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VALENCIA. Este mes de julio Alberto Fabra cumplirá dos años al frente de la Generalitat Valenciana y del PPCV. En este periodo de tiempo, el líder regional ha logrado imponer su criterio en el Consell y partido, aunque también se ha granjeado el recelo de una parte importante de la formación popular. De hecho, a día de hoy, ha tenido roces prácticamente con todos y cada uno de los grandes líderes del PPCV de los últimos 20 años. Todo un récord -tal vez necesario- en su camino de empezar un nuevo ciclo en el partido.

En los últimos meses, incluso más intensamente de unas semanas a esta parte, media docena de los pesos pesados más destacados del PP en dos décadas han evidenciado los roces con el presidente de la Generalitat, lo que ha disparado los rumores acerca de un -improbable- adelanto electoral, el liderazgo del presidente o las dudas de Génova sobre la situación en la Comunitat Valenciana.

-Eduardo Zaplana. Al más puro estilo José María Aznar con Mariano Rajoy, el expresidente de la Generalitat aprovechó su paso hace tres semanas por la Cadena Ser para dar algunos consejos a Alberto Fabra, subrayando la necesidad de un "nuevo proyecto político" para la Comunitat Valenciana. "En los momentos de crisis es cuando hay que definir el futuro político de la Comunitat defendiendo un proyecto político", subrayó, además de mostrarse pesimista con las reivindicaciones del Consell sobre la financiación. Unas palabras que causaron malestar en el entorno del presidente Fabra y que han disparado las sospechas sobre los intereses del exministro en tierras valencianas, un juego con el poder en la Comunitat que nunca ha abandonado.

-Francisco Camps. Tampoco se han terminado de normalizar las relaciones entre Fabra y su predecesor en el cargo. El último capítulo de los desencuentros entre ambos se produjo recientemente, cuando Fabra decidió prescindir de los delegados del Consell en las tres provincias. Como ya informó el diario El Mundo, Camps telefoneó a los dirigentes cesados para interesarse por su situación y comentó, según este periódico, que él no hubiera prescindido de ellos. Un dardo más que añadir a la cuenta particular del expresidente, cuyo círculo de fieles sigue mostrándose reacio a varias líneas de actuación de Fabra, como su doctrina contra la corrupción.

-Alfonso Rus. El líder provincial del PP de Valencia está considerado como un verso suelto pero con una ‘tropa' numérica más que considerable. Las manifestaciones públicas del también presidente de la Diputación se han saltado -por momento y contenido- cualquier guión predispuesto desde la Generalitat. Además, su defensa del exconseller imputado Rafael Blasco, también ha supuesto una piedra en el zapato para Fabra, incluida la mediación que ejerció Rus para la marcha del diputado al grupo de no adscritos, evidenciando su capacidad para solucionar un conflicto que al presidente se le estaba resistiendo.

-Rita Barberá. Es conocido que la alcaldesa de Valencia no ha tenido desde el inicio un buen 'feeling' con el presidente Fabra. Ya con la posibilidad de su imputación planeando en la agenda política, Barberá se postuló públicamente hace unas semanas como candidata a la alcaldía para 2015, un anuncio de delicado para el jefe del Consell que está tratando de evitar que cualquier imputado ostente responsabilidad alguna. Para añadir más pimienta, la alcaldesa ha insistido en los últimos días en su "afecto" hacia los compañeros imputados. "Hay que humanizar la política", apostilló días atrás en referencia al gesto cariñoso que tuvo con Blasco en Les Corts la pasada semana.

-Esteban González Pons. El vicesecretario de Estudios y Programas del PP y diputado nacional es una de las incógnitas políticas de cara a los próximos dos años. Aunque públicamente nunca se ha mostrado beligerante con Fabra y sus políticas, en los cuadros del PPCV más próximos al presidente se desconfía del exconseller. Una de las razones es su proyección política, que podría redirigirse a tierras valencianas en un futuro próximo. La otra, las dudas que ofrece la influencia que puede ejercer en Génova sobre el actual Consell y partido liderados por Fabra.

-Carlos Fabra. El adiós del histórico barón provincial de Castellón ha sido otra de las decisiones difíciles para el presidente. Pese a su procesamiento judicial, terminó su mandato como presidente del partido sin oposición de Alberto Fabra. Después, surgieron las diferencias con la gestión del Aeropuerto de Castellón, cuya presidencia ostentaba Carlos. La salida del responsable provincial, según fuentes populares, dejó erosionada la relación entre ambos.

Todas estas relaciones o movimientos de referentes del PPCV indican, sin duda, que la posición de Alberto Fabra no se encuentra todavía apuntalada suficientemente. Pese a que altos cargos del Consell y del partido consultados por este diario aseguran que el presidente será candidato y que no existe, además, ninguna intención de acometer un adelanto electoral, estas divergencias demuestran que varios históricos del partido siguen sin terminar de ver a Fabra como un líder sólido. 

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