión judicial no empañe el acto con Mariano Rajoy en la mañana de hoy. Los puntos fuertes de Alberto Fabra serán los habituales en su discurso, que combinará las reformas y medidas llevadas a cabo por la Generalitat con reivindicaciones como la remodelación del sistema de financiación.
No obstante, en este desayuno informativo organizado por Europa Press y en el que Fabra estará arropado por sus ocho consellers, se esperan preguntas difíciles para el líder valenciano referentes al anunciado cierre de RTVV, a su futura candidatura a la Generalitat y, por supuesto, a la condena a Carlos Fabra.
"CARLOS FABRA YA NO OCUPA NINGÚN CARGO"
Pese a que esto no limpia el borrón en el discurso de Alberto Fabra sobre la corrupción, los populares valencianos estuvieron esta vez más frescos de reflejos a la hora de las reacciones, algo por otra parte lógico dado que se esperaba que esta resolución llegara en cualquier momento. Alberto Fabra se limitó a afirmar que las sentencias "hay que acatarlas y ya está", para puntualizar que el expresidente de la Diputación "ya no ocupa ningún cargo dentro de la administración ni ningún cargo político" y, en consecuencia, "difícilmente puede tener ninguna responsabilidad política. Ya la ha tenido".
En una línea similar se mostró la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien recalcó que Carlos Fabra "hace ya tiempo que no tiene ninguna responsabilidad orgánica en el partido", si bien recordó que esta "no es la última sentencia".
A estas declaraciones se unió la baja voluntaria del PP por parte de Carlos Fabra, que se llevó a cabo en la misma mañana de ayer, al mismo tiempo que el expresidente provincial anunciaba que recurrirá al Tribunal Supremo al considerarse "inocente". Otra de las reacciones fue la de la Cámara de Comercio de Castellón, donde Carlos Fabra ocupa el puesto de secretario general, que emitió un breve comunicado en el que resaltó que la condena "no altera el normal desarrollo de la actividad habitual" del dirigente.
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