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VALENCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, dio este lunes un paso adelante al anunciar públicamente que será candidato a la presidencia de la Generalitat en 2015. "He estado con vosotros, estoy con vosotros y estaré con vosotros encabezando la candidatura del Partido Popular", aseguró a los diputados, senadores y europarlamentarios que asistieron a la Jornada Interparlamentaria organizada por los populares valencianos.

Este anuncio, que en una formación como el PPCV debería entrar dentro de la lógica, adquiere diferentes matices dada la situación actual que atraviesan los populares valencianos. En los últimos meses, Fabra ha sido cuestionado internamente dentro del partido por algunas de su decisiones. Incluso se ha llegado a contemplar por dirigentes de peso la posibilidad de que el actual presidente del PPCV no fuera candidato.

El propio Fabra, posiblemente en un error estratégico, ha señalado en algunas entrevistas que la decisión de ser candidato no dependía de él. Esto, que es cierto, dado que los candidatos autonómicos los autoriza el PP nacional, ha abundado en las dudas sobre el futuro del líder popular.

No obstante, el presidente decidió este lunes dar un puñetazo en la mesa y atajar cualquier debate interno postulándose como candidato. Una afirmación que ya había preparado su vicepresidente, José Císcar, en una entrevista en ABC, y el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, días atrás.

Desde los círculos próximos al jefe del Consell, subrayan que Fabra tiene la cobertura de la dirección nacional del PP para ser el candidato a la Generalitat y también para hacer público este anuncio. Sin embargo, los más críticos con el presidente dudan de que en Génova hayan avalado esta declaración y apuntan a que la manifestación de Fabra se enmarca en su deseo de terminar con los murmullos internos. Unas voces que se han intensificado en los últimos meses y que han apuntado a que las elecciones europeas serían un punto de inflexión sobre el futuro del líder del PPCV.

En este sentido, estas fuentes populares puntualizan que la coyuntura para Fabra, con la tensión del caso Bárcenas activada y los problemas de primeros espadas como María Dolores de Cospedal, benefician la posición del jefe del Consell: Génova no quiere abrir líos internos.

Por su parte, el presidente ha querido zanjar los murmullos y teorías, que podrían alimentarse sobremanera con un mal resultado en los comicios europeos, y mostrarse como el futuro candidato, ocurra lo que ocurra, a la Generalitat Valenciana. A ver quién respira.