VALENCIA. Desde tiempo atrás, viene gestándose tanto en el Consell como en cargos medios del PPCV, un debate acerca de la agenda del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Posiblemente, esta es una reflexión nacida a partir de la convulsa legislatura que están viviendo los populares valencianos. Y es que cuando las cosas van bien, los dirigentes políticos suelen hacerse menos preguntas.
La conveniencia o no de que el jefe del Consell presida ciertos actos, se presente en determinadas pequeñas empresas o acuda a inaugurar obras de poco empaque en algún municipio, se ha convertido en objeto de discusión en el partido, donde existen dudas sobre si la agenda diaria de Fabra no ha adquirido un perfil "demasiado bajo" para un líder que requiere potenciar su imagen ante los sondeos, que ponen en tela de juicio que el PPCV siga gobernando.
En esta línea, un veterano ex alto cargo recuerda que la agenda del presidente de la Generalitat es un "elemento estratégico fundamental". Si el diseño o calidad de la misma se resiente, las posibilidades de marcar la actualidad política se diluye y el líder se encuentra cada día a merced de la agenda que imponen los medios de comunicación.
De la misma manera que existen diputados y cargos medios del partido que consideran "discutible" la selección de actos a los que acude el presidente, desde varias consellerias señalan errores de ‘bulto' en determinadas apariciones del jefe del Consell. Una de las más recientes, en el homenaje en la Cámara de Castellón al expresidente de la misma Salvador Martí Huguet, cuando el presidente coincidió -y saludó efusivamente- a Carlos Fabra, a pocos días de que comenzara el juicio por el caso Naranjax, donde el expresidente de la Diputación se encuentra imputado por varios delitos.
Un ejemplo que ilustra, a juicio de diversos cargos, la "extraña" estrategia trazada a la hora de elaborar la agenda. "Se supone que el presidente es inflexible con su línea roja ante la corrupción y luego va a hacerse una foto con Carlos Fabra justo antes de sentarse en el banquillo", subraya un diputado autonómico.
Otro caso que ha generado dudas en no pocos sectores del partido e incluso en altos cargos del Gobierno valenciano es la organización del acto con la sociedad civil celebrado este jueves. Un intento de acuerdo forzado y sin consenso que ha encontrado el rechazo de sindicatos, universidades y oposición, que no acudieron, o el desacuerdo de organizaciones empresariales que se mostraron reticentes a firmar el documento.
REUNIONES CON ALCALDES, EN PRIVADO
Por otro lado, antes del verano se anunció la intención de Fabra de fortalecer su presencia en los municipios y mostrar así el respaldo que ahora necesitan especialmente los responsables locales. Una acción "necesaria", a juicio de diversas fuentes populares consultadas, para aumentar las posibilidades electorales.
En el último mes, según refleja la página web de la Generalitat Valenciana, el presidente se ha dejado caer solo por un par de municipios: concretamente por Borriol, el pasado 16 de septiembre para conmemorar el 25º aniversario de la apertura de una residencia de discapacitados y a firmar en el libro de honor de la localidad, y por la Isla de Tabarca, de 61 habitantes, para inaugurar una obra en el pavimento.
No obstante, desde este verano, el presidente está llevando a cabo distintas reuniones con alcaldes en el Palau de la Generalitat. Estos encuentros con responsables locales, pese a ser uno de los objetivos del jefe del Consell, son de carácter privado.
Aunque las distintas fuentes de las divisiones provinciales consultadas por este diario ven "positivas" este tipo de reuniones, los más desconfiados ven en estos encuentros un intento de que empiece a existir una interlocución directa entre Presidencia de la Generalitat y los poderes locales, que vienen siendo controlados por los presidentes provinciales del PP, Alfonso Rus (Valencia), José Císcar (Alicante), y Javier Moliner (Castellón).
Otros dirigentes, no sin cierta malicia, apuntan a que las visitas privadas de los alcaldes se deben a que el presidente Fabra, "simplemente, todavía no los conoce". Por lo que estos encuentros sirven para que el jefe del Consell se familiarice con los líderes locales para que las relaciones o actos posteriores conjuntos estén dotados de mayor fluidez.
Cabe recordar que la agenda del presidente está controlada por la secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales, Esther Pastor, cuyo nombramiento generó ciertas tensiones entre los barones del partido por su coincidencia con la eliminación de los puestos de delegados del Consell, cargos con estrecha relación con los presidentes provinciales del PPCV.
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