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VALENCIA. Una decisión como el cierre de una televisión y radio autonómica debe ir acompañada de una estrategia política. Los movimientos del Consell, la comparecencia de Alberto Fabra y los mensajes no oficiales enviados desde partido y gobierno, forman una gran bola que la sociedad deberá 'tragar', si es que se anima.

Para ello, desde el entorno de Fabra se trazó un plan estratégico que se activó hace escasas horas y que, para la precipitación de los acontecimientos, podría decirse que está razonablemente bien diseñado. Al menos para los interes del PPCV. Aquí van algunas claves:

REPARTO Y CONCENTRACIÓN DE CULPAS

1- Encontrar un culpable político de la gestión del ERE. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se sacudió la responsabilidad y la distribuyó de diversas maneras durante su comparecencia en la mañana de ayer. La 'agraciada', escudándose en sus decisiones en el proceso, fue la directora de RTVV, Rosa Vidal. 

2- Culpables dentro del ente. Fabra también disparó a las organizaciones sindicales por no haber llegado a un acuerdo. "Hubo propuestas de negociación encima de la mesa a las que los sindicatos dijeron que no", subrayó, para añadir, que algunos "tendrían que asumir sus responsabilidades". Cabe recordar que el ERE se acordó unilateralmente y se aprobó en un Consejo de Administración que finalizó de madrugada. Los sindicatos denunciaron que no se había agotado el plazo legal de consultas.

3- Otros responsables secundarios. El jefe del Consell, de forma menos clara, aludió sin citarlas -y solo al ser preguntado- a las consultoras (PwC y Garrigues) que habían llevado distintas partes del proceso o la previa del mismo. Ahora bien, en este punto, se limitó a señalar que el Consell analizaría la sentencia que anula el ERE y estudiarían pedir responsabilidades a estas empresas por si se habían producido errores. Algo que, salvo que en Presidencia quieran abrir nuevos frentes, quedará en agua de borrajas.

4- Mensaje sencillo y claro que la gente entienda y consuma fácilmente. "No voy a cerrar un colegio o un hospital para mantener Radiotelevisión Valenciana", subrayó. Demagógico, pero podría funcionar. Con este criterio, si el Consell destinara mañana fondos contra el picudo rojo, se podría informar de que el Gobierno valenciano prefiere las palmeras a los hospitales y los colegios.

5- "La herencia recibida" Este mensaje (inventdo en su día por Eduardo Zapalana cuando se refería al Gobierno de Joan Lerma)  no se transmitió públicamente por Fabra, más allá de citar que los gastos de personal en 2011 fueron de 73 millones de euros, algo "inasumible". Cierto es, que cuando el PP llegó al poder en 1995 las nóminas se cubrían con 25 millones de euros y son los gobiernos de este partido los que han disparado el gasto y endeudado de forma brutal (más de 1.200 millones de euros) al ente público. Así, como ocurre a menudo con determinados problemas arrastrados en el Gobierno valenciano, se acusa en privado a la gestión anterior con Francisco Camps al frente de la Generalitat, aunque sin asumir una responsabilidad colectiva como partido.

ARGUMENTO CENTRAL: INVIABILIDAD

6- El problema económico. "No tenemos 40 millones de euros para satisfacer la readmisión", recalcó Fabra en su comparecencia. Al margen del reparto de responsabilidades en el fracaso del ERE, la inviabilidad económica es la causa central del cierre del ente público según el Consell. Para el Gobierno valenciano, tanto readmitir a los trabajadores y repetir -si pudiera-el ERE, o recurrir la sentencia, supondría, al final de la carrera, un mayor coste económico y tal vez político que el cierre. Pero hablando de viabilidad, y por recordar algún hecho relativamente reciente, la Generalitat tuvo que asumir unos 35 millones de euros de deuda de Valmor por el Gran Premio de Fórmula 1. Valmor se consideró más importante entonces, no que RTVV, sino que los colegios y los hospitales. La demagogia es así.

ACTUACIÓN RÁPIDA

7- Cerrar cuanto antes RTVV. El vicepresidente del Consell, José Císcar, ya anunció el mismo martes que la clausura del ente se haría "lo más rápido posible", algo que corroboró Fabra en su discurso de ayer. Una medida inteligente, siempre hablando en términos de estrategia, dado el problema político que supone una herida abierta de semejante envergadura. De hecho, por si existía alguna duda, lo acontecido este miércoles en Canal 9, con un programa especial plagado de críticas al Consell de Fabra, obliga al Ejecutivo a tomar decisiones y ejecutarlas lo más rápido posible. Si el problema se alarga, puede significar la ‘tumba' política para el jefe del Consell.

LIDERAZGO Y APOYO NACIONAL

8- Liderazgo. Desde círculos del PPCV próximos al presidente, especialmente de Alicante, ven la decisión de Alberto Fabra como una "muestra de liderazgo" en un momento "difícil". Precisamente esta ha sido una de las carencias que más se ha criticado en el ámbito interno: la ausencia de puñetazos en la mesa del presidente cuando la situación lo requería. Así, las citadas fuentes populares no solo opinan que Fabra ha acertado, sino que ha tomado una decisión, y así lo extienden, que refuerza su liderazgo. Una teoría que, solo en privado, comparten ciertos representantes empresariales.

9- Apoyo nacional. El propio jefe del Consell admitió este miércoles, como ya había informado este diario, que se puso en contacto con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, además de con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Fabra encontró el beneplácito -o el empujón- para afrontar el cierre de la televisión. Una tarea en la que encontró el apoyo de algún medio nacional.

A partir de ahí, la estrategia se dirige a enfocar el fin de una televisión autonómica como una decisión difícil, valiente y, más importante aún, pionera. Con el cierre, Fabra se convierte en el primer líder autonómico que toma una decisión de ese calibre en este ámbito. Ahí el capote, pese a las últimas diferencias entre ambos gobiernos, llegó por parte de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, quien recalco este miércoles en que si el Supremo declara nulo el ERE de Telemadrid, cerrará el ente público. Por otro lado, el ministro de Industria, José Manuel Soria, se mostró "totalmente de acuerdo" con la iniciativa de Fabra. En general, un respaldo poco amplio para una medida de estas características.

10- Desafección con RTVV. Tras años de información sesgada y dirigida a relatar los parabienes del Consell del PP, la pérdida de credibilidad y audiencia especialmente de Canal 9 han debilitado el interés por el ente público, otrora un arma poderosa e imprescindible. Es decir, y en ello coinciden diversas fuentes populares consultadas por este diario, RTVV ya no era el instrumento político de peso que fue en el pasado. El coste económico ya no compensa, y más aún si debe hacerse una televisión plural y en condiciones. Por ello, y aunque no en público, al argumento económico base se añade la coletilla de la poca repercusión y audiencia del ente.

Con estas pautas estratégicas -o al menos con algunas de ellas-, los populares valencianos han asumido el cierre del ente público. Un plan estratégico que, probablemente, solo una organización como el PPCV podría hacer funcionar. Eso sí, para ello la sociedad debe olvidar varias cosas además de los más de 1.600 despidos: la televisión pública autonómica es un elemento de autogobierno y una de las principales señas de identidad, esas mismas que los populares se encargan de agitar en forma de senyera cuando llegan las citas electorales o las fechas señaladas.