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VALENCIA (VP). Hablar de una sicav es hacerlo de un vehículo de inversión para grandes patrimonios que buscan sacar partido aprovechando su laxo tratamiento fiscal. Así ocurre en la práctica totalidad de las poco más de 3.000 de estas sociedades que circulan actualmente por España, según los datos oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Pero entre esa extensa nómina aparece una sicav de una entidad bancaria, cuyos criterios se fundamentan en la ética y la solidaridad. Dos conceptos poco dados en el mundo financiero, pero sí en la sicav Bankia Cooperación Ética y Solidaria. Una sociedad que procede de Arcalia, la división de banca privada de Bancaja, absorbida por Bankia Banca Privada en junio pasado.

Los criterios de inversión de Bankia Cooperación Ética y Solidaria se ciñen al ideario ético desarrollado por el Seminario de Doctrina Social de la Iglesia del Instituto Social León XIII (Fundación Pablo VI).

RESPETAR VALORES

De este modo, los gestores de esta sicav deben respetar y considerar los siguientes principios, tal y como lo recoge su folleto de inversión: la protección de la vida humana; el respeto de los derechos humanos; la defensa de la paz; el cuidado del medio ambiente; la protección y promoción de la salud; y la responsabilidad social de la empresa.

Por tanto no invierten en empresas cuya actividad atente contra la vida humana; en aquellas que fabriquen y comercialicen armamento; tampoco en compañías que atenten contra la naturaleza y provoquen el deterioro medioambiental; ni en aquellas que con sus actividades violen, lesionen o contradigan las normas públicas o recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

UN COMITÉ ÉTICO INDEPENDIENTE

Para el cumplimiento de tales principios, la sociedad tiene un comité ético independientes de la gestora y depositaria (Bankia), de reconocido prestigio personal y profesional. Los mismos que el pasado año seleccionaron dos proyectos solidarios donde la sociedad aportó 41.000 euros.

El primero para la construcción de una escuela en Etiopía propuesto por la Fundación Misión de la Misericordia.

Por su parte, el segundo corresponde a la puesta en marcha de un programa de atención a drogodependientes de los centros penitenciarios de la provincia de Cádiz presentado por la organización Proyecto Hombre. 

PATRIMONIO A LA BAJA

El patrimonio de esta sociedad, presidida por Rafael Añó Sanz -antiguo responsable de Bancaja Gestión de Activos- y en la que también figura la aseguradora Divina Pastora entre sus administradores, se ha venido reduciendo en los últimos años hasta marcar mínimos de los últimos tres ejercicios. 

Así, a 30 de septiembre pasado -último dato oficial recogido de su informe público trimestral remitido a la CNMV- mantenía 4,148 millones de euros, un 40% por debajo de los 6,895 millones de euros al cierre del pasado año.

Dicha caída corresponde a la reducción del número de acciones que realizó durante el primer semestre, al pasar de las 729.733 hasta las 439.409 actuales. El número de accionistas se redujo en uno hasta los 107 en el periodo julio a septiembre de este año.

La sociedad, que está gestionada por Bankia Banca Privada y fue constituida en octubre de 2001, contaba con un elevado peso en posiciones de renta fija, dado que más de la mitad estaba invertida en estos productos conservadores.

MAYOR PESO DE LA RENTA FIJA

Buena parte de los mismos correspondían a deuda española soberana (bonos) y deuda corporativa (bonos, obligaciones, cédulas y pagarés) de un buen número de entidades entre los que figuraban el Santander, La Caixa, Abertis, Bankia, Bankinter y Telefónica, por citar algunas.

En lo que a posiciones de renta variable se refiere, el número era más reducido, dado que ostentaba una participación de 228 acciones de Telefónica, 181 del Santander, 124 del BBVA, 71 de Gas Natural Fenosa, 69 de Zardoya Otis, 58 de Inditex, 50 de Abertis y 32 de ACS. Asimismo contaba con 134 títulos de Deutsche Telekom, 55 de Enel, 48 de Danone y KPN, 45 de RSE y 41 de Unilever.