El presidente de Bayer CropScience, cuya sede española se encuentra en Valencia, analiza la situación mundial de la agricultura en una entrevista con Valenciaplaza.com

-Bayer reivindica una segunda revolución verde

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MONHEIM (ALEMANIA). A tres semanas de dejar su cargo como presidente del subgrupo de protección de cultivos de Bayer, Bayer CropScience, Friedrich Berschauer pidió, el pasado miércoles en la presentación anual de resultados de la empresa, una segunda revolución verde. En su discurso, que sirvió de despedida tras seis años como máximo responsable de la empresa, llamó a la colaboración entre los mercados y la investigación como única solución posible ante la hambruna y las consecuencias del cambio climático.

Bayer CropScience, cuyos resultados anuales descendieron un 3% durante el primer semestre de 2010, ha sufrido los trastornos del medio ambiente. Nevadas, inundaciones, terremotos. "Anticipamos que en caso de que las condiciones del mercado se normalizaran, las ventas generales ajustadas por diferencias cambiarían y por cartera caerían levemente en 2010", declaró el presidente de la división en la sede central de Bayer en Alemania. El año pasado sin embargo, la división de cultivos alcanzó unas ventas  record de 6.500 millones de euros.

La central española, ubicada desde 2003 en Paterna, también sufrió una caída en sus ventas. La compañía facturó 109 millones de euros, un 5% menos respecto al ejercicio anterior. La inversión en el departamento de I+D fue de 4,28 millones de euros.

Preocupado por las previsiones de la Organización de Alimentos y Agricultura de Naciones Unidas, según las cuales dentro de 40 años la producción de alimentos deberá incrementarse en un 70% para abastecer a toda la población, Berschauer pide cambios en el campo. El presidente de Bayer, que eludió responder cualquier pregunta relacionada con la situación económica mundial, habló con Valenciaplaza.com sobre el futuro de la agricultura.

-¿Cuál cree que sería el modelo de producción agrario más adecuado para hacer frente a la cada vez menor producción de alimentos frente al aumento de la población mundial?

-Ante todo, y en términos generales, creo que la tierra para el cultivo está limitada, y las posibilidades también. Además, la industrialización está contribuyendo a su desaparición, como en la costa este de China. Hay factores que son inevitables, y sólo en zonas como Brasil se podría hacer algo. El modelo de producción tiene que mejorar y ser a largo plazo, no tener solo en cuenta los beneficios a corto plazo.

-¿Cómo se puede aumentar la producción y su calidad?

-Con la sostenibilidad. Hay que aumentar la producción pero de forma sostenible y sin dañar el entorno. Tenemos muchas herramientas y conocimientos para que la población mundial no se vea afectada y tenga futuro. Todo el mundo tiene una gran responsabilidad.

-¿Cuál es su opinión sobre la heterogeneidad de legislaciones fitosanitarias entre los diferentes países europeos?

-Yo estoy a favor de tener las mismas normas en todo el mundo, desde un punto de vista ético. La gente de África, Alemania o España tiene que tener las mismas responsabilidades y derechos y no debería haber diferencias. Además, si con el cambio perdiéramos productos viejos que no son tan respetuosos con el medio ambiente, sería una buena oportunidad para hacer otros innovadores y mejores. Bayer CropScience tendría ventajas, ya que es la que más invierte en investigación. La innovación es la meta principal.

-¿Qué le parece que los agricultores reciban tan poco dinero por sus productos?

-Lo siento mucho porque hacen labores excelentes. Me hago cargo de que es frustrante ver sus ingresos. En estos momentos están cobrando menos que hace 40 años. Todo sube y esto baja, pero tengo la esperanza de que, igual que se arreglan otras cosas, este asunto también. Espero que los agricultores puedan ganar un precio justo por su trabajo.

-¿Cómo han afectado los últimos desastres naturales, como inundaciones, terremotos o incendios, a las cuentas de Bayer?

-Espero que a largo plazo la tendencia mejore y sea más positiva. La agricultura tiene sus baches pero tiene que crecer porque cada vez hay más gente con hambre. Estas catástrofes hacen que todo fluctúe más. Los precios pueden estar más altos o bajos dependiendo de los desastres, que influyen de forma negativa. El valor de los cultivos crece y hace que nuestros productos se vendan menos porque la gente no tiene dinero para gastar.

Por el momento, las estrategias de crecimiento de Bayer CropSciencie seguirán su rumbo. Las inversiones no disminuirán y además, la multinacional tiene previsto sacar alrededor de una veintena de productos nuevos para optimizar los recursos del campo y reforzar el negocio. "Como resultado de la recuperación de la economía mundial, las condiciones de financiación para los productores también han mejorado en muchas regiones", explicó Berschauer.